Lexikoa

VELADORES

Peligros de la noche. Durante los s.s medievales y modernos la actividad delictiva no descansaba tras la caída del sol, y además, ésta se veía favorecida en cierta medida por la oscuridad reinante en las calles y las mayores facilidades existentes para la huida una vez perpetrado el delito. Los procesos judiciales, la legislación -foral, de hermandades y ordenanzas municipales- y las actas capitulares de las villas aluden reiteradamente a homicidios, asaltos, violaciones, hurtos en casas y huertas, abandonos de recién nacidos, ..., que tenían lugar al abrigo de la noche. Además, siempre existía el riesgo de la aparición de algún incendio que pudiera devorar la localidad, máxime en noches de fuertes vientos, como ocurrió en 1443 en Vitoria, cuando el fuego destruyó las calles Zapatería, Correría y Herrería, afectando a unas 250 viviendas. Incluso éstas eran las horas elegidas para realizar juegos prohibidos, como los dados, o cencerradas, esto es, mofas escandalosas, saliendo gavillas o grupos de personas, muchas de las veces jóvenes, con instrumentos, como la vihuela o a algún útil de cocina, como cacerolas, realizando "muchos ynsultos" según decían las autoridades de Vitoria en 1523 o "bellaquerías y descortesías a personas particulares" según las de Balmaseda en 1536; y las de Bilbao en 1487 se hacían eco de cómo algunas "personas de mal bybir andavan de noches" armadas y con los que se topaban "los davan de palos e espaldarasos e los bofeteavan". Había también quienes salían embozados y enmascarados, provocando "excesos", un problema que en Bilbao las autoridades no conseguían erradicar, como lo evidencian las sucesivas disposiciones adoptadas para solucionar este problema desde finales del s. XV y a lo largo del XVI, y en los años 1622, 1682 y 1711. Ante esta situación, las autoridades de Lekeitio optaron por una medida extrema en 1514: condenar a pena de muerte a toda persona que saliera de noche a "hazer exçesos".