Villes

PERALTA

Entre señorío y realengo. En 1423, Carlos III, al crear el principado de Viana, incluye entre las tierras instituidas para su nieto Carlos, Peralta y Corella, mandando, según Yanguas, que se titulase señor de ambas villas. En 1430 Juan II da el pueblo de Peralta, como señorío perpetuo y hereditario, a Mosén Pierres de Peralta. La reina doña Blanca declara en su testamento en 1439 que si Mosén Pierres y su hijo morían sin descendencia, debía la villa volver a la Corona. Con esta donación, Peralta se convierte en señorío hereditario. En 1469, a instancias de la población peraltesa, se intentó, sin éxito, reintegrarlo a la Corona. El señorío de los marqueses de Falces duró hasta la extinción de las jurisdicciones señoriales en 1814. A partir de 1834, Peralta se constituye en ayuntamiento de régimen común.