Recuperación económica de Francia (1598-1610). Contó Enrique con la suerte de tener a un Sully de ministro de finanzas, con cuya ayuda y su propia inteligente gestión, Francia pudo recuperarse de las ruinas de la guerra. Apegado a Bodino, su participación en la administración tendió a suprimir atribuciones provinciales e incluso el cargo de primer ministro. La deuda pública descendió en diez años, de 300.000.000 a 50.000.000 de libras. Los doce años de reinado efectivo del "bearnés" fueron de verdadera prosperidad y la vida pública conoció una paz durante ellos que no habían sentido ni Navarra ni Francia desde hacía mucho tiempo. Sin embargo, el resentimiento de Felipe II o el de algún católico ofendido por el París bien vale una misa que se le llegó a atribuir con motivo de su forzada conversión, indujeron a un joven exaltado de Angulema, un tal Ravaillac, a apuñalarlo mortalmente en París el 14 de mayo de 1610. Tal vez le indujera a ello la decisión real de ayudar a los protestantes alemanes y suizos al ocupar los imperiales los ducados de Cléves y Juliers.