Monarchie et Noblesse

García V Ramírez el Restaurador (version de 1983)

Entre Aragón y Castilla. Poco dura la amistad de Alfonso VII que había entregado a García el señorío de Zaragoza en setiembre a cambio de la Rioja. En el verano de 1136 el castellano se acerca a Ramiro el Monje, recupera el señorío de Zaragoza y ataca las fronteras navarras junto con las tropas aragonesas. La lucha parece haberse fundamentado en la disputa sobre los señoríos occidentales -Alava, Vizcaya y Guipúzcoa- del reino pamplonés, dependientes de Ladrón de Guevara que cae prisionero y en setiembre era hecho gobernador de Viguera por el rey castellano al que rindió vasallaje. Tras aguantar bien el envite, el 20 de octubre de 1137 Alfonso y García firman la paz, mientras sigue la guerra navarro-aragonesa en la que el avance navarro no conoció derrota. El 10 de abril de 1138 el rey García, en un verdadero alarde de rapidez y bravura, derrotó a las tropas catalano-aragonesas en Gallur cuando llevaba a sus talones al ejército de Alfonso VII que, en vista de lo ocurrido, se replegó sobre Nájera. En 1139 los navarros tomaron y ocuparon Sos, Filera y Petilla. Paralelamente, García entregó a la catedral de Santa María de Pamplona la jurisdicción de las iglesias navarras hasta entonces dependientes de sedes aragonesas. Y, pese a los acuerdos de Carrión del 22 de febrero de 1140 por el que aragoneses y castellanos estipulan el reparto de Navarra, tanto Alfonso VII como García mantienen buenas relaciones prometiéndose (1140) casar a sus hijos, Sancho de Castilla y Blanca de Navarra. La guerra con Ramón Berenguer IV, yerno del rey Ramiro de Aragón y conde de Barcelona, sigue su curso adoptando la forma de desgaste fronterizo hasta que en noviembre de 1146 y propiciada por el castellano en la entrevista de Tudejen se firma en San Esteban de Gormaz una paz que libra a ambos contendientes del enojoso pleito. García había casado dos años antes, el 19 de junio de 1144, con la infanta Urraca, hija extramatrimonial del emperador de León.