En estas siglas se sintetiza buena parte del sector de la producción de electrodomésticos, uno de los grandes desconocidos de la historia de la industrialización del País Vasco durante el siglo XX. En algunos momentos, los dos principales fabricantes, el Grupo Fagor-Ulgor (en Mondragón) y el Grupo Orbaiceta (en Pamplona y Estella) llegaron a representar alrededor de la mitad del mercado español de la línea blanca. Y es que junto al automóvil, el aparato eléctrico del hogar sigue siendo el bien de consumo duradero por antonomasia. Del lado de la oferta propició la difusión tecnológica y los nuevos métodos de producción en un mercado muy poco sometido a la competencia hasta la entrada de España en la UE; del lado de la demanda, el desarrollo implicó clases medias en ascenso y unas clases trabajadoras mejor remuneradas y, por tanto, todas ellas consumidoras en masa de menaje eléctrico y automóviles. Alrededor de lo que, desde 1991, se denominó B/S/H surgió una red de empresas y de proveedores con gran capacidad de transformación del tejido industrial. Ya en 1972 concentraba el 8,6 por ciento de todos los obreros industriales.
Después de la pionera -Industrias del Hogar SA (Estella,1950), más conocida por la marca comercial Agni e impulsada por los Ruiz de Alda-, Super Ser nació la iniciativa de la familia Orbaiceta Zabalza al convertir un taller mecánico de componentes para motocicletas, en el Ensanche de Pamplona, a una fábrica moderna de producción en serie de estufas eléctricas, primero, frigoríficos, después, y toda la gama de aparatos de línea blanca, más tarde, en Cordovilla. La figura de su presidente fue clave, un hombre de empresa sin precedentes familiares en el negocio que supo rodearse del equipo humano y técnico apropiado para el reto de conquistar mercados en el interior y el exterior. Orbaiceta SA fue pronto identificada como el Grupo Navarro de Electrodomésticos.