La villa de Pasaia, nacida como Pasajes en 1770 con Carlos III, está enclavada entre los montes Jaizkibel y Ulia, y junto al puerto de Pasaia. La forman cuatro distritos: Donibane, San Pedro, Trintxerpe y Antxo. Cada uno de ellos con una biografía diferenciada.
Donibane o San Juan fue parte de Hondarribia desde 1203, mientras que San Pedro perteneció a Donostia en 1180. El primero logró su autonomía en 1770, y San Pedro en 1805, al mismo tiempo que se anexionaba con San Juan. Sin embargo, ambos mantuvieron su independencia administrativa hasta 1898, cuando se fusionaron en un municipio único. A estos núcleos históricos de intensa dedicación marinera, vino a unirse Antxo, a fines del siglo XIX; mientras que Trintxerpe lo haría en la segunda mitad del XX.
Así pues la morfología urbanística de Pasaia resulta diversa: con un núcleo histórico alrededor de la bahía formado por San Juan y San Pedro, con Antxo, barrio portuario que ganó terrenos al mar, y Trintxerpe, en origen ocupado por familias obreras vinculadas a faenas marítimas.
La ocupación territorial del municipio ha estado sin embargo en tela de juicio, pues hace unos años se descubrió un documento de 1805 en el que el comisionado de Carlos IV fijaba los límites físicos y administrativos de Pasaia, que resultaban más amplios que los actuales e implicaba que Donostia cediera parte de su territorio. A esta larga reivindicación se le ha llamado el conflicto de las mugas y en la actualidad tal pretensión ésta desestimada.
El casco histórico de Pasai Donibane se articula en una sola calle, cuyo trazado sinuoso discurre paralelo al puerto por el Este. Sorteando escaleras y pasadizos se descubren interesantes construcciones civiles y religiosas, testigos de la crónica de Pasaia.
El casco de Pasai San Pedro se sitúa en la orilla de enfrente, y en él se ubica el puerto y la flota. El diseño urbano se planteó en origen con una única vía, entre el mar y el monte, cercana a la antigua parroquia y cementerio, que se trasladó en el siglo XVIII a su actual emplazamiento más cercano a la bahía. Luego se abrió la calle Arraunlari, que ganaba terreno al mar. Las construcciones que lo jalonan son de marcado carácter marinero, y lo mismo que sucede en Donibane, su calle principal atraviesa pasadizos y travesías en paralelo a los muelles. Lo configuran tres espacios diferenciados: la Herriko Plaza, el entorno de la calle San Pedro y la zona de Tirri Tarren.
Lindando con Pasai San Pedro y con el barrio donostiarra de Bidebieta, se emplaza Trintxerpe, el distrito más reciente surgido por la intensa actividad pesquera desarrollada en la zona y el de mayor densidad poblacional, también llamado "la quinta provincia gallega". En este espacio dominan las construcciones del siglo XX, aunque también se conserva algún caserío del XVIII.
Y por último, al otro lado Pasai Antxo, ocupando la antigua marisma de Molinao que fue desecada para dar uso industrial a los terrenos. Atravesado por la línea de ferrocarril y la carretera nacional, fue tradicionalmente un sector portuario que ha pasado a convertirse en un barrio obrero en expansión, que presenta un plano urbano de amplias manzanas en ordenada cuadrícula.
RCL 2011