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Real Sociedad de San Sebastián

La fama de equipo ascensor -referencia a sus constantes subidas y bajadas de categoría- comenzó a fraguarse en los años siguientes. Así, en la temporada 1941-42 la Real no pudo mantener la categoría y concluyó el campeonato como farolillo rojo. Sin embargo la parada del 'ascensor' en el piso de Segunda fue breve y al año siguiente los donostiarras volvieron a Primera de la mano de Benito Díaz. En esta ocasión tras imponerse en su grupo, la Real superó en la liguilla final a Valladolid, Sporting, Ceuta y Jerez y junto con el Sabadell consiguió el ascenso.

Pero nuevamente en la temporada 1943-44 el equipo donostiarra perdió la categoría y en esta ocasión la estancia en Segunda se iba a prolongar durante las dos temporadas siguientes.

Hubo pues que esperar a la temporada 1946-47 para vivir un nuevo ascenso. Tras unos inicios dubitativos la Real permaneció durante casi toda la temporada en la tercera plaza que daba derecho a jugar la promoción de ascenso. Sin embargo, en las últimas jornadas se vio relegada a la cuarta posición que la hubiera dejado de nuevo en Segunda pero dos victorias consecutivas, frente al Betis en Sevilla y frente al Mallorca en casa devolvieron el tercer puesto al equipo donostiarra. La promoción enfrentó a Real y Murcia. La Real se impuso 2-0 con goles de Castivia y Campos logrando de esta manera el ascenso.

La temporada 1947-48 trajo un nuevo descenso ya que la Real terminó la Liga en penúltima posición. Paradójicamente el papel en la Copa fue muy bueno. La Real eliminó a Atlético Zaragoza, Sabadell, Tarragona y Valencia antes de caer frente al Sevilla en semifinales.

La siguiente temporada comenzó de manera atípica ya que las obras de remodelación de Atotxa hicieron que la Real comenzará la campaña con tres partidos consecutivos como visitante. Los tres partidos acabaron en derrota y los augurios eran negativos, pero el equipo se rehizo y entabló a lo largo del campeonato una dura pugna con Málaga y Granada. Los tres conjuntos llegaron empatados a la última jornada con la Real en primera posición gracias a la diferencia de goles entre ellos. La victoria donostiarra en su visita al Mestalla permitió mantener el liderato y ascender de nuevo a Primera.

Durante toda esta década las dificultades económicas fueron una constante y constituyeron un lastre para mejorar el rendimiento deportivo. El problema de fondo era la imposibilidad de competir con las ofertas que otros equipos hacían a los jugadores de mayor nivel lo que traía consigo su marcha y en consecuencia la perdida de poder competitivo. Hubo que esperar a que las obras de remodelación de Atotxa en 1948 permitieran incrementar el número de socios, y consiguientemente los ingresos, para que el club alcanzara cierta estabilidad.