Kontzeptua

Molinología (1990ko bertsioa)

Molinos: tipos según la fuerza motriz.

Molinos de sangre y tahonas: Se llaman molinos de sangre a aquellos que para su accionamiento usaban la fuerza de un ser vivo. Las tahonas -palabra derivada del árabe "tahuna", que significa molino- son aquellos molinos de sangre movidos particularmente por una caballería. Por supuesto que es correcto englobar los molinos de mano entre los de sangre, pero sus particularidades tanto históricas como técnicas aconsejan distinguirlos. Su más antigua referencia se encuentra en el Libro de los Jueces del Antiguo Testamento (Ju. 16-21), donde se describe la condena que padeció Sansón a manos de los filisteos. La cultura griega clásica, y sobre todo la romana, se sirvió con profusión de esta técnica, sustituyéndose por tahonas en el mundo romano al llegar la abolición de la esclavitud. Las tahonas encontradas en tierras vascas corresponden a la Edad Media y su uso se redujo a ciudades fortificadas, y durante el último siglo y medio a los oficios artesanales (chocolateros, olleros, carpinteros..). A fines del siglo XVII había en Bayona (Lab), en la calle Pannecau, dos molinos de caballos para moler el trigo y habían sido colocados en una casa que pertenecía a la ciudad. Esto era poco después de la invasión de Laburdi por un ejército español. La ciudad comprendió que morirían fácilmente de hambre, si los molinos que estaban en sus alrededores en el campo, eran ocupados por el enemigo. Se pensó entonces en crear un establecimiento que pudiese moler grandes cantidades de grano, que la previsión municipal guardaría en reserva para casos de este tipo. Antes de la construcción de estos molinos, ya existían otros en esta misma calle, ya que encontramos en 1295 una mención del alquiler otorgado a Etienne Duvigné, médico, de un cobertizo en la calle Pannecau "detrás de la casa del Rey donde están construidos los molinos".

Molinos de río: Según el historiador Lewis H. Morgan, la rueda hidráulica como motor en los molinos es una de las grandes aportaciones de las civilizaciones romana y griega. Lo cierto es que su aparición coincidió con el inicio de nuestra Era. Existen dos técnicas de molienda con la fuerza de las aguas del río, a tenor de la posición de sus ruedas: la aceña o rueda vertical, y el molino vitrubiano o de rueda horizontal. En la aceña el agua al caer por la parte superior arrastra la rueda colocada de forma vertical, mientras que en el vitrubiano se realiza a través de su rueda horizontal golpeada por el agua, que transmite a las muelas la rotación. Según algunos tratadistas el molino de río no se utilizó hasta el siglo I, como respuesta a la desaparición de la esclavitud. En Europa durante el siglo IV se generalizó al amparo de los poderes públicos a causa de la carencia de mano de obra que se registró en esa época. Los primeros datos relativos a Euskalerria apuntan a que su aparición tuvo lugar a finales del primer milenio de nuestra Era: el año 802 en Nafarroa, el 822 en Araba, el 1053 en Bizkaia, el 1125 en Iparralde y el 1141 en Gipuzkoa, son las fechas de los primeros documentos alusivos a los molinos de río vascos. Es muy posible que anteriormente también los hubiera, pero por falta de testimonios escritos nos reservamos de afirmarlo.

Molinos de viento: Son aquellas máquinas que utilizan para moler energía eólica. Asegura Julio Caro Baroja que la mención más antigua de un molino de viento se halla en Las praderas de oro, obra del escritor árabe Al-Mas'üdí, localizada durante el siglo X en el Sijistán, una franja de terreno hoy dividida entre Irán y Afganistán, que se ha definido como tierra del viento por antonomasia. Pero el propio Caro Baroja indica que en el siglo VI ya se conocía en Persia el molino de viento de eje vertical, aunque en Europa se modificó por ejes de accionamiento horizontal. Quedan por despejar algunas incógnitas históricas: ¿no existirá acaso algún eslabón que aún desconocemos entre el siglo VI y el XI, en que se introducen en nuestro continente? ¿Cuál fue la evolución de los molinos de eje vertical hasta los europeos de eje horizontal? En Euskalerria sobreviven restos de molinos de viento centenarios: Abadiano, Ispaster, Sondika o Getxo, todos ellos en Bizkaia. Por otra parte se ha encontrado documentación que certifica que hubo además diversos y numerosos molinos en altiplanos de Nafarroa, Gipuzkoa, Araba e Iparralde, la mayoría posteriores al siglo XIII, mientras que no se conocen en las costas hasta el siglo XVIII, cuya construcción parece coincidir con la grave sequía que azotó a principios de aquel siglo.

