Pintores

Aldecoa Arbulo, Adrián María

Pintor, acuarelista, dibujante, cartelista y restaurador, tío del célebre novelista Ignacio Aldecoa, nace en Vitoria el 7 de septiembre de 1887. Fallece en la misma ciudad el 16 de diciembre de 1945.

Mostró desde muy joven sus inquietudes artísticas. Primero en el taller de su padre Laureano, propietario de uno de los más afamados establecimientos de decoración y pintura industrial de la ciudad, continuando el aprendizaje en la Escuela de Artes y Oficios de Vitoria.

Alternó estos estudios con una estancia formativa en la Escuela Municipal de Bellas Artes de Burdeos, donde marchó a primeros de octubre de 1904. A orillas del Garona recibió enseñanzas de arte decorativo del maestro Vetton, conocimientos que aplicaría posteriormente en el negocio paterno. Volvió de nuevo a Francia, a París, en 1911. Durante varios meses se familiarizó con los éxitos ya refutados por el impresionismo, aquilatando experiencias en la visita a los principales museos de la capital.

Sobresalió rápidamente entre los jóvenes vitorianos de su generación. Sin ir más lejos, el maestro Díaz Olano apreció en primera hora sus cualidades artísticas. De hecho retrató a su antiguo alumno, al decir de algunos el predilecto, en una elegante composición que, fechada en 1911, puede contemplarse actualmente en el Museo de Bellas Artes de Álava.

Al margen del trabajo en el taller familiar, Aldecoa entrará a formar parte del claustro de profesores de la Escuela de Artes y Oficios en 1918. Actividad docente que prolongará como profesor de Adorno y de Copia del Antiguo y del Natural hasta su fallecimiento.

Dedicado a la pintura decorativa y a la enseñanza académica, y durante sus últimos años al cargo como apoderado del servicio de defensa del tesoro artístico en Álava, dispuso todavía de un tiempo fecundo para atender intereses propiamente artísticos, tal como lo demuestra la obra tan plural y heterogénea que nos ha legado en diferentes disciplinas.

Además se prodigó en numerosas colectivas tanto en el ámbito local como en otras latitudes, aunque no existe hasta la fecha constancia documental de que celebrase exposiciones individuales. Así, al menos, se ha comentado. No obstante, es probable que mostrara algunas obras en San Sebastián a título individual durante la primavera de 1910. La revista ilustrada Novedades dedicó por entonces una página completa al pintor.