Nekazaritza eta abeltzaintzakoak

Trujal Medieval de Tudela

Tenemos datos precisos sobre la explotación económica de la prensa de aceite de oliva y linaza. Se realizaba mediante alquileres anuales por parte de su propietario, el rey de Navarra, siempre a favor de expertos judíos. Las primeras rentas se consignan en los ejercicios contables de los años 1266 y 1284-1285. Representan la cota máxima de ingresos. La trayectoria descrita desde entonces por el trujal es bastante positiva hasta bien entrado el siglo XIV, incluso aparentemente en los años de fuerte inestabilidad climática. Pero esta evolución positiva se truncó en el año 1328 con ocasión, entre otros factores, del asalto a la judería tudelana que afectó seriamente a los potenciales explotadores del trujal. La posterior llegada de la dinastía Evreux abrió una nueva fase en la gestión de los recursos de los soberanos navarros. En el caso del trujal conllevó cierta estabilidad, pero por poco tiempo. En 1335 la Guerra contra Castilla arrasó muchos olivares y se inició un nuevo declive de las rentas. La Peste Negra de mediados de siglo significó la puntilla. Tras varios recortes, saldos deficitarios, tímidas recuperaciones y sucesivos alquileres desiertos, el trujal quedó prácticamente en desuso y definitivamente se derribó en 1358. La necesidad de despejar los aledaños extramuros para mejorar la defensa acarreó su completo desmantelamiento, junto con el de la tintorería y otros inmuebles próximos. Parece que el rey de Navarra no construyó un nuevo trujal en Tudela, al menos como el anterior. Ante la ya referida carestía del preciado producto autóctono, Carlos III fomentará la plantación de olivos mediante unas ordenanzas. Por lo visto, la difusión que por entonces habían alcanzado los pequeños trujales caseros ?no sólo en las ciudades?, le apartó de la idea de crear un gran centro propio como el que hemos visto que operó en los siglos XIII-XIV.

Con respecto a los dispendios que ocasionaba el trujal medieval, destaca por su frecuencia el arreglo del huso, una de las piezas que más sufría durante la operación de prensado. Consta que llevaba un remache de hierro en uno de los extremos. También se cita en un buen número de ocasiones el "sartán", platillo metálico dentro de la prensa donde se colocaba el cargo o masa de olivas antes de prensarlas. Otros elementos que registran intervenciones son el horno, las pilas de decantación, los almacenes y la "paela" o pala metálica utilizada para calentar ("turrar") la linaza. Como en cualquier edificio, también es necesario mantener la estructura de paredes, tanto interiores como exteriores, techos o abrir ventanas "para dar luz" a un segundo piso. En 1312 se documenta una reparación del "suelo de la sala donde ponían el linoso para hacer aceite". Se trataba de un suelo de mortero y yeso, donde en otra ocasión se dice que se "batía" el linoso. El interior y fachada de otra sala -llamada "de la cera"- se adecentó en 1343.

Los numerosos ejercicios con amplio superávit de fines del siglo XIII y comienzos del siguiente, contrastarían con la conocida sucesión de anualidades deficitarias detectadas a partir de la de 1337 hasta el cierre del trujal en 1358.

Ingresos y gastos nominales del trujal en Tudela (años 1266-1356)

Estidistica

Fuente: David Alegría (2004), p. 367.