A partir de 1909 ofrece sus primeros conciertos en Pamplona, Burdeos, Donostia, Bayona, Biarritz y Madrid. En 1919 casó con el químico tudelano Joaquín Fuentes Pascual. En 1920 consigue por oposición una plaza de profesora de piano en Pamplona. Siendo auxiliar primera de piano en la Academia de Música de la capital navarra, ya sea por el ansia de ampliar el marco musical ya por dificultades conyugales, pidió la excedencia y se trasladó a París, en 1922, con el objetivo de proseguir sus estudios de piano y composición en la Schola Cantorum con profesores como Blanche Selva, Vincent d'Indy y Désiré Pâque. Allí asistió, además, a ensayos, conciertos, conferencias, cursillos, etc. "para conocer todo lo posible las tendencias musicales de la época, diversas escuelas, contrastar las ideas propias con las ajenas y aprovechar, en una palabra, las ventajas que a quien viene con el ideal de trabajo ofrece el residir en una población que por algo ha sido calificada de cerebro del mundo". En 1924, adentrada en las organizaciones tonales y schönbergianas, ávida por las nuevas orientaciones musicales y por componer, decidía no volver . De 1925 es su Esquises d'un après-midi basque. En 1927 la cita Salazar en su "Música contemporánea de España", junto con Pagola, Sorozábal, Tellería, etc. y el P . Donostia, que conoce su trayectoria y tesón, alaba sus Seis melodías populares españolas publicadas en París, por su "discreción, sobriedad, aristocracia, cualidades eminentemente francesas de la ultima generacion". Dio recitales en Milán, Ginebra, Lisboa, Roma y Londres, que se sepa, y decide marchar a América.