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Álava-Araba. Arte

El barroco añadió a los templos alaveses nuevas capillas como la del Pilar en San Juan de Laguardia, y erigió torres ornadas por profusión de flameros, florones y bolas, como los de Orbiso, Payueta y Oyón, obra este último del arquitecto consagrado en la construcción de torres riojanas, Martín de Beratúa, y terminada por sus hijos. También se construyeron en este momento los movidos chapiteles de San Miguel y San Pedro de Vitoria, que, levantados por Valerio de Ascorbe, sirvieron de prototipo a otros de la Llanada. Pero el barroco ha dejado sobre todo en los templos alaveses las ascuas de oro de sus retablos: Labastida, Samaniego, Moreda y otros retablos riojanos, marcan una época de riqueza y de fe en las tierras del sur de Alava, en el momento en que la exuberancia del barroco o la gracia ligera del rococó enriquecían también con nuevos retablos los templos de Santa Cruz de Campezo, Galarreta (hoy en la parroquia de los Desamparados de Vitoria), Salinillas, Antoñana y otros.

Este es también el momento de las casas señoriales de ricos aleros y de escudos de carnosos lambrequines, sirenas y trofeos en sus fachadas de sillería bien labrada. Vitoria, Salvatierra, Laguardia, Elciego, Labastida, Amurrio, Arceniega y Llodio, conservan múltiples ejemplares de casas señoriales barrocas, de los siglos XVII y XVIII, palacios que enriquecen toda la geografía alavesa, desde las villas o poblaciones de cierta entidad, como Salinas, Orbiso, Lagrán o Elvillar, hasta pequeñas aldeas, como Gobeo, Subijana, Asteguieta o Foronda. Pocas obras pictóricas barrocas, aunque definitivas por su valor, guarda la provincia de Alava: los tres lienzos de Ribera, el de Cristo Crucificado en la Diputación y los de San Pedro y San Pablo en el Museo Provincial, obras claves en el estilo y temática del artista; la Inmaculada de Alonso Cano, de la parroquia de Berantevilla, hoy en el mismo Museo; el bello Descendimiento de la Catedral, atribuible a Gaspar de Crayer; la Inmaculada de Carreño en la misma Catedral y la de Cabezalero en el Museo, son, entre otras, las de mayor interés.

MJP