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Álava-Araba. Arte

El gótico está representado en Alava por monumentos más grandiosos. Es un estilo de gran pervivencia y tan arraigado en el gusto de las gentes, que hasta muy avanzado el siglo XVII, construían los canteros de la Trasmiera bóvedas nervadas para cubrir muchos templos rurales alaveses. Vitoria conserva hermosos monumentos góticos: la Catedral de Santa María, del siglo XIV, con bello pórtico de triple acceso, con tímpanos bien labrados y hermosas esculturas en el jambaje; la parroquia de San Pedro, del mismo siglo, con pórtico muy interesante con escenas de la infancia de Jesús y de la vida y martirio del santo titular en el tímpano, y Apostolado de gran fuerza expresiva; San Miguel, posterior en su fábrica, también con buena portada, y San Vicente, templo edificado a finales del siglo XIV, con las características arquitectónicas del gótico avanzado. Tuvo además Vitoria dos notables ejemplares de arquitectura gótica conventual en los destruidos edificios de San Francisco y Santo Domingo, aquél con ábside ochavado muy parecido al de San Pedro.

En la Llanada los templos góticos más significativos son los de Salvatierra, San Juan y Santa María, ambos tardíos, el último con bellísima portada de arco conopial, finamente decorado, fechable en los primeros años del siglo XVI. Destacable es también la portada gótica avanzada del templo parroquial de Estavillo, ya fuera de la Llanada y próximo a las riberas del Zadorra. En el Valle de Zuya la cubierta, ya tardía, del santuario de Nuestra Señora de Oro; en el Norte de la provincia el santuario de Nuestra Señora del Yermo, gótico incipiente, y el de Nuestra Señora de la Encina en Arceniega, con cubierta nervada del siglo XVI, curiosa pintura de iconografía medieval tardía, y uno de los retablos más interesantes de la provincia, gótico en su arquitectura, marcan distintos momentos de vigencia de este estilo en tierras alavesas.

El santuario de Escolumbe en Cuartango, con bóveda muy avanzada, y el templo parroquial de Santa Cruz de Campezo, con cubierta fechable en el siglo XIV y portada gótica del siglo XVI, constituyen otros dos monumentos interesantes en la geografía del gótico alavés; el de Santa Cruz, aun con cierto regusto románico en el exterior de su ábside y, como hemos visto, reflejando distintos momentos constructivos en su fábrica. Pero es Laguardia, en la Rioja Alavesa, punto clave para el estudio del gótico en Alava. Su templo parroquial de Santa María, con algunos restos aún románicos, campanil exento ya gótico y bellísima portada del siglo XIV avanzado, es una valiosa joya del arte medieval del país. La iglesia de San Juan, rompe, con su esbelto ábside ochavado, la muralla medieval de la villa, en la que el templo, como el de Santa María, fue vigía proyectado hacia los amplios horizontes riojanos.

Y, sin salir de la Rioja, las portadas de San Martín de Leza, de Navaridas y de Oyón, muestran la riqueza decorativa del bajo gótico en sus cardinas, florones y sartas de frutos. La Edad Media dejó también en esta provincia huellas escultóricas de marcado interés. Imágenes de Cristo Crucificado y de Vírgenes sedentes, algunas románicas, como la de Estíbaliz, la de Cabriana o la primitiva de Arceniega, y otras dotadas de una amable suavidad que, como las de Santa María de Vitoria, Urrialdo, Tuesta, Ocón, Angosto, Villacones, Ayala, Toloño, Ibernalo, Oro y las de Esquibel y Otasu que, procedentes del Museo Diocesano, enriquecen hoy el Provincial, nos permiten llegar a un gótico más o menos avanzado. Quedan también retablos medievales, como el citado en Arceniega, el de Aspuru, gótico tardío, y el lateral de Yurre dedicado a Santa María. Se conservan asimismo esculturas funerarias medievales en Quejana, lugar de enterramiento del Canciller Ayala y su familia, con bultos yacentes en los sepulcros de D. Pedro, su esposa y sus padres, en alabastro bellamente trabajado, y con hermosas esculturas de piedra en los de sus hijos; en Santa Cruz de Campezo, cuya parroquia conserva las sepulturas de dos clérigos, yacentes en sus cubiertas, y con las paredes de los sarcófagos ornados con figuras de personajes y escenas de sepelio en arquerías góticas; en la Catedral de Vitoria y en las parroquias de San Pedro y San Miguel; y en Urbina de Cuartango, el sepulcro de un arcipreste oriundo de aquella aldea. Las torres señoriales de Mendoza Mártioda, Quejana, Villanañe, Fontecha y La Corzana, entre otras, y los palacios gótico-renacientes del Cordón y Bendaña en Vitoria, así como las picotas de Mendoza y Salinas de Añana, y el Campo cerrado de Zaraobe, junto a Amurrio, recuerdan distintos aspectos, militares, civiles y jurídicos vividos en la Edad Media alavesa.

MJP