Concept

Historia del País Vasco. Prehistoria

Se ha referido anteriormente que las gentes provenientes de la Europa Occidental y Central influyeron en los viejos pobladores autóctonos surgiendo de ello unas sociedades más complejas. No parece que fueran épocas de mucha paz, ya que los poblados se sitúan en zonas de paso de valles y cuencas cerradas con el objeto de controlar el paso; además, con el objetivo de levantar murallas y empalizadas escogen los sitios topográficamente más adecuados.

La población de Álava y Navarra, por lo general vive en poblados amurallados. Esos núcleos suelen situarse en colinas de no mucha altura, y cerca de ríos y manantiales. En esos poblados se aprecia algún tipo de organización, ya que aparecen calles (muchas veces siguiendo los desniveles topográficos), y en zonas más llanas se pueden apreciar planos urbanos más evolucionados.

Las casas, básicamente, se levantan siguiendo dos plantas: unas son rectangulares o parecidas a éstas, y otras circulares (restringidas a Álava). La primera de ellas es la que más presencia tiene en Navarra y Álava. En su construcción se empleó piedra para el zócalo y adobe para levantar las paredes; los tejados se hacen con elementos vegetales que se soportan sobre vigas y postes de madera. En algunas ocasiones, las casas de plano rectangular tienen compartimentos diferentes, y para que fueran más cómodas suelen aparecer fuegos bajos, asientos y otros elementos; los hornos de adobe se construían fuera adosados a una pared de la casa.

Practican una economía basada en la agricultura y ganadería (ovejas, cabras, vacas y cerdos). En adelante, la dieta sobre todo constará de productos derivados de la agricultura.

El uso del bronce está atestiguado por la presencia de adornos (fíbulas, botones, pulseras, agujas, collares, anillos, torques...), armas (espadas, hachas y puñales) y útiles (asadores, coladores, tapas...). La metalurgia, por su parte, lo está por la aparición de moldes, hornos, escorias... que se han encontrado en Álava (Peñas de Oro, Kutzemendi, Henaio, Lastra y La Hoya) y en Navarra (Alto de la Cruz, La Custodia y otros). La metalurgia del hierro se dará más tarde, y el empleo masivo del nuevo metal no se dará con anterioridad de la Segunda Edad del Hierro.

Las cerámicas hechas a mano (el torno se introducirá más tarde) se dejaban al aire libre o se cocían en hornos donde no se alcanzarían muchos grados. No obstante, en lo referente a la calidad suele haber diferencias: al lado de algunas elegantes (las de mesa y urnas de incineración), lo habitual es encontrar cerámicas bastas (vajilla para cocinar y vasijas de almacenamiento).

Además de esa población que habita en poblados más o menos extensos, existe, sobre todo en la vertiente norte, otra población, enraizada desde antiguo, que todavía vive en cuevas,

Algunas poblaciones practicaban una economía de subsistencia, mientras otras, con un grado de desarrollo mayor, dieron los primeros pasos en actividades comerciales. En excavaciones y en otras obras se han recuperado hallazgos que denotan comercio con lugares lejanos, como es el caso de los cuencos de oro de Axtroki (Eskoriatza) que provienen de Europa Central.

El rito funerario más extendido fue la incineración. Los restos se depositaban en cromlech (mairubaratzak, jentilbaratzak...) o se enterraban en campos de urnas. Los primeros son círculos de ortostatos de piedra de entre 3 a 10 metros de diámetro. En su interior, ya sea en urnas, ya en cistas, o simplemente en un hoyo excavado en el suelo, se depositan las cenizas de los muertos acompañados de un pobre ajuar. Esas construcciones se suelen encontrar formando conjuntos en cumbres y divisorias de aguas de Guipúzcoa y norte de Navarra y en las provincias del País Vasco continental. Algunas veces, junto con los cromlech y formando parte de los mismos, suelen aparecer menhires (sanson harri, errolan harri, irun harri...); en otras circunstancias suelen aparecer aislados. En los campos de urnas (La Torraza, La Atalaya, La Hoya...) el ajuar que acompañaba a los restos incinerados solía ser algo más rico (botones, fíbulas...).

En contacto con la cultura ibérica en zonas de Navarra Media y cuenca del Ebro se produce un proceso de celtiberización, que según nos alejamos hacia el norte va poco a poco deteriorándose y arrinconándose.

El empleo del torno cerámico trajo consigo la producción de cerámica con nuevas formas y tamaños. Algunos vasos y cajitas de cerámica se decoraban con temas geométricos. Se empleaba también la cerámica para elaborar pesas y cuentas o bolitas que se relacionan con operaciones de contabilidad.

La metalurgia del hierro destinada a elaborar utensilios y armas experimentó un gran avance. No obstante, muchos adornos se seguían todavía elaborando con bronce, aportando únicamente novedades en cuanto a su diseño. En lo referente a la construcción de casas y a urbanismo se notan avances considerables.

Los ejemplos de esta forma de vida las encontramos en los poblados más o menos grandes de la cuenca del Ebro, por ejemplo en La Hoya. Algunos núcleos de esta zona, basados en la producción de cereal, llegaron a ser centros comerciales considerables. Al norte de la divisoria de aguas se asiste a los primeros intentos de "urbanismo", como lo atestiguan los restos de Intxur, Buruntza, Basagain, Marueleza, Kosnoaga, etc. No obstante, el desarrollo anteriormente citado se hace cada vez más lento según nos alejamos de la cuenca del Ebro hacia el norte.

Al final de la Prehistoria el proceso romanizador se encontrará con este mundo cultural del Hierro. Los primeros escritos relativos a nuestro entorno no revelan gran cosa; de los mismos, lo que se sugiere es que encontraron el territorio dividido en tribus.