Arte II.
Ermita de San Nicolás
En el barrio de La Peña, se halla la Ermita de San Nicolás realizada hacia 1200 con influencia del Cister. Una sola nave y cabecera recta con cubierta plana. Exteriores de sillería medieval que han sido recrecidos. Portada con arco apuntado que apoya en gruesas columnas con capiteles cistercienses. En el presbiterio, un pequeño retablo barroco sin policromar recubierto de profusa ornamentación. Imaginería de diferentes momentos a pesar de ser barrocas todas.
Ermita de San Gregorio
Data de fines del s. XVI, si bien se remodeló en el siglo pasado en el estilo neoclásico. Presidiendo la cabecera, un retablo también de estilo neoclásico. El santo titular es obra renacentista de comienzos del XVII.
Ermita de San José
Construida a finales del s. XIX consta de una sola nave de tres tramos, cabecera poligonal y coro alto a los pies, más dos pequeñas capillas rectangulares que son sacristía y capilla de Santa Bárbara. Techumbre plana en estos dos espacios, y de bóveda de crucería rebajada en la nave.
Estelas discoidales
Grupo de estelas discoidales de Tafalla recogidas en el paraje del Saso y en el cementerio viejo de San Pedro: ejemplares imprecisos, fechables entre los ss. XVI y XVIII.
Palacio Real
Apenas quedan restos, éstos de carácter arqueológico, del Palacio Real de Tafalla. Construido por Carlos III en el estilo del de Olite, debió de superar a éste en suntuosidad. Las obras, en las que trabajaron los mismos artífices que en Olite y que importaron cerca de 90.000 libras, se iniciaron en 1417, siendo interrumpidas a la muerte del Rey en 1425. El palacio ocupaba una superficie de 25.000 metros cuadrados, con una longitud total de más de 400 metros. Junto al Salón de Cortes, situado en el extremo meridional del casco urbano, se encontraba la plaza del palacio, los cuarteles y las caballerizas, ocupando la actual plaza de Navarra. Hacia el Norte se encontraba el Pavado, las habitaciones reales y un gran claustro gótico, así como las torres Morisca y del Reloj. Le seguía el Jardín de Abajo o de las glorietas y el Jardín de Arriba, ambos decorados con cenadores y fuentes, obras de Janin de Lome. Separaban ambos jardines el pasaje de Esperagrana, acceso al recinto amurallado. El Jardín de Abajo contaba con dos grandes estanques de riego cuya agua estaba canalizada desde la presa de Rekarte. La decadencia del palacio comenzó con la conquista castellana de 1512, aunque se celebraron Cortes en él hasta 1536; el abandono y destrucción se consumó en las guerras que jalonaron el s. XIX. A principios del presente siglo sólo quedaban en pie restos del mobiliario de los jardines, así como la emblemática torre de Ochagavía, prisión en su tiempo del Príncipe de Viana. (v. TORRE DE OCHAGAVIA). Se conservan algunos restos de su antigua muralla. En la Calle Recoletas se aprovechan torreones cúbicos de grandes sillares.
Otras edificaciones
Dentro del recinto murado se conservan numerosos restos de casas del s. XVI, de tipo popular, de sillería o sillarejo con grandes arcos de medio punto marcados por dovelas gigantes. También hay restos de arquitectura barroca.
En una plazoleta de la Calle Escorial se alza un palacio de grandes dimensiones, con primer cuerpo medieval de sillería y tres superiores de sillarejo enlucido articulado por balcones y ventanas rectas.
Las casas de la Calle del Olmo, de tipo popular, constan de dos cuerpos y ático construidas en sillarejo y ladrillo, rematadas en aleros de madera.
El n.º 3 de la Calle Belena de los Hornos luce un escudo del s. XVI con dos lobos pasantes. Frente a esta casa, una de tipo moderno, luce un escudo barroco de piedra de la segunda mitad del s. XVII.
