Concept

Matxinadas

A pesar de no estar entre las tradicionales machinadas, este acontecimiento ocurrido en Vitoria ejemplifica perfectamente la ruptura social que se estaba produciendo en la sociedad vasca. Entre 1738 y 1748 se produjo un enfrentamiento entre el pueblo llano y las oligarquías de Vitoria. A finales de marzo de 1738 los habitantes de las 21 vecindades de Vitoria enviaron una lista de demandas a los gobernantes de la ciudad. La Compañía de Jesús quería erigir un colegio en ella, pero la mayoría de sus habitantes y el clero secular estaban en contra. No era ninguna novedad, puesto que los jesuítas lo llevaban intentando desde el siglo XVI. Sin embargo, en esta ocasión contaban con el apoyo de la nobleza y, por medio de ciertos subterfugios, lograron asentarse.

De todas formas, el levantamiento tenía también otras causas. Por un lado, detrás de la protesta estaban los mercaderes que, más que desplazar a la nobleza del poder, lo que pretendían era compartirlo con ella. La burguesía, a fin de proteger sus negocios e intereses, pretendía dominar el gobierno local, más aún visto cómo podían perjudicarles las medidas que los Borbones pretendían imponer en su tradicional sistema comercial, vinculado esencialmente al hierro y la lana. Las disputas entre Bilbao y Santander, entre 1738 y 1742, pusieron a Vitoria entre la espada y la pared. El ministro José Patiño quiso impulsar los caminos directos entre Burgos-Santander y Bilbao-Balmaseda u Orduña, marginando así a Vitoria. Finalmente, entre 1742 y 1748 la burguesía de Vitoria consiguió controlar el poder concejil, aunque por un corto lapso de tiempo. Por otro lado, el pueblo vertía numerosas acusaciones sobre los mandatarios: aumento de impuestos, malversación de fondos públicos y fraude electoral. En cualquier caso, se impulsaron medidas importantes para el futuro: se redactaron nuevas ordenanzas y se estableció un nuevo arancel sobre los productos que cruzaban Vitoria.