Villes

Vitoria-Gasteiz

Como corresponde a su situación linguística, en Vitoria se ha escrito en castellano, con esporádicos cultivos del euskera, especialmente en los últimos tiempos. Ciñéndonos al nacimiento en Vitoria y descartando personalidades que, como Prestamero, Samaniego, Ortíz de Zárate, Fermín Herrán, Juan José Pérez Ormazabal, Paloma Díaz-Mas, Mario Onaindía, Francisco Rodríguez de Coro, Antonio Altarriba, Amado Gómez, Gerardo Markuleta (Jon Iriberri), etc. que tuvieron o tienen mucho que ver con esta ciudad, en un recorrido diacrónico de la vida de la misma citaríamos o destacaríamos los siguientes autores.

Pedro II López de Ayala, el Canciller Ayala, político y escritor vitoriano (1332-1407) formado en la Corte de Avignon y en la castellana. Testigo de una época desapacible y violenta, se le considera un precursor del Renacimiento en la península, no sólo por sus obras cumbres, las Crónicas de los reinados de cuatro monarcas, y el Rimado de Palacio sino también por sus traducciones de autores latinos e italianos.

Francisco de Vitoria (¿1486?-1546), el Padre Vitoria, fue un adelantado de la ética y el derecho internacional en la época álgida de la conquista del Nuevo Mundo y asentamiento del Imperio español. Desde su cátedra salmantina infundió criterios sobre la guerra, el derecho de los aborígenes americanos, el poder civil y político, etc. en sus célebres Relectiones, muchas de las cuales no llegaron a imprimirse. Su hermano, Diego de Vitoria, fue confesor real y autor de varias obras morales. Martín de Salinas, diplomático vitoriano, dejó un interesante epistolario que se publicó en 1903. Diego Martínez de Salvatierra, alcalde y diputado, escribió en 1585 Gobierno y república de Vitoria. El dominico Juan de Vitoria es autor de una Cometeorología de más de 1.000 folios que no llegó a publicarse.

Jerónimo de Mendieta (1525-1604), sacerdote en México, es autor de documentados trabajos sobre historia indiana. Martín Martínez de Olave (1508-1556), participante en el Concilio de Trento, escribió sobre cuestiones teológicas. Gaspar de Añastro (1551-1603) traductor de Bodino. Juan López de Marieta (1555-1611), dominico, se especializó en historiografía religiosa. Diego de Álava y Esquivel (-1562), eclesiástico, autor de una obra sobre el Concilio de Trento, al que acudió. También acudió a este concilio, aunque no es seguro que fuera vitoriano, Martín Pérez de Ayala, autor sobre temas teológicos. Juan Bautista de Larrea (?-1645), jurisconsulto y señor de Larrea, posiblemente vitoriano, comentó el Fuero de Vizcaya y escribió una serie de tratados. Francisco Ruiz de Vergara (1588-1672), rector de la universidad salmantina, poeta en castellano y latín y autor de temas historiográficos.

Melchor Amigo (?-1747), franciscano, destacó por su oratoria religiosa. Bernardo Ibáñez de Echávarri (?-1770), jesuita, en la historiografía, de la misma forma que el dominico Juan Ibáñez de Santo Domingo (1658-1704). Francisco Javier de Aguirre Hortés de Velasco (1732-1763), miembro de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País, ocupó un sillón en la Academia Española de la Lengua. Su hermano Ignacio Luis de Aguirre Hortés de Velasco (1738-1793), miembro de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País, escritor, fundó una sociedad similar en Sevilla de donde era oidor.

Joaquín José de Landázuri Romarate (1730-1805) desarrolló su actividad historiográfica en su ciudad natal y en Bergara (era miembro de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País), abarcando no sólo una minuciosa historia de Álava y Vitoria sino la del "Ilustre País Vascongado", orientada en los moldes del cantabrismo pero ya con una fuerte carga racionalista y documental. Valentín de Foronda (1751-1821), economista, miembro de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País, traductor y escritor, desarrolló una extraordinaria actividad literaria fundamental para el conocimiento de la Ilustración de Pirineos para abajo. Luis María de Salazar (1758-1838), ministro de Marina y Hacienda, autor de publicaciones sobre temas navales. Pablo de Xérica y Corta (1781-1841), político ilustrado y liberal, destacó en su exilio francés por su cultivo de la poesía, ensayo y otros géneros.