En la Calle de San Juan se localiza el palacio renacentista de los Mariscales de Navarra. Es la construcción del s. XVI más importante de Tafalla. Forma un bloque de sillares bien escuadrados con dos esbeltos cuerpos y ático flanqueado por pequeños torreones prismáticos. En la planta baja se abre un portalón de medio punto con potentes dovelas de rosca moldurada. En el cuerpo noble tiene tres grandes ventanas rectas con marcos de baquetones aristados. Una línea de imposta decorada con bolas Reyes Católicos sirve de tránsito al ático y sobre ella una galería de arquillos rebajados que culmina en una cornisa con las cadenas de Navarra.
Cerca de la parroquia de San Pedro se encuentra una casa del s. XVI de sillar con dos cuerpos más ático recrecido con sillarejo.
En una casa que hace esquina con la Calla San Juan se exhibe un doble escudo de piedra rococó de la segunda mitad del s. XVIII con mascarón inferior y yelmo por timbre. Los n.º 71-73 son dos edificios del s. XVII; el primero de dos cuerpos y ático de sillería articulado por ventanas rectas; el segundo de sillería y sillarejo es semejante al anterior. El n.° 60, del s. XVI, lleva el nombre Casa de las rejas por las rejas de forja antigua que tiene en el segundo cuerpo. Entre ellas campea un blasón de finales del s. XVI con orla de cartelas de cueros retorcidos, sobre mascarón inferior, entre niños desnudos de estilo romanista y yelmo por timbre.
Una casa de la Calle de la Higuera exhibe a gran altura dos escudos neoclásicos. El n.º 33 de la misma calle, exhibe un escudo barroco de principios del s. XVIII sobre busto, entre desnudos tenantes y yelmo por timbre. Los n.º 27 y 28 son de tipo barroco del s. XVII de tres cuerpos de sillería con ventanas rectas y ático recrecido. En el n.º 30 se sitúa un escudo con orla barroca de follaje, sobre mascarón inferior, entre leones portantes y yelmo. La casa n.º 23 data de 1600, con tres cuerpos y doble ático, uno con arquillos y otro con dinteles. En la fachada campea un blasón rococó de la segunda mitad del s. XVIII. En la fachada lateral luce otro escudo rococó sobre mascarón, entre leones tenantes y yelmo por timbre. Los n.º 16 y 18 señalan un edificio en ruinas de 1600 con tres cuerpos y ático de ladrillo. La fachada ostenta un escudo del s. XIX. El n.° 13 pertenece al s. XVIII. Tiene fachada quebrada con tres cuerpos de sillería, el superior enlucido. El n.º 9 luce un escudo del s. XIX.
La Calle Feria, en el n.° 11, tiene un palacio barroco de 1680 con dos cuerpos y ático de sillería y un segundo ático enlucido. Sigue otra casa del s. XVI, rehecha en el s. XIX, que conserva el portalón de medio punto y el alero de madera primitivos. Los balcones del segundo cuerpo muestran ricos remates neoclásicos del s. XIX con guirnaldas de flores y entre ellos un blasón con aparatosa bordura neoclásica y yelmo. Los n.º 24 v 26 señalan dos casas del s. XVI con amplios portalones apuntados de grandes dovelas. Las casas n.º 21, 23 y 30 son también del s. XVI con grandes arcos apuntados con dovelas gigantes; la clave del n.º 30 lleva escudo de la época.
El n.º 20 de la Calle Túbal conserva un gran portalón del s. XVI. El n.º 33, del s. XVIII, es un gran inmueble de sillería. Sigue el Palacio de los Garcés de los Fayos, monumental edificio del s. XVI de traza quebrada, de sillar con dos cuerpos y ático.
El n.º 16 de la Calle Misericordia tiene un escudo en la clave de la puerta de ingreso. En la parte alta de la calle se encuentra una casa del s. XVI de dos cuerpos y ático, con dos grandes arcos apuntados con portante dovelaje en el cuerpo bajo.
