La incorporación al Señorío declarada nula: 1740. Parece ser que las Encartaciones y el Señorío tuvieron roces en 1735 ya que este último comisionó al agente Domingo del Barco para que arreglara los diferendos suscitados según Labayru ("HGSB" t. VI, p. 196) por "la pretensión de los encartados de dar el uso a los despachos, ministros y tribunales de Su Majestad con otras novedades perjudiciales". Una de las novedades era la de dar carácter de diputado general al síndico. En las Juntas generales de Guernica del 21 de julio de 1740 se aprobaron los capítulos de la concordia entre las Encartaciones y el Señorío una vez negociada la misma con los representantes de la tierra encartada Agustín de la Quadra y D. Inocencio de Llarena. En dicha concordia se declaraba nula la incorporación de las cinco repúblicas efectuada en el siglo XVII, aunque persistían la unión en ciertos asuntos económicos y en la defensa de los casos de contrafuero. Las Encartaciones serían convocadas a Juntas Generales y de merindades pero sus apoderados no tendrían voz ni voto fuera de los casos citados y los encartados no podrían ser elegidos en los cargos de Gobierno general y viceversa, los del Señorío en los de la Encartación. Este estado de cosas subsistió hasta 1798 y 1800 en que volvieron a disfrutar en Guernica de voto activo y pasivo. En el 1765 se dio una ejecutoria prohibiendo que el síndico de las Encartaciones se intitulase Diputado general.