Lexikoa

VASCO-IBERISMO

El esplendor vasco-iberista. En el s. XVI (Marineo Sículo, Morales, etc.), período en el que se inicia la reflexión sobre las peculiaridades del vascuence, el vasco-iberismo está generalizado y sobre él se desarrolla, como si fuese un corolario, la teoría cantabrista que, para poder hacerlo, deberá de desplazar el centro de gravedad -Tubal- a las orillas del Cantábrico. Incluso el P. Moret, al que puede conceptuarse de poco receptivo a la teoría cantabrista, admite que "así en tiempo de los Romanos, como antes y después de ellos, las provincias y gentes del vascuence han conservado la sangre y origen español más puramente y sin permixtión de naciones advenedizas. Lo cual ayudó para conservar la lengua primitiva", que es el euskera. Garibay (1533-1599), campeón del cantabrismo y también vascoparlante, abunda en el argumento toponímico y etimológico; la lengua vasca y su pueblo vinieron del Cáucaso, de la otra Iberia, lo cual explica nombres comunes como Araxes-Araiza, Ararat-Aralar, etc. Igual criterio sostiene el bachiller Poza (1547-1595), que extiende la teoría a factores supralingüísticos como el uso del tocado corniforme, común a ambos pueblos. Baltasar de Echave en sus Discursos de la antigüedad de la lengua cántabra Bascongada de 1607 abunda en esta tesis. Larramendi se sumaría a esta interpretación aduciendo, sin embargo, que los "antiguos españoles (los bascongados) pasaron a poblar la Iberia asiática".