Villes

MARKINA-XEMEIN

Iglesia de la Asunción de Xemein (población que unieron al municipio de Markina en 1952). Construida de nueva planta, como iglesia-salón, en el mismo solar, probablemente del templo antiguo, ya que no quedan restos. Se comienza a principios del s. XVI y se termina en el XVII, momento en que se añaden la sacristía, el coro y la torre. Planta rectangular de grandes dimensiones, con nave central y laterales separadas por seis gruesas columnas, que crean cuatro tramos. Abside rectangular. En alzado, constituye un volumen compacto sin escalonamientos, por colocar las naves laterales a la misma altura, lo que además facilita una mayor luminosidad en la iglesia, al poderse abrir vanos en el muro. Aun con esta posibilidad, los pequeños vanos abiertos no dan la claridad ambiental que podía tener. La cubierta, realizada hacia mediados de siglo por Juan de Emasabel, es de crucería compleja a base de combados, excepto en el ábside. Los nervios de estas decorativas bóvedas con claves, recaen directamente en las columnas sin capitel. Los arcos fajones y torales son apuntados. Los muros, en el interior tienen un buen enfoscado imitando sillería almohadillada, que realizó Luis Falchola. Al macizo exterior, se adosan unos gruesos contrafuertes escalonados y la sacristía, hacia l611 , con planta cuadrada y cubierta de Lucas de Longa, que hoy ha perdido. La torre fue construida por Urízar-Zabala y su campanario por Martín Ibáñez de Zalbidea, de dos pisos, realizados en material de arenisco, que contrasta con el resto de la fábrica. Se corona con chapitel metálico y cruz. La iglesia posee dos entradas, la de los pies, menos utilizada y más sencilla estilísticamente, y el lateral con pórtico, colocado entre dos contrafuertes, de mayor uso e interés por poseer elementos góticos. El hueco es geminado, con dos arcos escarzanos y tímpano sin decorar. Las ménsulas van historiadas y hay restos de decoración vegetal. Un rico mobiliario se guarda en la iglesia. Del lado del Evangelio, dos emblemas de la familia Mugártegui y de los Peñaflorida, cobijados en dos lucillos iguales. Una capilla con sepulturas en cripta, llamada de Gaytán de Ayala, lleva reja moderna pero realizada según modelos manieristas y la imagen moderna también de la titular, la Virgen del Pilar. Retablo de pintura de la primera mitad del s. XVIII, que consta de banco, cuerpo y ático, como el que se coloca al lado de traza clasicista con columnas de fuste serpeado corintias que enmarcan la imagen del Sagrado Corazón. Data de 1659, como su colateral dedicado a la Virgen del Rosario, imagen moderna, que lo preside, colocada sobre una magnífica peana clasicista. Hay además en este lado: un retablo de pintura barroco, otro renacentista de fines del XVI en una de las capillas, un lienzo de San Pío X, una imagen de Cristo moderna y la cancela del ingreso principal. Una verja de comienzos del XIX, con águilas doradas suspendidas, da paso a la cabecera presidida por un inmenso retablo de factura manierista, esculpido entre Diego Ruiz y los Beaugrant. Consta de cinco pisos articulados en tres calles y cuatro entrecalles por columnas de órdenes clásicos y sus alto relieves y bultos versan sobre la infancia y pasión del Señor. Las cajas donde se albergan las representaciones, se coronan con veneras. En la calle central, el bulto de Nuestra Señora de Xemein con ornato barroco, y en lo alto la Asunción. En el ático, un calvario. En el bajo coro, con reja barroca de varales salomónicos, se halla una pila bautismal, también barroca, al igual que una escultura de María, y un Crucificado manierista. El antepecho del coro alto utiliza madera y hierro y fue realizada su forja por Antonio de Elorza a fines del s. XVII. La sillería es del s. XIX y la mazonería del órgano neogótica. En la sacristía se guardan varios lienzos barrocos, esculturas de este mismo período, manieristas y una cajonería de 1772 y algunas piezas de orfebrería. Varias piezas se trasladaron al Museo Diocesano y otros lugares. Como uno de los mejores ejemplares de tipología «hallenkirche», ha sido declarada Monumento Nacional de Euskadi, al igual que la Colegiata de Zenarruza, situada a pocos kilómetros de la villa en un alto, cercano a la Puebla de Bolívar, constituía un polígono irregular de edificios ordenados en tomo a un patio central. Tras el incendio de 1954, perdió parte de las dependencias, como el hospital, las casas de colonos, casa nueva del abad. Antes de que