Concept

Literatura vasca en el siglo XX. 1900-1975

El sistema literario que se creó antes de la Guerra Civil y el ambiente social fraguado con el grupo "Olerti" quedó destruido y desestructurado tras la guerra. Tras ella la literatura volvió a buscar cobijo en las revistas. En Guatemala, bajo la dirección de Jokin Zaitegi (1906-1979) y con la colaboración de Andima Ibinagabeitia (1906-1967) y Nikolas Ormaetxea, Orixe la revista Euzko Gogoa [Alma vasca] consiguió reunir a un importante conjunto de escritores vascos. La revista tuvo dos periodos distintos de edición, la primera se produjo en Guatemala entre los años 1950 y 1955 y la segunda en Biarritz entre 1956 y 1960. Jokin Zaitegi decidió trasladar la sede de la revista desde Guatemala, ya que sufría serios problemas de distribución en el País Vasco, pero paradójicamente en Biarritz se redujo la distribución que la revista conseguía en Guatemala. En ella colaboraron más de setenta escritores que contribuyeron al objetivo fundamental que Jokin Zaitegi perseguía: difundir el humanismo en lengua vasca y reforzar a la cultura como medio de cambio social. Dado que los tres principales responsables de la revista habían estudiado en colegios jesuitas mostraron una inclinación a las estructuras culturales que se habían formado antes de la Guerra Civil. La segunda revista de importancia fue Gernika fundada en 1945 en San Juan de Luz por el periodista del diario El día Rafael Pikabea y que perduró hasta 1953. La revista continuaba la tradición humanista pero en los años en que se editó fue el refugio para un debate sobre tradición y modernidad. Gernika no era una revista monolingüe sino que aceptaba trabajos en castellano y en francés aunque ofreció un lugar importante a la literatura vasca, sobre todo a la poesía. En ella convivían tres grupos importantes: quienes seguían la estética de los juegos florales, quienes preferían una estética simbolista y los renovadores - entre estos podemos citar a Andima Ibinagabeitia, Jean Diharce, Iratzeder (1920-2008), Federico Krutwig (1921-1928) y Jon Mirande (1925-1972).

En la época se publicaron otras revistas como Herria (1944) que nació para sustituir a la revista Euskualduna que fue cerrada por colaboracionismo con los nazis. El padre Barandiaran creó en 1947 Eusko Jakintza y más tarde apareció la revista Egan.

Se publicaron pocos libros y sobre todo de tema religioso, aunque habría que destacar una obra que se editó en homenaje del Mariscal Petain (Petain Marechala, D. Soubelet, 1942). La iglesia y los clérigos volvieron a proteger la literatura vasca y en el sur los carmelitas y los franciscanos destacaron en la publicación de textos vascos.

La poesía fue el primer género publicado tras la Guerra Civil: Telesforo Monzón, publicó en 1945 Urrundik [Desde la lejanía]. El mismo año apareció la obra Jakes de Iratzeder. Y un año más tarde Jokin Zaitegi publicó Goldaketan (atzerri, Euskalerri) [Arando (extranjero, Euskal Herria)]. Finalmente, Gudarien egiñak [Las acciones de los soldados] de Monzón se publicó en 1947.

En buenos Aires se publicaron dos novelas bien conocidas en el sistema vasco: Juanixio de J.A. Irazusta en 1946 y Ekaitzpean [Bajo la tormenta] (1948) de J. Izagirre, una novela dialogada que mantiene influencias del teatro. El mismo año de 1950 en el que Irazusta publica en Buenos Aires su segunda novela Bizia garratza da [La vida es amarga] comienza la obra narrativa de Jon Etxaide por medio de su narración legendaria Alos-torrea [La torre de Alos]. En 1952 la imprenta Itxaropena de Zarauz se convierte en editorial y comienza la publicación de su importante colección Kuliska Sorta.