Pedro de Egaña (1803-1885), político, magistrado y publicista defensor de los Fueros. Benigno Mateo de Moraza (1817-1878), abogado, publicista, parlamentario, destacó por su defensa de los Fueros en el período final de los mismos. Ladislao de Velasco (1817-1891), político y miembro de diversas Academias eruditas y sociedades mercantiles y ciudadanas, cultivó la etnología, la historia y realizó valiosos informes sobre la lengua vasca. Ángel Albéniz Gauna, padre del músico, se dió a conocer a mediados del siglo como "Peruchico" de la misma forma que la poetisa Vicenta García Miranda en la Revista Vascongada y en El Lirio.

Sotero Manteli (1820-1885) no sólo fue impresor sino autor también en prosa y en verso. Obdulio Perea (1836-1870), alternó el desempeño de cargos en la vida pública vitoriana con su actividad en el Ateneo y su autoría de coplas, artículos, incluso dramas. Un popular personaje fue Miguel Guillot, redactor de La Revista Vascongada. Daniel Ramón de Arrese (?-1891), catedrático de árabe en la Universidad Libre de Vitoria y, luego, en la Universidad de Sevilla, escritor, periodista, fundador de El Alabés. Merece mención también Juan María Eguren (-1880), pedagogo, autor de varios métodos para enseñar castellano a los euskaldunes y de un Diccionario vasco-castellano.

Francisco Juan de Ayala (1824-1907), director de la Revista Vascongada y articulista. José Colá y Goiti (1841-1924), periodista y cronista honorario de la ciudad. Manuel Díaz de Arcaya (1841-1916), autor literario y cronista de Álava. Ricardo Becerro de Bengoa (1845-1902), escritor, promotor, articulista incansable, cronista de Vitoria, parlamentario. Julián Apraiz Sáenz de ElBurgo (1848-1910), fue catedrático de la Universidad libre de Vitoria, publicista y destacado cervantista. Su hermano Odón Apraiz (1850-1919) alternó el periodismo con la política y los negocios. Federico de Baraibar (1851-1918), lexicólogo notable y traductor de lenguas clásicas. Eulogio Serdán (1853-1929), catedrático de Instituto, posee una amplia labor periodística; como cronista de Álava y Vitoria su aportación es fundamental.

Eduardo de Velasco (1853-1920), político, promotor cultural, publicista, impulsó el nacimiento de Eusko Ikaskuntza y dió a la imprenta varios libros de tipo histórico, económico y de teoría política. Manuel Iradier (1854-1911), célebre explorador, escribió relatos de sus exploraciones y colaboró en las revistas alavesas. José Roure (1854-1909), colaborador de numerosas publicaciones y autor de cuentos y cuadros de género. Vicente González de Echávarri (1859-1917), médico, historiador, autor de Alaveses Ilustres. Apolinar Federico Gredilla (1859-1919), autor de libros relacionados con su profesión botánica. Teodoro de Iradier (1868-1940), militar, autor de obras relacionadas con su carrera. Raimundo Olavide (1869-1942), euskaldunberri, autor de títulos propios y de traducciones, entre las más importantes, la de los Antiguo y Nuevo Testamento (Biblia y Evangelios).

Herminio Madinaveitia (1867-1943), catedrático de instituto en su ciudad natal, autor de novelas y poemas, artículos, etc. José María González de Echávarri (1875-1950), catedrático, escritor y político, autor de numerosos trabajos de tipo jurídico y religioso y fundador de periódicos. Julián Arbulo Alberdi (1877-?), publicista, libretista y bohemio. Jesús Izarra (1880-1967), autor de varios libros sobre cuestiones vitorianas. María de Maeztu (1882-1948), pedagoga, conferenciante, promotora, pensadora, fundadora de la Residencia Internacional de Señoritas, su obra está dispersa en publicaciones especializadas aunque también aparece en forma de media docena de libros reveladores. Ramiro de Maeztu (1874-1936), el gran teórico de la Hispanidad, fue, amén de pensador y escritor, corresponsal de guerra (I Guerra) y parlamentario (II República). Menos conocido como escritor fue su hermano, el pintor Gustavo de Maeztu (1887-1947).

