Sailkatu gabe

GIPUZKOA (GEOGRAFÍA)

El medio físico.

Las formas topográficas -el relieve- y los rasgos climáticos, en cierto modo afines a la vecina Vizcaya, han contribuido eficazmente a la organización del espacio guipuzcoano y deberán tenerse en cuenta a la hora de explicar tanto formas de asentamiento como modos de vida y paisajes. Guipúzcoa ofrece una topografía enormemente accidentada, en la que montañas, sierras, colinas y valles se suceden sin dar ocasión a las llanuras: sólo es posible encontrar algunas depresiones de cierta entidad en sectores muy concretos del litoral y al pie de las sierras divisorias. Esto queda perfectamente claro, si se considera que apenas una décima parte del total provincial ofrece una pendiente inferior al 15 %. Pero tampoco se trata de tierras altas; una valoración altitudinal del espacio nos sitúa ante el hecho de que las tierras con altitud inferior a los 200 m. suponen aproximadamente el 60 % del total.

Superficie evaluada según zonas altimétricas
Menos de 200 m.
De 201 a 600 m.
De 601 a 1.000 m.
De 1.000 a 2.000 m.
Total
1.147 km.²
510 km.²
285 km.²
55 km.²
1.997 km.²
Fuente: Atlas Nacional de España.

Se observa de modo general un descenso altitudinal en sentido Sur-Norte, sucediéndose por otro lado un modelo topográfico en el que alternan montes con depresiones. Los puntos más altos forman parte del conjunto serrano meridional que actúa como límite provincial entre Guipúzcoa y Alava, y como divisoria de aguas atlántico mediterráneas: son las sierras de Aralar, Aitzkorri, Elguea, en las que sobresalen los picos de Aketegui (1.544 m.), Aratz (1.442 m.), Irumugarrieta (1.427 m.), Larrunarri o Txindoki (1.341 m.), así como otras cumbres de menor entidad. Al pie de estos escarpes serranos se abre la depresión de Beasain-Vergara, de aspecto arrosariado, creada por sobreexcavación fluvial sobre materiales blandos y delimitada hacia el norte por otra alineación de carácter montañoso en la que destacan el monte Izaspi (969 m.), Pagotxeta (930 m.) e Irukurutzeta (895 m.), que a pesar de sus modestas altitudes consigue destacar claramente. A continuación, y recorrido por el río Régil, se extiende hasta Elgóibar a través de Azpeitia y Azcoitia otro sinclinorio; en este sector, las características estructurales se aúnan a la naturaleza litológica dando como resultado dicha depresión. Prosiguiendo hacia la costa, se alzan de nuevo una serie de cumbres formando el conjunto de sierras prelitorales: Hernio, Erlo-Izarraitz, Pagoeta, Andatza, Andutz y Arno a través de los cuales se abren paso los ríos hacia su curso bajo. El sector costero o septentrional, finalmente, está formado por un pasillo de tierras bajas excavadas por los cursos fluviales, abiertas parcialmente al mar, que constituyen, por un lado, la depresión o surco prelitoral, y por otro, el anticlinal externo o sierras litorales, extendido en forma de arco desde Zumaya hasta Fuenterrabía, con Jaizkibel, Ulia, Urgull, Igueldo, Mendizorrotz, etc., como unidades diferenciadas. Es el Beterri guipuzcoano, de topografía menos complicada, opuesto al Goiherri, a las altas tierras meridionales. En resumen, tres conjuntos morfoestructurales en sentido Norte-Sur entre el litoral y las tierras altas meridionales que conforman la divisoria:

a) Una banda de tierras bajas formando un pasillo entre los pliegues litorales, abierta en Oyarzun, corredor del bajo Oria y Zarauz.
b) Conjunto más accidentado con dominio de crestas calcáreas, alternando con corredores como el de Zumárraga, Legazpia, Beasain y Azpeitia, de origen mitad estructural, mitad por erosión diferencial.
c) Cordal montañoso meridional en el que se alojan los puntos más elevados de la provincia.

En sentido Este-Oeste la topografía ofrece idénticas características: talwegs e interfluvios se alternan regularmente, creados por la red fluvial que se sobreimpuso a la estructura alpina.