Lexique

MENDIGOIZALE

Su expansión y división en la II República. Los años treinta constituyen la época dorada del movimiento mendigoizale, que alcanza un gran desarrollo orgánico, en su doble faceta propagandista y de choque, contando con decenas de grupos y miles de seguidores por gran parte de la geografía vasca. Pero también desde 1934 este sector se fragmenta al protagonizar buena parte de él la última escisión del PNV antes de la Guerra Civil: la de Jagi-Jagi. Aunque Acción Nacionalista Vasca (ANV), pequeño partido de izquierda moderada nacido en 1930, tiene montañeros en Bilbao ("Mendigoizale Euzko Ekintza"), Baracaldo ("Mendigoizale Euzkotarra") y otras localidades, casi todos los mendigoizales se vinculan al nuevo PNV (reunificación de Comunión y Aberri en 1930) y constituyen, con las juventudes y las mujeres (emakumes), uno de los organismos sectoriales más numerosos y con mayor capacidad de movilización de los muchos que conforman dicho partido-comunidad en esos años.

Desde el advenimiento de la República en abril de 1931 , el movimiento mendigoizale resurge y se reorganiza en federaciones. La primera y más poderosa es la de Vizcaya, que celebra su asamblea fundacional el 24 de mayo de 1931 en la cumbre del Bezaide con asistencia de más de mil montañeros y más de cuarenta grupos. En ella se aprueba su reglamento, se nombra su junta directiva (presidida por el "Mendigoxale Aberri" de Bilbao) y se reconoce a las autoridades del PNV (si bien no todos sus miembros estaban afiliados a éste). "Bizkaiko Mendigoxale Batza" (BMB) cuenta con grupos en casi todos los pueblos de Vizcaya, cinco de ellos pertenecientes a la Juventud Vasca de Bilbao ("Bilbotarra Bazkuna", "Irrintzi Bazkuna", "Beti Azke", "Abertzaliak" y "Aberri"). También tiene gran auge en Guipúzcoa, cuya Federación se constituye el 30 de agosto de 1931 en Itziar y la preside en 1931 el orador euskérico Carlos de Linazasoro ("Altzeta"). La Federación Alavesa se forma en octubre de 1932 con diez grupos (dos de Vitoria) y su primer presidente es Pedro Repáraz. En Navarra el movimiento nacionalista tiene escasa fuerza, pero también cuenta con algunos grupos, como el "Euzkotarra" de Pamplona (constituido en abril de 1932). Las cuatro Federaciones provinciales se integran en el "Euzkadi Mendigoxale Batza" (EMB), bajo la presidencia de Cándido Arregui.

De su rápido crecimiento dan idea estas cifras: el 30 de agosto de 1931, entre mil y tres mil mendigoizales guipuzcoanos (según testimonios del general Orgaz y de Aguirre, respectivamente) desfilan en perfecta formación por las calles de Deva, y el 27 de marzo de 1932, cinco mil participan en el primer Aberri Eguna celebrado en Bilbao. Anualmente, varios miles se reúnen en sus visitas a la tumba de Sabino en Pedernales, en sus excursiones a San Miguel de Aralar, patrono del PNV (origen histórico del Alderdi Eguna), y en los sucesivos días de la patria vasca conmemorados por el PNV.

Aunque la prensa nacionalista (ni siquiera la del propio Mendigoizale) apenas proporciona datos sobre su organización interna y su actuación, es indudable que entonces, junto a su intensa labor de proselitismo, se estructura de forma paramilitar (defensiva, según el jagi-jagi Trifón Echebarría), siendo los grupos juveniles de choque del PNV, que disponen de algunas armas y se enfrentan violentamente a sus enemigos políticos, en especial a los socialistas en Bilbao, la margen izquierda del Nervión y las Encartaciones durante el primer bienio republicano ( 1931- 33). En frecuentes choques armados varios mendigoizales caen heridos y algunos muertos (caso de los jefes de Sopuerta y Sodupe en el verano de 1933). En cambio, mantienen buenas relaciones con los comunistas vascos, que en 1935 les proponen formar un "bloque popular antifascista y antiimperialista". También se hallan en contacto con grupos nacionalistas radicales de otros países, como el catalán "Nosaltres Sols", el Partido Nacional Bretón ("Breiz Atao") y el irlandés "Sinn Fein", al que algunos consideran un ejemplo a imitar.

