Concept

Forjadores de tenazas

Ricardo Mediavilla dispone en su taller, de una fragua de estructura metálica de notable capacidad, que se alimenta con carbón mineral y cuyo fuego se aviva con un ventilador eléctrico. A su lado, un recipiente con agua, un martinete mecánico de ballesta (accionado por un motor eléctrico a través de un juego de poleas sujetas en el techo del local y correas de cuero) y un gran yunque apoyado en una base metálica. Hay que añadir, un tornillo de banco con pie, varias prensas mecánicas de fricción y cizalla, un horno alimentado por fuel-oil, así como un taladro de columna accionado manualmente por una manivela, procedente del taller de Boadilla del Camino. Se completa la instalación con una amoladora y buen número de tenazas con bocas de distintas formas, martillos, mazas y otras herramientas.

Un tipo de tenaza para forjador, representativa de su trabajo, es la utilizada para manipular llantas de sección rectangular de 30 x 20 mm. y que tiene una longitud total de 820 milímetros, correspondiendo 120 milímetros a la boca y los 700 restantes al mango.

Cada uno de los brazos o mitades que la forman es una única pieza, muy similares, con una ligera diferencia en la forma de su boca. Están formadas por un largo mango, la zona del eje o corazón, y la boca, y se elaboran, cada una de ellas, a partir de un único tocho redondo de acero F-111, muy bajo en carbono, de 40 milímetros de diámetro, 150 de longitud y 870 gramos de peso.

Todas las operaciones de conformado de cada una de las mitades las realiza Ricardo Mediavilla, aplastando y deformando el material, previamente calentado al rojo, por medio de golpes entre las bocas del martinete, al mismo tiempo que lo sujeta con sus manos y lo mueve rápidamente para ponerlo en la posición precisa.