El n.º 18 de la Calle Santa Lucía señala una casa del s. XVI de dos cuerpos de sillería y amplio ático recrecido. Sobre el gran portalón de ingreso hay una ventana geminada con dos arcos conopiales, hoy ciegos, y entre ellos un escudo con tres arcos.
La casa n.º 10 de la Calle Navaz y Vides luce un gran blasón barroco de principios del s. XVIII con rica orla de follaje, sobre cabeza inferior, entre guerreros tenantes de toscas cabezas y yelmo por timbre.
La Calle de la Cuesta tiene una casa barroca con dos cuerpos de sillería y ático de ladrillo, todo ello con ventanas rectas. En la fachada campea un escudo rococó de la segunda mitad del s. XVIII.
En la Calle Primicia se encuentra una gran casa barroca con tres cuerpos de sillería y ático de ladrillo, todos con ventanas rectas.
El n.º 11 de la Calle Salvador corresponde a una gran casa barroca de dos cuerpos de sillería y un tercero y ático de ladrillo. En el segundo cuerpo se abren balcones con marcos de orejeras y el ático presenta una galería de vanos rectos entre robustos pilares cruciformes.
Al principio de la Calle Santa María se alza un edificio del s. XVI con portalón de medio punto articulado por gigantescas dovelas. El portal de medio punto del n.º 24 también es del XVI, así como el que hace esquina con la Calle Concepción, con escudo de la época en la clave. La casa n.° 15 es de estilo barroco de dos cuerpos y ático de ladrillo enlucido rematándose en alero de madera sobre línea de tacos.
Saliendo al antiguo Camino Real destaca un gran edificio de estilo ecléctico, cuya estructura asemeja modelos franceses. La planta baja se abre en arcos rebajados almohadillados, alternándose puertas y ventanas; en el segundo cuerpo hay balcones con frontones rectos y en los del tercero alternan los frontones rectos con los curvos, rematando el conjunto un ático a manera de mansardas con ventanas sobre cornisa de ménsulas. En la terraza se sitúa un templete poligonal abierto que da luz a la escalera. Ante este edificio se alza el monumental Palacio del marqués de Feria, de finales del s. XVIII y de estilo neoclásico. Tiene un primer cuerpo de sillería y otros dos y un ático de ladrillo, todos ellos con vanos rectos. En la fachada campea un blasón de piedra de estilo rococó con corona abierta por timbre. La escalera es una caja barroca de finales del s. XVIII con planta cuadrada.
Siguiendo por el Camino Real se llega a la Plaza de Navarra, proyecto urbanístico del s. XIX construido a partir de 1856 por Martín Saracíbar sobre el antiguo patio principal del palacio real. Es de estilo neoclásico y presenta un conjunto uniforme con arcos de medio punto sobre potentes pilares prismáticos de sillería con pilastras adosadas en la planta baja. Sobre ella se alzan dos cuerpos de balcones rectos y paramentos enlucidos, destacándose el bloque central del Ayuntamiento. Se concluyó hacia 1900.
Hacia la Avenida de la Estación se encuentra una casa, obra barroca pero transformada en el s. XIX, de tres cuerpos de sillería, los dos superiores con ocho líneas de balcones. Es la antigua casa de los Recart de Landívar, hoy de los Azcona. La fachada exhibe un escudo de la época, sobre mascarón inferior, entre niños desnudos tenantes y yelmo por timbre.
En la Calle Recoletos se encuentra el Palacio de los Mencós, de sillería, de dos cuerpos y ático articulado por ventanas rectas lisas, menos el arco de ingreso de medio punto. A la altura del ático se adosa un blasón de la época sobre cartelas de cuero retorcidos y corona abierta por timbre. En el interior, gran escalera imperial barroca del s. XVIII con eje perpendicular a la fachada. Detrás del palacio se extiende un gran jardín. El oratorio está presidido por un retablo manierista de la primera mitad del s. XVII. Tiene un banco entre pedestales con pinturas sobre tabla de la época. Ref. Catálogo Monumental de Navarra, M. de Olite.
