Concept

Minueto - Alkate Soinua

Todo esto, sin embargo, no tiene gran relación con Vasconia. Juan Antonio Urbeltz (1989:93-97) demostró que uno de los minuetos conservados más antiguos, compuesto por Jean Baptiste Lully, tiene un gran parecido con la conocida canción vasca Idiarena, y por supuesto, determinados compositores vascos compusieron también minuetos. Como baile, claro está, también se practicó en Vasconia, y se enseñó a los jóvenes de familias ilustradas de clase alta en el Seminario de Vergara. Con todo, su interpretación debía de ser habitual en el medio vasco, ya que si no no se explica cómo Iztueta abre su famoso libro Gipuzkoako dantza gogoangarriak precisamente llamando al minueto alcate soñua (1824:48). En ese famoso comienzo, en efecto, aplica nombres en vascuence a las danzas más corrientes de la época. A pesar de que, en sus palabras, se trataba de los nombres muy adecuados y propios que tenían antes, lo cierto es que todos ellos (asieraco zortzicoa, "zortzikos de comienzo", saltocacoa, "de saltos", andre-en deieco soñua, "melodía de llamar a la danza a las señoras", vizcai soñua, "melodía vizcaína", saltarinchoa, "pequeño saltarín") difícilmente se encuentran fuera de este libro, siendo precisamente la única excepción ésta de Alkate soinua.

Por lo que parece, Iztueta diferencia estos dos géneros. Si seguimos su narrativa, las antiguas danzas vascas se estaban perdiendo. Por eso Hoy en día no se encuentra en Guipúzcoa entre todos los ruidosos tamborileros jóvenes uno solo que sepa qué es el alkate soñua o un saltarincho (1824:110). Por ello, como explica apenas unas líneas más tarde, Al ir a dar la alborada, se presentarán en silencio en la puerta de la casa: donde empezarán un minué de Inglaterra, y terminarán con un vals de Francia.

Sin embargo, a menudo en su libro términos que él mismo considera como sinónimos se utilizan de modos distintos: las palabras en vascuence se utilizan para designar a los bailes vascos antiguos y honestos, y los términos en otros idiomas para las danzas extranjeras y sucias. Por ello, no podemos estar seguros de que el minueto y el alkate-soinua fueran dos géneros diferentes en tiempos de Iztueta. En su cuaderno de melodías, con todo, y a diferencia de lo que ocurre en otros muchos casos, Iztueta y Albéniz nos dejaron un alkate soinua (1826:46-47). El ejemplo es curioso si lo comparamos con otros minuetos conocidos: en compás de 3/4, la melodía es muy cantable y las frases, y esto sí que es extraño, no son de ocho, doce o dieciséis compases, sino de diez. El también es servil, y no sería para nada raro que el propio Iztueta fuera su autor (Ormaechea 1931), siendo su objetivo que (1824:62)

Al escuchar esta respetuosa y señalada melodía, toda la gente que se encuentra en la plaza se acuerda del fuerte poder que el jefe del pueblo posee en el nombre del rey y de Dios.

He aquí el texto completo:

Señor Alcalde, en vos / reconocemos a la autoridad. / Quisiéramos divertirnos / si a vos os complaciera, / honestamente. / Sin hacer mal a nadie / para no provocarme pesar: / podéis entreteneos en paz / para alegrar al pueblo.

No tenemos, por desgracia, otras partituras de minuetos pertenecientes a tamborileros de esta época. Sin embargo, está bastante claro, como hace Aurelio Sagaseta (Huici, Martinena eta Sagaseta 1987), que el minueto que actualmente se interpreta el día de San Francisco Javier al salir del templo la Diputación de Navarra -hoy Gobierno- puede considerarse como perteneciente al estilo galante de mediados del siglo XVIII. Sus dos frases son cuadradas y de dieciséis compases, siendo la segunda un trio y termina con la repetición de la primera frase. Esta partitura, llamada Marcha y Minueto para la entrada del Reyno, supone por tanto el más alto exponente de la utilización del minueto en Vasconia con fines protocolarios. Y si por un lado este hecho puede ser comprensible, especialmente si reparamos en el carácter aristocrático del minueto, por otro lado es muy curiosa su pervivencia entre nosotros, ya que no ocurre entre los demás pueblos de Europa.