se produjera éste, su estado era deplorable debido a la baja asignación que tenía al haber perdido en 1851 su consideración de colegiata y pasar a ser sólo parroquia. Hoy sin embargo, gracias a las numerosas restauraciones, vuelve a recobrar al menos su valor artístico un edificio que se cita ya en el s. XI, aunque de este momento no quede ningún resto arquitectónico. Planta de una sola nave de dos tramos desiguales y ábside ochavado, realizada seguramente en el s. XV, a la que en época renacentista se añadirán dos capillas por el lado del Evangelio. En el piso, se conservan sepulturas. Los soportes son mediopilares adosados al muro, con fustes a su alrededor sobre plintos poligonales, y columnas acodilladas en el ábside. Ambos llevan un anillo moldurado con diferentes motivos decorativos a modo de capitel. Sobre los arcos fajones y formeros de sección apuntada, van las distintas bóvedas de crucería cruzadas en el centro por un nervio espinazo. La del primer tramo de contraterceletes y la otra, sobre la base de un tercelete y unos nervios rectos, forma un ligero octógono, con claves decoradas. En el ábside, bóveda radiada de interesante traza. Las bóvedas del sotocoro son de ladrillo. Sus claves llevan blasones. En la macicez de estos muros de sillar al exterior y mampostería al interior, se abren vanos de diferentes tipos, rectangulares, ojivales, óculos en el ábside, etc. La portada principal está en el muro sur y es abocinada con molduras en las jambas que se continúan a las arquivoltas y apuntado. Entre el arco escarzano, de la puerta y el ojival, hay un tímpano con iconografía muy arcaica representando al Salvador sedente con dos ángeles músicos a los lados. Va protegida por un pórtico, que se extiende en todo este lado, construido en 1570 por maese Pedro de Orma. Los elementos sustentantes (pies derechos y tirantes) son de madera, decorados algunos con motivos geométricos. Recaen en un muro de mampostería con remate de piedra arenisca, que cierra el espacio. En este mismo lado se conserva el único arbotante del edificio. En la parte norte se levanta la torre, construida a comienzos del s. XVI, con arcos apuntados en sus vanos. Corona una espadaña con medios puntos para las campanas. Es hueca para cobijar la capilla de San Miguel, de planta rectangular y bóveda de terceletes, abierta a la iglesia mediante un bello arco ligeramente apuntado con baquetones. La sacristía, de comienzos del s. XVII, se hace detrás del ábside, con bóveda de crucería que hoy ha sido reconstruida. A los pies, se encuentra el claustro trazado por Miguel de Bolívar y ejecutado por Juan de Olate. Cuadrado, con dos plantas, la baja lleva arcos de medio punto que recaen en columnas de fuste liso. Entre éstos, hay medallones con cruces florenzanas y conchas, que se repiten con la misma disposición en la parte alta entre los arcos rebajados. Algunas obras, propiedad de la parroquia, han sido trasladadas al Museo Diocesano, como la talla de San Miguel del s. XV, de la capilla de su nombre y el grupo escultórico del abad Yrusta y un peregrino. Al fondo de la capilla de San Miguel, el escudo de la casa Múxica, y sobre el altar un cuadro de comienzos del XVIII, de San Francisco Javier. En la capilla del abad Yrusta, bonita reja plateresca a base de balaustres y el retablo del Descendimiento, de mediados del XVI, con relieve central, que se encuentra hoy en Derio, al igual que el grupo que adornaba el nicho sepulcral del abad, con arco de medio punto casetonado y escudo del fundador en la pared. Lleva también varias inscripciones. El retablo mayor consta de banco barroco, que contrasta con el resto del s. XVI, la predela, dos pisos y ático, articulados en tres calles por medio de pilastras y columnas compuestas. Centra el banco el sagrario de Pedro de Mazaga y a los lados se colocan, bajo arcos de medio punto, dos tallas. En la predela relieves con figuras de medio cuerpo. Los dos pisos llevan tablas en las calles laterales, y en el centro la Virgen de Zenarruza de fines del XIV o algo posterior y encima el alto relieve de la Asunción. Remata el clásico calvario. Sus autores son maese Juan, el pintor maese Francisco y maese Anse, que hace los angelillos, abundantes en la decoración del retablo. A los lados se colocan dos pequeños retablos de un solo cuerpo y ático, de estilo barroco tardío, hechos ambos por Juan de Urquiza. El coro que posee una sencilla sillería en la que destaca el facistol central, y un órgano