De febrero a julio de 1932, el BMB editó en Bilbao el semanario Mendigoxale, de carácter interno y propagandístico, en el que se publicaron varios artículos en apoyo del Estatuto vasco. Mucha mayor importancia ideológica y política, con un tono mucho más virulento, tuvo el semanario Jagi-Jagi, aparecido en Bilbao en septiembre de 1932 también como portavoz de la Federación Vizcaína de Mendigoizales y destinado a la formación de la juventud nacionalista en la ortodoxia del ideario sabiniano. Dirigido por Angel Aguirreche y Cándido Arregui, fue una clara continuación del periódico Aberri, con el que tuvo en común el mismo ideólogo principal: Elías Gallastegui ("Gudari"), disconforme con la política estatutista de la dirección y los diputados del PNV.

En su primer año de vida, debido a su independentismo radical y a su absoluto rechazo de todo régimen español (tanto republicano como monárquico), Jagi-Jagi fue muy perseguido por los gobernadores civiles de Vizcaya con continuas multas, recogidas policiales de sus números y detenciones de sus redactores. Esta persecución gubernativa, lejos de acabar con él, contribuyó a aumentar su popularidad y su tirada, que llegó a alcanzar hasta veinte o veinticinco mil ejemplares en 1933. El espíritu jagi-jagi ensalzaba el sufrimiento por la patria, pues lo creía necesario para lograr la independencia: "los mendigoxales de Euzkadi, ansiamos la prisión (...). Estamos dispuestos a sufrir los mayores martirios, (...) a derramar nuestra sangre en las celdas o donde sea preciso, con tal (de) conseguir la libertad absoluta de nuestra patria única y exclusiva, Euzkadi". La represión servía para incrementar las filas independentistas entre las bases del PNV (M. Sota: "Todo nacionalismo verdadero precisa de aceptar la persecución para crecer") y apartarlas de la vía autonómica abierta por la República ("Lauaxeta": "ya no nos interesan las vanas promesas de un miserable Estatuto, que lo despreciamos, por ser una merma de nuestras aspiraciones"). Además, la existencia de presos era motivo de movilizaciones nacionalistas: así, el famoso Idiakez, convertido en "símbolo de la patria", que fue propuesto por Jagi-Jagi como cabeza de la lista del PNV por Guipúzcoa en las elecciones legislativas de 1933 para sacarle de la cárcel.

Este semanario de los mendigoizales vizcaínos creó también problemas a las autoridades del PNV, que se agravaron a finales de 1933 y dieron lugar a su separación en 1934. Hubo diversos motivos, unos referidos a Jagi-Jagi y otros que afectaban sobre todo a Elías Gallastegui. Entre estos últimos cabe señalar su campaña contra AVASC (organismo de adoctrinamiento cristiano y patronal a los obreros vascos en el que figuraban dirigentes jelkides y no nacionalistas), que dio lugar a una controversia con José Antonio Aguirre (primer presidente de AVASC); su dura réplica al folleto de Jemein Sólo JEL basta (dedicado a los mendigoizales), en el que este antiguo líder aberriano condenaba la política de Frente Nacional Vasco (alianza del PNV y ANV) preconizada por "Gudari" desde Jagi-Jagi, polémica que fue cortada por el BBB, y la publicación de su libro Por la libertad vasca (recopilación de sus artículos en Aberri), que fue denunciado al tribunal de justicia del PNV por Ramírez de Olano (director del diario Euzkadi) y otros ex-comunionistas. A finales de diciembre de 1933, se dio de baja del PNV Gallastegui, junto con su amigo Manuel de la Sota ("Txanka"). Jagi-Jagi continuó saliendo un mes más, pero ya en abierta disidencia con respecto al Partido y a su órgano oficial Euzkadi. Si antes se había negado a hacer campaña en pro del Estatuto de autonomía, ahora criticó duramente la política de colaboración con la República española de la minoría nacionalista vasca en las Cortes (su visita al presidente Alcalá Zamora).