Luis Olariaga (1885-1976), catedrático de economía, dedicó a este tema varios títulos. Ángel de Apraiz (1885-1956), catedrático de Literatura y Arte, publicista y promotor cultural, fue el Secretario insustituible de Eusko Ikaskuntza en el período de la preguerra. Un hermano, Odón Apraiz (1896-1984), destacó en el campo historiográfico y filológico; otro, Emilio Apraiz (1906-1975), arquitecto, fue publicista y conferenciante; un tercero, Ricardo Apraiz (1898-1968), archivero, escribió sobre diversos temas histórico-literarios y taurinos.

Florencio Amador Carrandi (1888-1963), vitoriano, desarrolló su actividad archivística en Vizcaya. Miguel Fernández Dans, político y escritor sobre temas sociales. Enrique Eguren (1888-1944), catedrático y arqueólogo, uno de los pilares de la antropología física vasca y autor también de títulos de tipo filosófico. Tomás Alfaro Fournier (1892-1965), nacido en Valladolid pero vivió, desde su niñez en Vitoria. Es el cronista, por excelencia de la ciudad. Gerardo López de Guereñu (1904-1992), folklorista, académico de Euskaltzaindia, su producción ha sido incansable. Ernestina de Champourcin (1905-1999), vibrante y rotunda poetisa de la generación del 27 que no ha cesado de producir belleza, tanto en la preguerra como en su exilio mejicano y vuelta a su país: poesía, novela, antologías literarias, etc.

Jesús Enciso Viana (1906-1964), prelado, especialista en estudios bíblicos. Rafael López de Munain (1906-1981), franciscano, ejerce la docencia en la Pontificia de Salamanca publicando sobre temas filosóficos. Francisco Javier Landáburu (1907-1963) emerge en el mundo cultural y político a través de su actividad periodística y como socio de Eusko Ikaskuntza; su La causa del Pueblo Vasco (1956) es considerado como renovador de la teoría del nacionalismo vasco. Felipe García de Alvéniz (1909), periodista y director de varios periódicos. Venancio del Val (1911-2004), periodista y cronista de la ciudad natal y de Álava en general. Carmelo Sáenz de Santa María (1913), fundador de la Facultad de Filosofía de Deusto, americanista y autor de una historia de su Universidad.

José Luis Azcárraga (1918-1985) autor de diversos títulos sobre derecho internacional. Micaela Portilla (1922-2005), pedagoga e historiadora de sólida formación científica, autora de importantes títulos, bajo cuya supervisión el patrimonio monumental de Álava ha sido investigado profundamente. Ignacio Aldecoa (1925-1969) excelente narrador de relatos, en especial cortos, dentro de lo que se denominó literatura social española de la postguerra, desencantada y contenida (la "épica del perdedor"), como no podía ser de otra forma. La Diputación alavesa otorga anualmente un Premio en su honor.

Armando Llanos (1935), arqueólogo, autor de múltiples estudios y publicaciones referentes a su profesión. Juan Manuel López de Juan Abad (1942-1999), especialista en temas socioeconómicos y de ordenación territorial. Henrike Knörr (1947-2008) nace en Tarragona pero reside en Gasteiz desde los seis años; su actividad cultural y euskerista ha sido fundamental en la ciudad tanto desde Euskaltzaindia y la UPV-EHU. Su hermano Gorka Knörr (1950), escritor, fue más conocido como cantautor. Josemari Vélez de Mendizabal (1949) compatibiliza múltiples actividades empresariales y administrativas con el quehacer literario y científico en lengua vasca (2º Premio Ciudad de Irún, 1977). Rikardo Arregi Díaz de Heredia (1958-), poeta en euskera, premio de la Crítica 1994 con Hari hauskorrak (Hilos quebradizos), Iñaki Ortubai (1961-), librero y literato (Premio "Pío Baroja") y Ana Arregi (1969-), escritora en castellano y euskera (Duelos y quebrantos, junto con Joserra Melguizo) forman parte de la generación más joven.

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