Villes

Sara

Los magdalenienses se refugiaron en las cuevas de Huriola Harria, hoy en día acondicionadas para dar a conocer diversas curiosidades geológicas, osamentas, instrumentos prehistóricos.

Cuenta con un túmulo protohistórico, un campamento atrincherado y fortificaciones napoleónicas por encima del puerto de Saint-Ignace (I MH-2003).

Casas laburdinas antiguas, algunas con preciosos lorios (porches), en los barrios de Istillart, Ihalar, Lehenbiscay. La Casa Museo Ortillopiz, construida por un armador y agricultor, conserva la distribución interior de los siglos XVIII y XIX. En la casa Ihartze Artea (I. MH-2003) se han descubierto pinturas murales, cuya atribución a A. Arteta parece dudosa.

Casas Torre, a veces Nobles: Ibarla (siglo XVI) Haranburua (1685), con dos torres y una capilla del siglo XVIII.

En el burgo, la Casa Consistorial con sus cinco arcadas data del siglo XVII, pero la plaza con su frontón no fue acondicionada hasta el siglo XIX. El Monumento a los Muertos, de Maxime Réal del Sarte, está a la espera de ser declarado monumento histórico.

El pequeño tren de la Rhune, que ha cumplido ya más de cien años, sube hasta la cumbre y es muy famoso (I. MH-2003).

La Iglesia Saint-Martin (San Martín), de estilo laburdino (I. MH-1982) se ha beneficiado de la reconstrucción del campanario-porche cuadrado, destruido por las llamas en 2005. Destacan el púlpito, con sus paneles pintados, uno de ellos representando a San Isidro sembrando sus tierras; su Cristo medieval de pequeño tamaño; la tumba de Pedro de Axular, cura de Sara y gran escritor vasco del siglo XVII, cuya piedra funeraria fue pagada por Antoine d'Abbadie. El autor del epitafio es el Príncipe Luciano Bonaparte, fundador de la vascología.

Elementos característicos de Sara: las doce capillas y oratorios (I. MH -2003). Eran quince antaño y cada una dependía de una casa, que era la encargada de su mantenimiento (el propietario no podía ni vender ni destruir la capilla). Dichas capillas unían las casas al centro del pueblo, por medio de calzadas o elizabidea adoquinadas, cruzando el río por pequeños puentes de piedra en forma de arco, mal llamados puentes romanos. Algunas de esas capillas están adornadas con esculturas o pinturas.

MCB 2007