Udalak

Zuñiga

Conjunto urbano planificado, bastante cerrado, hasta hoy ha conservado su planta medieval, constituida por una calle central que actúa de eje longitudinal, la Calle Mayor, y dos laterales más o menos paralelas, la Solana al Oeste y la Bajera al Este; anchurones a la entrada y en la calle central que es atravesada por una calle transversal y un cantón. Conserva su recinto amurallado, del que son visibles varios lienzos y torreones (cilíndricos y de base rectangular), cuyo perímetro tiene forma oval y se abre por varias puertas. En la salida hay construcciones más irregulares. Las casas son de piedra, sin ninguna concesión a lo suntuario. [Ref. Caro Baroja "La Casa en Navarra" III, CAN, 19821. La casa nº 1 de la calle Mayor luce un escudo de la segunda mitad del siglo XVIII, con niño inferior sobre mascarón y flanqueado por leones portantes y yelmo por timbre, centrado por niños con águilas. El nº 9 exhibe un blasón del siglo XVIII, con cabeza de querubín inferior entre leones y yelmo sostenido por niños. El nº 26 ostenta un escudo de la segunda mitad del siglo XVII con cartela de cueros retorcidos, mascarón inferior entre sirenas y yelmo por timbre. El blasón del nº 30 es de la segunda mitad del siglo XVII; está enmarcado de rica hojarasca carnosa y timbrado por yelmo. El nº 26 de una bocacalle de la Mayor presenta un blasón de la segunda mitad del siglo XVIII entre leones portantes y yelmo por timbre sobre cabeza de querubín. En la misma calle se encuentra un escudo de la segunda mitad del siglo XVII, encuadrado por cartelas de cueros retorcidos, con mascarón inferior entre guirnaldas de frutos y timbrado por yelmo. El nº 22 es del siglo XVI y presenta un arco de medio punto con fuerte dovelaje. El nº 18 de la calle Bajera ostenta un gran blasón barroco de la segunda mitad del siglo XVII, con cartela de cueros retorcidos y aparatosa bordura con mascarón inferior entre figuras aladas, leones portantes y dos niños trompeteros que centraban el desaparecido yelmo.

Respecto al arte religioso, destaca la Parroquia de Santa María. De origen medieval, ofrece sin embargo un trazado gótico-renacentista con nave de dos tramos y cabecera en artesa cubierta por una bóveda estrellada y terceletes en la nave. A fines del siglo XVI, Mateo del Pontón hace la sacristía y la torre de sillarejo con enmarques de sillería y aires herrerianos en el cuerpo de campanas. Se accede al templo por una portada lateral de piedra de fines del XVIII. Posee arco rebajado y sobre éste una hornacina que cobija una escultura de la Asunción de la Virgen. Del lado del Evangelio, pila bautismal medieval; un Crucificado de comienzos del XVII; un retablo barroco cubierto de copiosa decoración de hojarasca y follajes, presidido por un Ecce Horno de gran expresividad y dramatismo; otro retablo de 1768 de tipología plana y rígida con el interés de incluir rocallas. En el colateral simétrico, destaca una talla sedente renacentista de la Virgen de Beatasis concebida como una matrona romana conserva su primitiva policromía. Tallas procedentes de la ermita de Arquijas, se guardan en el coro de esta iglesia. El retablo principal, es obra plateresca tardía, comenzada por Juan de Ayala, terminada por su hijo Diego, y dorada por Diego de Arteaga a comienzos del XVII. Composición clásica pero ornamental, con ático triple con frontón triangular entre dos curvos, tres cuerpos articulados por columnas compuestas en los superiores que crean tres calles y dos entrecalles y predella cuajada de grutescos con bustos en tondos y dos paneles esculpidos. Esta se completa con un rico programa escultórico en el que alternan alto relieves y bultos sobre la vida de la Virgen y a la penitencia y la conversión. Se caracterizan por complejas composiciones con personajes de gran fuerza expresiva. En el capítulo del mobiliario, se guardan en la sacristía: una cajonería del siglo XVII, un armario del siglo XIX y un confesionario rococó. Pinturas barrocas y varias tallas de diferentes épocas pero de estilo popular. Las piezas de orfebrería, son en su mayoría del siglo XIX, comprendiendo: cálices, un relicario tipo ostensorio de esquema barroco y viril oval y otro con grueso nudo de pera y sol oval; dos vinajeras de plata de esquema dieciochesco.

Ermita de Nuestra Señora de Arquija. Construcción protogótica rural de planta de cruz latina con nave de dos amplios tramos rectangulares, crucero y cabecera recta de lados iguales. Si bien los alzados de robustos arcos apuntados sobre gruesos pilares se conservan en su estado original, la cubierta se rehace en el XVI en varios tramos, como la cabecera y la nave. En este mismo siglo se hace el coro con bella balaustrada de motivos geométricos, y se coloca a los pies del edificio, en el exterior, una hornacina plateresca de piedra. La portada es del siglo XIII. Del lado del Evangelio, una interesante pintura mural del segundo tercio del siglo XVI, de factura popular responden a un estilo italianizante y representa un Calvario con fondos de ciudad, santas y motivos a "candilieri" dispuestos en fajas en la bóveda del tramo. En el muro frontal del crucero, un retablo barroco que ha perdido como el resto, su imaginería, hoy en la parroquia. Del mismo estilo, con un sólo cuerpo cubierto de abigarrada decoración, es el retablo mayor, presidido por un Crucificado del siglo XVII. En el otro colateral, un retablo semejante a su simétrico y un púlpito diagonal del siglo XVI. En la sacristía, hay pinturas en cubierta y en el frente de estilo semejante al de las de la nave.

La Ermita de Santa María de Beatasis, de origen medieval, sólo conserva de esta época la cabecera recta con cubierta de medio cañón apuntado, ya que la nave es muy tardía. En el retablo mayor barroco, cuyo ático va presidido por una aparatosa placa de hojarasca, se ha trasladado la imagen de la titular y sólo se conservan otras dos de estilo popular de diferentes siglos. La Ermita del Santo Cristo es una pequeña construcción de sillarejo, rectangular abierta en su frente delantero, protegido por reja de madera. La preside un Crucificado de comienzos del siglo XVII. El pequeño Humilladero del siglo XVII, posee pórtico delantero y alberga una talla de Nuestra Señora de Arquijas, sedente con el Niño, de estilo hispano-flamenco. (Ref. Catálogo Monumental de Navarra, M. de Estella, II).