En enero de 1934, la ruptura se consumó en las largas y tensas asambleas de las Juntas Municipales de Bilbao-Abando, en las que el ex-comunionista Federico Zabala atacó a Gallastegui, que fue defendido por Aguirreche y otros jagi-jagis, quienes abandonaron el Partido (sólo se fueron treinta y tres, según el aberriano Lezo de Urreztieta). En PNV exigió, para seguir tirando el semanario en sus talleres, que se sometiese a la censura previa del BBB. Al negarse a ello, Jagi-Jagi tuvo que recurrir a la imprenta Rementería para su edición. Cuando reapareció en mayo de 1934 (en lo que consideramos su segunda época, aunque continuase la numeración de la primera), se hallaba ya como resaltó Euzkadi totalmente al margen del PNV, el cual prohibió a sus afiliados colaborar en el citado semanario. Con Jagi-Jagi se separó también del PNV la Federación Vizcaína de Mendigoizales, de la que aquél continuó siendo su portavoz. Como había sucedido con Aberri en 1921 , este nuevo cisma aberriano se desarrolló principalmente en Vizcaya, si bien también afectó al Mendigoizale guipuzcoano. En el resto de Euskadi, Jagi-Jagi tuvo contados seguidores, que en Álava optaron por mantenerse en el seno del PNV, lo cual provocó tensiones internas. Varios redactores de su primera etapa dejaron de escribir en la segunda y pasaron a criticarle: tal fue el caso de Basaldua y "Lauaxeta", quienes en el verano de 1934 dirigieron un nuevo semanario Aberri del PNV, destinado a competir con Jagi-Jagi por el control de la juventud nacionalista.

La escisión del BMB obligó al PNV a reorganizar su sector de los montañeros en Vizcaya y Guipúzcoa, creando el "Mendigoxale Aberkoi Batza" a finales de 1935 y el "Gipuzko Mendizale Batza" en abril de 1936. La radicalización política de los mendigoizales del Jagi se constata por su participación (al igual que algunos de ANV) en la revolución obrera de octubre de 1934 en Vizcaya, por lo que fueron encarcelados sus dirigentes Aguirreche y Cándido Arregui. Ante las elecciones legislativas de 1936, el BMB relanzó la consigna de constituir el Frente Nacional Vasco pro-independencia, para lo que propuso unas bases al PNV, ANV y STV, pero ninguno de éstos aceptó esa alianza electoral. En ellas propugnaba que los diputados nacionalistas no acudiesen a las Cortes o, si lo hacían, fuesen sólo para reclamar la independencia de Euskadi. Al fracasar su propuesta, Jagi- Jagi optó por la abstención en los comicios.

De febrero a julio de 1936, el órgano de los mendigoizales (cuya tirada había descendido a unos cinco mil ejemplares, ya sin el acicate de la persecución policial) polemizó con ANV, por su alianza con el Frente Popular, y, sobre todo, con el PNV, a cuyos diputados acusaba de "colaboracionismo" con España (al votar a Azaña como presidente de la República), a cambio de la consecución del Estatuto. Como argumento de autoridad, Jagi-Jagi publicó una carta de Luis Arana en la que el hermano de Sabino criticaba la actitud de la minoría parlamentaria del PNV. Este sacó de nuevo el semanario Bizkaitarra para contestar con dureza a las acusaciones de Jagi- Jagi. El estallido de la Guerra Civil terminó con su polémica virulenta y con la vida de ambos semanarios jelkides. En la cuestión social, Jagi-Jagi se distanció también del PNV por su posicionamiento anticapitalista, sin que ello supusiese la asunción de planteamientos socialistas o marxistas. Sobre esto escribió habitualmente en la segunda época Trifón Echebarría ("Etarte"), cuya consigna era "capital sí, capitalismo no". En la primavera de 1936, los mendigoizales celebraron varios mítines en Vizcaya y Guipúzcoa y fundaron el centro de estudios "Pizkundia" en Bilbao, en el que se impartían conferencias nacionalistas. En concordancia con ello, Jagi- Jagi apuntaba la posibilidad de convertirse en partido político. Pero la guerra llegó antes.