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Urnieta

La ocupación del área de Urnieta se remonta a la prehistoria, hallándose testimonios arqueológicos y monumentos megalíticos de la Edad del Bronce y del Hierro, por los montes del municipio.

Sin embargo la concentración de la población en el núcleo urbano que hoy conocemos surgió en época medieval, favorecido por el paso del Camino Real a Castilla y por la ruta jacobea que venía desde Irún, Donostia o Pasaia.

En la actualidad forma parte de la comarca de San Sebastián -junto con la propia capital, Usurbil, Orio, Lasarte-Oria y Astigarraga-, y también históricamente ha estado vinculado a él hasta el siglo XIV, cuando se tienen noticias de la relativa autonomía de la que gozaba Urnieta en asuntos jurídicos, administrativos o económicos. Es por entonces cuando se suceden las guerras de bandos, creando incertidumbre entre los vecinos, que decidieron buscar protección y seguridad agregándose a una villa. Así pues, una parte de la localidad (la parroquia y 25 casas) se unió a Donostia, otra parte (15 casas) a Hernani y la última (6 casas en Lasarte) se agregó a Aitzondo.

Esta situación se prolongó hasta 1614, cuando los tres distritos decidieron volverse a unir. Un propósito que se hizo realidad un año después con Felipe III, previo pago de 25 ducados cada vecino.

El casco histórico iría desarrollándose a lo largo de los años, hasta que durante la Guerra Carlista, en 1837, quedó casi por completo arrasado, salvándose cinco casas.

Con este historial, el trazado urbano de Urnieta está conformado por un núcleo alrededor de la parroquia de San Miguel y la ermita de Santa Leocadia, al que se han ido agregando otras calles y construcciones recientes.

Fuera del núcleo urbano, el municipio se completa con los barrios de Oztaran, Ergoien, Lategi y Goiburu, ocupados por caseríos diseminados.

RCL 2011