Ermita de San Nicolás
En el barrio de La Peña, se halla la Ermita de San Nicolás realizada hacia 1200 con influencia del Cister. Una sola nave y cabecera recta con cubierta plana. Exteriores de sillería medieval que han sido recrecidos. Portada con arco apuntado que apoya en gruesas columnas con capiteles cistercienses. En el presbiterio, un pequeño retablo barroco sin policromar recubierto de profusa ornamentación. Imaginería de diferentes momentos a pesar de ser barrocas todas.
Ermita de San Gregorio
Data de fines del s. XVI, si bien se remodeló en el siglo pasado en el estilo neoclásico. Presidiendo la cabecera, un retablo también de estilo neoclásico. El santo titular es obra renacentista de comienzos del XVII.
Ermita de San José
Construida a finales del s. XIX consta de una sola nave de tres tramos, cabecera poligonal y coro alto a los pies, más dos pequeñas capillas rectangulares que son sacristía y capilla de Santa Bárbara. Techumbre plana en estos dos espacios, y de bóveda de crucería rebajada en la nave.
Estelas discoidales
Grupo de estelas discoidales de Tafalla recogidas en el paraje del Saso y en el cementerio viejo de San Pedro: ejemplares imprecisos, fechables entre los ss. XVI y XVIII.
Palacio Real
Apenas quedan restos, éstos de carácter arqueológico, del Palacio Real de Tafalla. Construido por Carlos III en el estilo del de Olite, debió de superar a éste en suntuosidad. Las obras, en las que trabajaron los mismos artífices que en Olite y que importaron cerca de 90.000 libras, se iniciaron en 1417, siendo interrumpidas a la muerte del Rey en 1425. El palacio ocupaba una superficie de 25.000 metros cuadrados, con una longitud total de más de 400 metros. Junto al Salón de Cortes, situado en el extremo meridional del casco urbano, se encontraba la plaza del palacio, los cuarteles y las caballerizas, ocupando la actual plaza de Navarra. Hacia el Norte se encontraba el Pavado, las habitaciones reales y un gran claustro gótico, así como las torres Morisca y del Reloj. Le seguía el Jardín de Abajo o de las glorietas y el Jardín de Arriba, ambos decorados con cenadores y fuentes, obras de Janin de Lome. Separaban ambos jardines el pasaje de Esperagrana, acceso al recinto amurallado. El Jardín de Abajo contaba con dos grandes estanques de riego cuya agua estaba canalizada desde la presa de Rekarte. La decadencia del palacio comenzó con la conquista castellana de 1512, aunque se celebraron Cortes en él hasta 1536; el abandono y destrucción se consumó en las guerras que jalonaron el s. XIX. A principios del presente siglo sólo quedaban en pie restos del mobiliario de los jardines, así como la emblemática torre de Ochagavía, prisión en su tiempo del Príncipe de Viana. (v. TORRE DE OCHAGAVIA). Se conservan algunos restos de su antigua muralla. En la Calle Recoletas se aprovechan torreones cúbicos de grandes sillares.
Otras edificaciones
Dentro del recinto murado se conservan numerosos restos de casas del s. XVI, de tipo popular, de sillería o sillarejo con grandes arcos de medio punto marcados por dovelas gigantes. También hay restos de arquitectura barroca.
En una plazoleta de la Calle Escorial se alza un palacio de grandes dimensiones, con primer cuerpo medieval de sillería y tres superiores de sillarejo enlucido articulado por balcones y ventanas rectas.
Las casas de la Calle del Olmo, de tipo popular, constan de dos cuerpos y ático construidas en sillarejo y ladrillo, rematadas en aleros de madera.
El n.º 3 de la Calle Belena de los Hornos luce un escudo del s. XVI con dos lobos pasantes. Frente a esta casa, una de tipo moderno, luce un escudo barroco de piedra de la segunda mitad del s. XVII.