de fines del s. XVII. En el pavimento se conservan numerosas laudas sepulcrales contemporáneas del edificio, con sus correspondientes escudos, para identificar las casas, entre las que se encuentran: la de Múxika, la de Unzueta de Eibar y un canónigo. En la sacristía se halla una cajonería, obra de Miguel de Artabeitia, un aguamanil de mármol, varias imágenes renacentistas y barrocas, una custodia en planta dorada del s. XVIII y una cruz procesional. Una figura ecuestre realizada en madera en el s. XVI del apóstol Santiago se albergaba en un nicho junto a la puerta principal. En el claustro hay un sepulcro que data del s. X, con reminiscencias visigóticas en el arco de herradura que lleva, se decora además con motivos geométricos. Por último hay que señalar una bella cruz renacentista con relieves y otra menor a su lado, correspondientes a la última estación del Vía-Crucis, en la puerta del Este. Cementerio de Markina-Xemein. Obra de mediados del s. XIX, trazada por Mariano de Lascurain, en estilo neoclásico. Planta rectangular, con cuatro crujías a modo de pórticos que apean su cubierta armada en columnas dóricas de caliza gris (material empleado en toda la construcción), rodeando el campo de sepulturas. Acceso axial. Una capilla precedida por un propileo, preside el lugar. Se trata de un pórtico griego con frontón triangular liso y acróteras angulares, que lleva cruz en el eje, apoyado en dos columnas dóricas y en paramentos trapezoidales a los lados. En su interior, una escultura de Cristo, hecha en madera a fines del s. XVI. Con este mismo esquema y elementos que recuerdan también los pilonos egipcios, se realiza el mausoleo de José María Munibe, XI conde de Peñaflorida. La valoración de otras culturas, además de la clásica, que caracteriza el neoclasicismo español, queda aquí patente, sin por ello alterar la sobriedad y serenidad que este estilo comporta. Como edificio de interés, ha sido declarado Monumento Nacional de Euskadi. Parroquia de San Pedro de Elejabarrieta. Edificada en la primera mitad del s. XVI, amenazada de ruina, fue derribada en el año 1847. Era un templo de una sola nave. Convento de la Merced. Construido en el XVII, su iglesia se hace un siglo más tarde. El retablo que la preside es contemporáneo y tiene en el centro la titular, realizada en 1827 por don Alejandro Valdivieso. Convento de Carmelitas Descalzos. Construido en 1691 . Fachada de piedra arenisca terminada en un frontón, en el que se coloca el escudo de la orden y la imagen de la Virgen del Carmen, planta de cruz latina, con un claustro en cada extremo. El retablo principal está presidido por la Virgen del Carmen. En los altares del Calvario y de las Animas, de los claustros, hay óleos interesantes. Convento de Religiosas Carmelitas. Construido en 1890 por deseo de Doña Epifanía de Argaiz y Munive. En el jardín de la iglesia, hay un mausoleo de mármol, donde descansan los condes de Peñaflorida. El retablo mayor es obra de Gregorio Ortiz de Zárate. Ermita del Cristo de Abesua data de 1536. Ermita de San Cristóbal de Iturrieta, levantada en el s. IX. Ermita de los Santos Cosme y Damián en el barrio de Meabe, fue construida en el s. XVII. Ermita de la Asunción de Iruzubieta, obra de 1651. Torre de Ansótegui de la que sólo quedan en pie los muros, junto al palacio en ruinas. Palacio de Solartekua. Propiedad de los Mugartegui. Se comienza en 1666, en estilo herreriano combinado con el barroco. Puerta adintelada y a los lados ventanas protegidas por rejas. Escudos barrocos en la fachada principal,predominantemente herreriana. En el Museo Arqueológico y Etnográfico de Vizcaya, se encuentran varios objetos artísticos procedentes de esta localidad como: una figura sedente de la Virgen, de 1 m. 30 cm., que data del s. XV. Objetos artísticos. En un lugar llamado Cuevas, próximo a Markina, en sucesivas excavaciones se hallaron distintos objetos de arte, armas y un sepulcro, donde encontraron un cadáver con armadura completa. Además, por el Señor Errazquin, fueron entregados a la Comisión de Monumentos de Vizcaya otros objetos: una llave de hierro de casi diez centímetros, procedente del citado sepulcro, datada en la Edad Media o a comienzos del Renacimiento; una placa de bronce, adornada con una cabeza de león alada y sobre ella el busto de un emperador romano, mide unos seis centímetros, por un lado termina en punta, su estilo es del renacimiento de Florencia; una pletina de bronce y una punta de lanza oxidada.