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La Ronda de Labastida

La hipótesis del origen militar de la Ronda es la más convincente y la que reúne más y mejores argumentos. El propio nombre de la villa, Labastida (fortificación defensiva), hace referencia a la denominación de una máquina militar de madera empleada en asaltar las fortalezas amuralladas.

La Ronda tendría su origen en el recorrido que los soldados realizaban por las calles de la villa, durante la Edad Media, con la finalidad de comprobar que todo se encontraba en orden y de que la defensa del lugar estaba asegurada. Las hogueras las prenderían para alumbrarse y calentarse.

Algunos otros detalles de esta fiesta también refuerzan su origen militar. Ha sido tradición que las antorchas las portasen los quintos y de que fuesen los encargados de prender las hogueras. Asimismo, al finalizar la Ronda, un jinete cabalgaba hasta Vitoria para dar parte en la Diputación Foral de Álava de que la fiesta había transcurrido con normalidad. También, acudían armados a la Ronda los guardas de campo, un representante de los Miñones, vecinos integrantes del somatén y componentes de otras fuerzas armadas.

La costumbre de recorrer las calles de los pueblos prendiendo hogueras y portando teas encendidas este mismo día ha estado muy arraigada en otras localidades de la comarca y por todo el territorio peninsular. Estas celebraciones tienen su origen en la existencia de milicias locales, conocidas como soldadescas, cuyo fin era la defensa de las poblaciones.

La Inmaculada Concepción fue proclamada patrona del arma de infantería y los tercios españoles, durante el siglo XVI cuando guerreaban en Europa, entraban en combate al grito de "Viva la Inmaculada Concepción". La quema de hogueras constituía un acto de júbilo y de agradecimiento hecho en honor de la Virgen, por haberles proporcionado la victoria en las batallas, librándoles de los enemigos.

En las cuentas del año 1789 también se dice que la Ronda fue hecha por la noche "a son de caja de guerra" y toque de campanas.

Complementario a esta explicación de origen militar es el sentido purificador que posee. Las hogueras sirven para quemar y destruir lo negativo y viejo. El fuego abrasa y elimina lo malo e impuro. Desinfecta y purifica. En la extensa jurisdicción de Labastida han pastado numerosos rebaños. Ganaderos de lugares cercanos, como en Fuenmayor (La Rioja), tenían la obligación de hacer una gran hoguera según antiguas ordenanzas, la víspera de la Inmaculada, so pena de multa, para evitar las enfermedades del ganado.