En la Calle de San Juan se localiza el palacio renacentista de los Mariscales de Navarra. Es la construcción del s. XVI más importante de Tafalla. Forma un bloque de sillares bien escuadrados con dos esbeltos cuerpos y ático flanqueado por pequeños torreones prismáticos. En la planta baja se abre un portalón de medio punto con potentes dovelas de rosca moldurada. En el cuerpo noble tiene tres grandes ventanas rectas con marcos de baquetones aristados. Una línea de imposta decorada con bolas Reyes Católicos sirve de tránsito al ático y sobre ella una galería de arquillos rebajados que culmina en una cornisa con las cadenas de Navarra.
Cerca de la parroquia de San Pedro se encuentra una casa del s. XVI de sillar con dos cuerpos más ático recrecido con sillarejo.
En una casa que hace esquina con la Calla San Juan se exhibe un doble escudo de piedra rococó de la segunda mitad del s. XVIII con mascarón inferior y yelmo por timbre. Los n.º 71-73 son dos edificios del s. XVII; el primero de dos cuerpos y ático de sillería articulado por ventanas rectas; el segundo de sillería y sillarejo es semejante al anterior. El n.° 60, del s. XVI, lleva el nombre Casa de las rejas por las rejas de forja antigua que tiene en el segundo cuerpo. Entre ellas campea un blasón de finales del s. XVI con orla de cartelas de cueros retorcidos, sobre mascarón inferior, entre niños desnudos de estilo romanista y yelmo por timbre.
Una casa de la Calle de la Higuera exhibe a gran altura dos escudos neoclásicos. El n.º 33 de la misma calle, exhibe un escudo barroco de principios del s. XVIII sobre busto, entre desnudos tenantes y yelmo por timbre. Los n.º 27 y 28 son de tipo barroco del s. XVII de tres cuerpos de sillería con ventanas rectas y ático recrecido. En el n.º 30 se sitúa un escudo con orla barroca de follaje, sobre mascarón inferior, entre leones portantes y yelmo. La casa n.º 23 data de 1600, con tres cuerpos y doble ático, uno con arquillos y otro con dinteles. En la fachada campea un blasón rococó de la segunda mitad del s. XVIII. En la fachada lateral luce otro escudo rococó sobre mascarón, entre leones tenantes y yelmo por timbre. Los n.º 16 y 18 señalan un edificio en ruinas de 1600 con tres cuerpos y ático de ladrillo. La fachada ostenta un escudo del s. XIX. El n.° 13 pertenece al s. XVIII. Tiene fachada quebrada con tres cuerpos de sillería, el superior enlucido. El n.º 9 luce un escudo del s. XIX.
La Calle Feria, en el n.° 11, tiene un palacio barroco de 1680 con dos cuerpos y ático de sillería y un segundo ático enlucido. Sigue otra casa del s. XVI, rehecha en el s. XIX, que conserva el portalón de medio punto y el alero de madera primitivos. Los balcones del segundo cuerpo muestran ricos remates neoclásicos del s. XIX con guirnaldas de flores y entre ellos un blasón con aparatosa bordura neoclásica y yelmo. Los n.º 24 v 26 señalan dos casas del s. XVI con amplios portalones apuntados de grandes dovelas. Las casas n.º 21, 23 y 30 son también del s. XVI con grandes arcos apuntados con dovelas gigantes; la clave del n.º 30 lleva escudo de la época.
El n.º 20 de la Calle Túbal conserva un gran portalón del s. XVI. El n.º 33, del s. XVIII, es un gran inmueble de sillería. Sigue el Palacio de los Garcés de los Fayos, monumental edificio del s. XVI de traza quebrada, de sillar con dos cuerpos y ático.
El n.º 16 de la Calle Misericordia tiene un escudo en la clave de la puerta de ingreso. En la parte alta de la calle se encuentra una casa del s. XVI de dos cuerpos y ático, con dos grandes arcos apuntados con portante dovelaje en el cuerpo bajo.
