El 17 de diciembre de 1928 hace Zubeldia su aparicion ante auditores americanos en el Instituto Nacional de Música de Sao Paulo (Brasil) interpretando a Falla, Granados, Albéniz y composición propia como su ya célebre Trío para piano, violín u violoncello. Se la anuncia como una artista "no sólo favorecida por una sensibilidad llena de delicadeza como de finura y de brillo. Es también creadora, y su música se ha recibido con aplausos calurosos por maestros de la crítica". Allí compone su Berceuse de palmeras en el Brasil que estrenará en Córdoba (Argentina). Recorre Uruguay y Argentina actuando con los artistas americanos y los grupos corales de las Eusko Etxeas; incluye siempre obras de su tierra como Preludios vascos, Capricho vasco, Zortziko, Canciones tradicionales vascas, De mis montañas, Sonatina, Suite vasca, etc. En Argentina (1929) monta Cuadros de Espatadantza en el Teatro de la Opera de Buenos Aires y en Rosario bajo el patrocinio de la sociedad Zazpirak-Bat.