Concept

Historia del País Vasco. Prehistoria

En esta época que duró entre cuatro mil o cinco mil años, la presencia humana está también testimoniada mediante hallazgos antropológicos. Entre ellos merece atención especial el enterramiento de la mujer de Aizpea (Navarra) que apareció prácticamente entera, además de los restos recuperados en el conchero J3 de Hondarribia.

Tras el Würm, durante unos dos mil años, se produjo una lenta evolución climática y cultural. El Preboreal y el Boreal trajeron consigo una cambio climático drástico, ya que terminado el período glacial el clima fue poco a poco adquiriendo características similares a las actuales; por su parte el nivel del mar fue subiendo hasta aproximarse al nivel actual. Como consecuencia, animales adaptados a los rigores extremos del clima frío (el reno y otros) desaparecieron o emigraron hacia el norte; otros (cabra montés, sarrio, caballo) disminuyeron, y algunos se mantuvieron (ciervos) e incluso aumentaron (jabalíes y corzos). La subida del nivel del mar inundando zonas costeras junto con el cambio climático trajeron una serie de cambios que repercutieron en la expansión de la especie humana. La benignidad climática permitió poblar zonas que antes habían estado despobladas (zonas de montaña o regiones muy altas del interior); por el contrario, la invasión del mar restringió otras zonas del litoral que anteriormente fueron ocupadas.

Aitzbitarte IV, Ekain, Ermittia, Marizulo, Urtiaga (Guipúzcoa), Abauntz, Aizpea, Berroberria, Padre Areso, Portugain, Zatoia... (Navarra), Berniollo, Fuente Hoz, Kukuma, Socuevas, Atxaste, Kanpanoste, Montico de Charratu, (Álava), Arenaza I, Atxeta, Atxurra, Bolinkoba, Lumentxa, Santa Catalina, Santimamiñe, Silibranka, Tarrerón, (Vizcaya), Isturitz (Baja Navarra), etc. son algunos yacimientos donde aparece representado este período.

Si las formas de vida no cambiaron demasiado, la tecnología y tipología líticas sí lo hicieron; si, por lo general, los útiles del Aziliense son deudores de los del Paleolítico Superior Final, las nuevas necesidades que la benignidad climática trajo consigo impuso una adecuación a las mismas: el proceso de microlitización siguió, pero el uso de las piezas geométricas se hizo cada vez más abundante.

Como lugares de habitación se siguieron empleando las cuevas, y la mejora climática permitió el uso de los abrigos rocosos en territorios de interior (Álava y Navarra). Además de la caza, la pesca y el marisqueo tuvieron gran importancia. En el Aziliense, no encontramos las manifestaciones artísticas del anterior período.