Escultura y pintura. El radio de acción del Neoclásico es muy limitado en el campo escultórico en parte por la plétora anterior. En los retablos neoclásicos destaca en especial su arquitectura peculiar, con sobrias columnas estriadas que simulan mármoles, aunque hay veces en que se hacen en tan noble material. Por lo que se refiere a la pintura, la actividad es mucho menor. Destaca el pintor Luis Paret y Alcazar (1746-1790) que residió un tiempo en Bilbao, Pamplona y Viana dejando preciosas marinas y pinturas en San Juan de Viana. En los Museos hay varios cuadros de artistas destacados como el retrato del conde de Canga Argüelles, del Museo de San Telmo, de San Sebastián, obra de Vicente López. Las Instituciones vascas se dirigieron a singulares maestros del Neoclasicismo. Así, el clasicista Antonio González Ruiz recibe en 1762 el encargo de pintar una Alegoría de Alava y San Prudencio para las Juntas Generales de Alava (diputación). Del mismo pintor es el Retrato de Rodrigo de Rojas y Contreras, que pinta para el Hospicio de Vitoria. Antonio Carnicero será el autor de dos retratos de junteros alaveses, conservados en la diputación de Alava. En la Casa de Juntas de Guernica trabaja el pintor Rada, que restaura la serie de Señores pintada en época barroca y ejecuta seis retratos más en 1829. La pintura de carácter religioso es muy escasa.
Ainhoa AROZAMENA AYALA
Ainhoa AROZAMENA AYALA