Introducción de la quinta. Al ser restablecido Fernando VII, prosigue, sin embargo, la pugna a cuyo calor veremos operarse una aproximación entre las cuatro Diputaciones éuskaras. En 1818 los diputados de Navarra y las Provincias Vascongadas son obligados en Madrid a la entrega a plazos señalados de los millones de reales vellón por el equivalente al servicio personal para el reemplazo del ejército con lo que las cuatro provincias eludieron otra vez el servicio de sangre. El establecimiento del nuevo régimen constitucional en 1820 y el levantamiento realista subsiguiente impidieron otra vez la ejecución de levas pese a la orden del Gobierno ( 1823) de que el reemplazo se hiciese «por enganches voluntarios o creando fuerzas patrióticas». Finalmente, el nuevo reinado de Fernando VII va a significar un endurecimiento en la política centralista. Navarra acaba entregando en 1827 algunos hombres (119 de los 516 solicitados) aunque su Diputación siga luchando durante los siguientes años para redimir a los mozos por metálico y excusando el cumplimiento de la orden de reemplazo «por ser contrafuero» (1833). La guerra dinástica y foral de 1833 abre otra vez un período de interinidad.