Concepto

Envejecimiento demográfico

Tal y como sucede en general con el volumen y la estructura de las poblaciones, el envejecimiento demográfico, es decir, el aumento de la edad promedio de una población y de la proporción de personas mayores que la conforman, es un proceso en el que influyen la evolución de la mortalidad, la natalidad, y las migraciones.

Por lo que a la mortalidad se refiere, cabe señalar que, si bien el aumento de la esperanza de vida a lo largo del siglo XX ha supuesto que una mayor proporción de personas alcance edades avanzadas, dicho incremento ha estado estrechamente vinculado al descenso de la mortalidad infantil. Como consecuencia de ello, y dado que la mayoría de los nacidos sobreviven, en muchas poblaciones aumenta la importancia de los efectivos más jóvenes, lo que supone un rejuvenecimiento de sus estructuras por edad. No será hasta finales del siglo XX cuando, alcanzada la quinta etapa de la transición sanitaria, el descenso de la mortalidad se concentre en las edades avanzadas en aquellas sociedades en las que, como en Euskal Herria, ya se habían producido con anterioridad aumentos muy importantes en la esperanza de vida.

En cuanto a la natalidad, su reducción es un elemento fundamental a la hora de explicar el progresivo envejecimiento de la población de los países occidentales en las últimas décadas del siglo XX. El descenso del número de nacimientos supone que se estreche la base de la pirámide poblacional, lo que implica un aumento de la importancia relativa de las edades avanzadas. En Euskal Herria, este descenso se inicia a mediados de los años setenta y es subrayable la rapidez e intensidad con que ha sucedido, características por otra parte comunes a los países del sur de Europa.

Por último, las migraciones tienen consecuencias diferentes en los lugares de origen y de acogida. Una proporción muy importante de las personas migrantes están en edad de trabajar y reproducirse, por lo que su salida supone la pérdida de efectivos en las edades centrales y, como consecuencia, una reducción del número de nacimientos. Por lo tanto, una población de la que salgan efectivos migratorios importantes verá tanto reducirse su volumen como transformarse su estructura, consecuencias que se dejarán sentir tanto a corto como a medio plazo. Por el contrario, aquellas poblaciones a las que llegan efectivos importantes de migrantes aumentarán de volumen y verán rejuvenecer su estructura de edad tanto a corto como a medio plazo.

Así, es imposible entender la evolución del volumen y de la estructura de la población de Hegoalde entre 1950 y 1975 sin referirnos a la aportación, directa e indirecta, de las migraciones. La otra cara de la moneda estaría representada por Iparralde, donde los procesos emigratorios han incidido en el aumento del índice de envejecimiento. Efectivamente, la salida de contingentes de población en edad de trabajar y reproducirse supone un aumento de la proporción de personas de edad avanzada, dándose la paradoja de que Zuberoa, a pesar de registrar tasas de fecundidad superiores a otras comarcas, ostentase en 1999 el índice de envejecimiento más alto de Euskal Herria.