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La graduación escolar en Gipuzkoa, primer tercio siglo XX

La primera noticia sobre graduación de escuelas en San Sebastián nos la da Bartolomé y Mingo, director de la revista La Escuela Moderna, quien en una visita realizada en el verano de 1906, en compañía del promotor de las escuelas graduadas en Cartagena, Martí y Alpera, al visitar el Grupo Escolar de Alfonso XIII (debido a la Marquesa de Esquilache, al Sr. Comín, Conde de Albid y al Sr. Cemborain y España, que auxilió en lo pedagógico), situada en el Paseo de Atocha, frente al cuartel de María Cristina, se percata de que en ese hermoso edificio escolar se está llevando a la práctica la graduación de las escuelas.

No obstante, para abordar las reformas de la enseñanza, se constituyó una Junta Local Reformista de la Instrucción Nacional dos años más tarde de esta noticia inicial. La Junta estaba formada por Paulino Caballero, director del Instituto General y Técnico; Rogelio Gordón, Director de la Escuela de Artes y Oficios; Vicente Terras, profesor de Preceptiva y Literatura del Instituto; Hermenegildo Luzuriaga, profesor de Aritmética en la Escuela de Artes y Oficios; Enrique Martín, maestro de primera enseñanza y Germán Moneo como secretario. Noticia de todo ello la tenemos en el periódico La Voz de Guipúzcoa.La propuesta de la Junta local donostiarra consistía en graduar las escuelas para mejorar la eficacia educativa.

La presencia en dicha junta de Enrique Martín, colaborador de La Escuela Moderna, revista de renovación pedagógica de la época, y director durante muchos años del periódico La Instrucción Primaria, publicado en San Sebastián, no era ajena a esta propuesta, pues participaba en otras comisiones municipales para reformar la enseñanza municipal, donde defendía esta postura, además de la introducción en las escuelas de cantinas escolares, excursiones, paseos, cinematógrafo y enseñanza especial para los niños con discapacidad. Así, plantea que, tras la organización racional que significa clasificar a los niños por edades y grados de cultura, formando verdaderas clases homogéneas, explica los beneficios para la enseñanza de niños y niñas. Con una sólida argumentación, este plan de reforma descenderá al detalle planteando la distribución de la población escolar en distritos con demarcación fija, señalando otros aspectos: la graduación de la enseñanza, la consecución de la asistencia de los alumnos a la escuela, el establecimiento de aquellas instituciones que "produzcan amenidad y despierten interés en los alumnos" y la realización de las obras o mejoras e las escuelas que sean necesarias. Los distritos escolares serán siete: Ensanche oriental, Peñaflorida, Amara, Barrio de Gros, Barrio de Atocha, Ategorrieta y el Antiguo, con las demarcaciones correspondientes. A cada demarcación corresponderá un grupo escolar con las siguientes escuelas:

  • Grupo escolar del Ensanche Oriental: (la Parte Vieja)
  1. Escuela de párvulos con tres grados en locales distintos, servidos por una maestra y dos auxiliares.
  2. Escuela de niños: tres grados en locales distintos, un maestro y dos auxiliares.
  3. Escuela de niñas: tres grados en locales distintos, una maestra y dos auxiliares.
  • Grupo escolar de Peñaflorida: (Centro)
  1. Escuela de párvulos: tres grados, una maestra y dos ayudantes.
  2. Escuela de niñas: tres grados, una maestra y dos ayudantes.
  3. Escuela de niñas: tres grados, una maestra y dos ayudantes.
  4. Escuela de niños: tres grados, un maestro y dos ayudantes.
  5. Escuela de niños: con carácter unitario a cargo de un maestro.
  6. Escuela superior: dos grados, un maestro y un auxiliar.
  • Grupo escolar de Amara:
  1. Escuela de párvulos: tres grados, una maestra y dos auxiliares.
  2. Escuela de niñas: tres grados, una maestra y dos auxiliares.
  3. Escuela de niños: tres grados, un maestro y dos auxiliares.
  4. Escuela de niños: tres grados, un maestro y dos auxiliares.
  • Grupo escolar de Gros:
  1. Escuela de párvulos: dos grados, una maestra y un ayudante.
  2. Escuela de niñas: dos grados, una maestra y un ayudante.
  • Grupo escolar de Ategorrieta:
  1. Una escuela unitaria de niños.
  2. Una escuela unitaria de niñas.
  • Grupo escolar de Atocha:
  1. Escuela de niños: dos grados, un maestro y un ayudante.
  2. Escuela de niñas: dos grados, una maestra y un ayudante.
  • Grupo escolar del Antiguo:
  1. Escuela de párvulos: un grado, una maestra.
  2. Escuela de niñas: tres grados, una maestra y dos auxiliares.
  3. Escuela de niños: tres grados, un maestro y dos auxiliares.

El número de alumnos que se asignó a cada grado era de 50, para las escuelas elementales y superiores, y de 80 para las de párvulos. Las reformas propuestas significaban un aumento de los presupuestos municipales de un total de pesetas de 43.392, en las cuales se incluían los premios de maestros auxiliares (en la mayoría de los grupos escolares solo había un auxiliar), obras, alquileres, material (aparatos de proyecciones y tejidos para confección de prendas con destino a los roperos escolares) y cantinas. Dicho Plan se presentó por la Comisión de Fomento el 16 de noviembre de 1909 y pasó dos sesiones acordándose que "quede sobre la mesa" hasta que, finalmente, fue aprobado en la sesión de 1º de diciembre de 1909, en la parte económica, mientras "continua sobre la mesa" el Reglamento de profesores auxiliares.

Así pues, la graduación de las escuelas afectaba únicamente a las escuelas sostenidas con fondos municipales, como quedará reflejado posteriormente en el informe remitido al Ministerio de Instrucción Pública efectuado por el Inspector Leopoldo Sanz en 1911, en el cual, además, se indican todas las escuelas graduadas de la Provincia. Eran un total de 25 escuelas, 16 de las cuales estaban localizadas en San Sebastián, 1 de niños en Azkoitia con dos grados, al igual que en Elgoibar, Errenteria y Tolosa, con auxiliares oficiales, y tres en Irun con cuatro grados, con un auxiliar voluntario nombrado por el Ayuntamiento. Las 25 escuelas estaban formadas por 58 grados. Por otra parte, la solicitud de graduación de escuelas nacionales de Bergara en 1914, se vería rechazada por parte de la Dirección General de Primera Enseñanza del Ministerio, al no ajustarse a las nuevas disposiciones de 1911 sobre los requisitos a presentar.

Este cambio escolar, verdadero síntoma de modernidad pedagógica, fue impulsado por el Ayuntamiento de San Sebastián, tempranamente y siguiendo las innovaciones más modernas en organización pedagógica, y fue reconocido por ilustres pedagogos y maestros y maestras de la época. A partir de esa fecha, permanecerá inalterable este tipo de organización escolar, dados los beneficios para la enseñanza y el aprendizaje.