El n.º 18 de la Calle Santa Lucía señala una casa del s. XVI de dos cuerpos de sillería y amplio ático recrecido. Sobre el gran portalón de ingreso hay una ventana geminada con dos arcos conopiales, hoy ciegos, y entre ellos un escudo con tres arcos.
La casa n.º 10 de la Calle Navaz y Vides luce un gran blasón barroco de principios del s. XVIII con rica orla de follaje, sobre cabeza inferior, entre guerreros tenantes de toscas cabezas y yelmo por timbre.
La Calle de la Cuesta tiene una casa barroca con dos cuerpos de sillería y ático de ladrillo, todo ello con ventanas rectas. En la fachada campea un escudo rococó de la segunda mitad del s. XVIII.
En la Calle Primicia se encuentra una gran casa barroca con tres cuerpos de sillería y ático de ladrillo, todos con ventanas rectas.
El n.º 11 de la Calle Salvador corresponde a una gran casa barroca de dos cuerpos de sillería y un tercero y ático de ladrillo. En el segundo cuerpo se abren balcones con marcos de orejeras y el ático presenta una galería de vanos rectos entre robustos pilares cruciformes.
Al principio de la Calle Santa María se alza un edificio del s. XVI con portalón de medio punto articulado por gigantescas dovelas. El portal de medio punto del n.º 24 también es del XVI, así como el que hace esquina con la Calle Concepción, con escudo de la época en la clave. La casa n.° 15 es de estilo barroco de dos cuerpos y ático de ladrillo enlucido rematándose en alero de madera sobre línea de tacos.
Saliendo al antiguo Camino Real destaca un gran edificio de estilo ecléctico, cuya estructura asemeja modelos franceses. La planta baja se abre en arcos rebajados almohadillados, alternándose puertas y ventanas; en el segundo cuerpo hay balcones con frontones rectos y en los del tercero alternan los frontones rectos con los curvos, rematando el conjunto un ático a manera de mansardas con ventanas sobre cornisa de ménsulas. En la terraza se sitúa un templete poligonal abierto que da luz a la escalera. Ante este edificio se alza el monumental Palacio del marqués de Feria, de finales del s. XVIII y de estilo neoclásico. Tiene un primer cuerpo de sillería y otros dos y un ático de ladrillo, todos ellos con vanos rectos. En la fachada campea un blasón de piedra de estilo rococó con corona abierta por timbre. La escalera es una caja barroca de finales del s. XVIII con planta cuadrada.
Siguiendo por el Camino Real se llega a la Plaza de Navarra, proyecto urbanístico del s. XIX construido a partir de 1856 por Martín Saracíbar sobre el antiguo patio principal del palacio real. Es de estilo neoclásico y presenta un conjunto uniforme con arcos de medio punto sobre potentes pilares prismáticos de sillería con pilastras adosadas en la planta baja. Sobre ella se alzan dos cuerpos de balcones rectos y paramentos enlucidos, destacándose el bloque central del Ayuntamiento. Se concluyó hacia 1900.
Hacia la Avenida de la Estación se encuentra una casa, obra barroca pero transformada en el s. XIX, de tres cuerpos de sillería, los dos superiores con ocho líneas de balcones. Es la antigua casa de los Recart de Landívar, hoy de los Azcona. La fachada exhibe un escudo de la época, sobre mascarón inferior, entre niños desnudos tenantes y yelmo por timbre.
En la Calle Recoletos se encuentra el Palacio de los Mencós, de sillería, de dos cuerpos y ático articulado por ventanas rectas lisas, menos el arco de ingreso de medio punto. A la altura del ático se adosa un blasón de la época sobre cartelas de cuero retorcidos y corona abierta por timbre. En el interior, gran escalera imperial barroca del s. XVIII con eje perpendicular a la fachada. Detrás del palacio se extiende un gran jardín. El oratorio está presidido por un retablo manierista de la primera mitad del s. XVII. Tiene un banco entre pedestales con pinturas sobre tabla de la época. Ref. Catálogo Monumental de Navarra, M. de Olite.