Evolución histórica de la Seguridad Social. Lo que hoy entendemos por Seguridad Social, en nuestro entorno se enmarca dentro del Estado de Bienestar y es el resultado de la lucha de los trabajadores a lo largo de la historia, siendo uno de los principales instrumentos de redistribución de la riqueza de un país.
La asunción por parte del Estado de la garantía de los derechos sociales de los ciudadanos, es relativamente reciente y, aún hoy día, no se realiza en todos los países, ni siquiera en algunos industrializados. De hecho se inicia entre finales del siglo XIX y principios del XX, según los países, aunque el término Seguridad Social no aparece hasta 1935.
Las etapas históricas de la conquista de derechos de la Seguridad Social, podrían resumirse en cuatro:
La etapa inicial, la de la inhibición estatal. Se inicia con el proceso de industrialización en Europa en unos Estados en los que, por su carácter capitalista y liberal, no existía ningún tipo de protección social. En su defecto, se recurría a la solidaridad familiar o a la beneficencia pública o privada. En esta situación, fueron los propios trabajadores quienes pusieron en marcha las primeras organizaciones solidarias para hacer frente al infortunio a través del mutualismo obrero y las organizaciones de socorro mutuo, organizadas por fábricas o gremios.
La segunda etapa, la del reconocimiento jurídico. Conseguido el reconocimiento jurídico de los sindicatos y de los partidos políticos obreros, se empezaron a cuestionar las actuaciones más insolidarias del Estado liberal y se empezaron a poner las bases de lo que conocemos como el Estado Social y de Derecho. Poco a poco, el movimiento obrero logró el reconocimiento de nuevos Seguros Sociales, primero voluntarios y luego obligatorios. El primer ejemplo tuvo lugar a finales del siglo XIX, llevado a cabo por Bismarck en Prusia. En concreto, en 1883 se crea el Seguro de Enfermedad, en 1884 el Seguro de Accidentes de Trabajo y en 1887 el Seguro de Vejez e Invalidez.
La tercera etapa, la del primer reconocimiento constitucional de los derechos sociales y su anulación por el fascismo. El Parlamento alemán reconoció por primera vez, durante el año 1919, los derechos económicos y sociales. Al declararse, en 1929, una nueva crisis económica mundial, se produjo una ola dirigida a conseguir la anulación y desaparición de muchos de los derechos reconocidos.
La cuarta etapa, la de la expansión de la protección Social. En este nuevo período destaca la tarea de unificación y ampliación de los seguros sociales, que permitió la puesta en funcionamiento de los auténticos sistemas de Seguridad Social. Las primeras actuaciones se llevan a cabo en el Reino Unido, donde a finales de 1942, William Henry Beveridge dirigió la publicación del primer Libro Blanco, en el que se reconocía un nivel mínimo de vida a los ciudadanos y, además, sirvió de guía para la unificación de todos los seguros sociales.
La asunción por parte del Estado de la garantía de los derechos sociales de los ciudadanos, es relativamente reciente y, aún hoy día, no se realiza en todos los países, ni siquiera en algunos industrializados. De hecho se inicia entre finales del siglo XIX y principios del XX, según los países, aunque el término Seguridad Social no aparece hasta 1935.
Las etapas históricas de la conquista de derechos de la Seguridad Social, podrían resumirse en cuatro:
La etapa inicial, la de la inhibición estatal. Se inicia con el proceso de industrialización en Europa en unos Estados en los que, por su carácter capitalista y liberal, no existía ningún tipo de protección social. En su defecto, se recurría a la solidaridad familiar o a la beneficencia pública o privada. En esta situación, fueron los propios trabajadores quienes pusieron en marcha las primeras organizaciones solidarias para hacer frente al infortunio a través del mutualismo obrero y las organizaciones de socorro mutuo, organizadas por fábricas o gremios.
La segunda etapa, la del reconocimiento jurídico. Conseguido el reconocimiento jurídico de los sindicatos y de los partidos políticos obreros, se empezaron a cuestionar las actuaciones más insolidarias del Estado liberal y se empezaron a poner las bases de lo que conocemos como el Estado Social y de Derecho. Poco a poco, el movimiento obrero logró el reconocimiento de nuevos Seguros Sociales, primero voluntarios y luego obligatorios. El primer ejemplo tuvo lugar a finales del siglo XIX, llevado a cabo por Bismarck en Prusia. En concreto, en 1883 se crea el Seguro de Enfermedad, en 1884 el Seguro de Accidentes de Trabajo y en 1887 el Seguro de Vejez e Invalidez.
La tercera etapa, la del primer reconocimiento constitucional de los derechos sociales y su anulación por el fascismo. El Parlamento alemán reconoció por primera vez, durante el año 1919, los derechos económicos y sociales. Al declararse, en 1929, una nueva crisis económica mundial, se produjo una ola dirigida a conseguir la anulación y desaparición de muchos de los derechos reconocidos.
La cuarta etapa, la de la expansión de la protección Social. En este nuevo período destaca la tarea de unificación y ampliación de los seguros sociales, que permitió la puesta en funcionamiento de los auténticos sistemas de Seguridad Social. Las primeras actuaciones se llevan a cabo en el Reino Unido, donde a finales de 1942, William Henry Beveridge dirigió la publicación del primer Libro Blanco, en el que se reconocía un nivel mínimo de vida a los ciudadanos y, además, sirvió de guía para la unificación de todos los seguros sociales.