Molinos de barca: Propiamente los molinos de barca pertenecen, en cuanto a la energía de la que se sirven, a los de río, pero por sus particularidades técnicas -carencia de depósito, flotación.. .- merecen una mención aparte. El molino de barca es una nave amarrada en el medio de un río, con una o dos ruedas a los lados. La corriente fluvial hace girar las aspas que transmiten el movimiento rotativo a la muela situada en el interior de la barcaza. Su origen se desconoce pero los documentos datan en el siglo V sus primeras apariciones. Fue muy extendido en Centro-Europa y prácticamente inédito en Euskalerria.

Molinos de marea: Se definen como molinos de marea a aquellos que utilizan el flujo y reflujo de las mareas para su accionamiento. Por las necesidades de su mecanismo se desconocen en los mares interiores y han abundado en las costas oceánicas. El primer dato fidedigno se refiere a un molino de mareas establecido en Dover, Inglaterra, al parecer construido entre los años 1067 y 1082. Gran Bretaña, Francia, Portugal y también Euskalerria han visto proliferar en sus costas esta clase de molinos. Según el molinólogo C. Rivals hacia el 1125 se construyó el molino de Mufale, en Baiona (Iparralde), lo que de ser cierto lo situaría entre los más antiguos del mundo. En el Tratado de Molinología de A. Aguirre se describen 31 molinos de marea de Gipuzkoa, Bizkaia y Lapurdi, lo que da cuenta de su abundancia en otras épocas. De las investigaciones históricas efectuadas parece desprenderse que fueron los maestros constructores de la zona norte de Euskalerria, los gascones, quienes fabricaron los primitivos molinos de marea vascos, y mostraron la técnica de construcción a los guipuzcoanos y vizcaínos.

Otros molinos: Dejamos constancia de la utilización del principio de la molienda también con fuerzas motrices distintas del agua y el viento, como son: los molinos de vapor, los eléctricos, de gas, gas-oil etc. El primer molino de vapor fue obra de los hermanos Jacques y Constantin Périer, en 1790 en la provincia parisina. En el plano anecdótico, tuvieron extraordinaria difusión los molinos de motor durante la época del "estraperlo" en España, algunos incluso instalados en el interior de furgonetas y camiones. Además de la molienda de alimentos, los molinos se han empleado para otros usos como molturación de sustancias textiles, vegetales o minerales, y por su principio de accionamiento se han movido máquinas de trabajo metalúrgico, carpinterías, papelerías y un largo etcétera. En suma, fue trascendente la utilización del agua como elemento energético en el desarrollo industrial de la humanidad.

Bayona (Laburdi), poseía varios molinos dentro de su jurisdicción, pero se podían contar 27 en un radio de 2 a 3 leguas solamente. Los de la jurisdicción eran: el molino de la ciudad dentro del recinto, el molino del Juge o de la Visitation, el de Sabalce, el de Onzac, el de Bryries, de St. Esprit, Castera y Castel-Boyer; en St. Etienne el molino de Bache Forêt; en Anglet, los molinos de Saur, de Aritzague, de Brindos, de Hausquette, de Valentin; en Biarritz, los molinos de Belay y Sopite; en Arcangues, el molino de Alotz; en Urdains, el de Berriots; en Villefranque, el de Biriato; en St. Pierre de Irube, los molinos de Hillans y de Escoute-Pluye; en Tornos, los de Esbouc y Compagnet; en St. Bernard, Moulin Nao, Lamothe, Habas, Pry y Arraumets. Durante la edad media, más allá de sus murallas fortificadas y en un radio que no era demasiado extendido, la ciudad poseía una cadena de molinos, entre los cuales citaremos los de Mufale o de Balichon, etc, sobre la orilla izquierda del río Adur, y los de Lamorhe, Moltnau y Esboucq, en la orilla derecha. Cada particular mandaba moler su grano. En 1584, se encuentra una nomenclatura de los molinos de Bayona que es la siguiente: Biriato, Habas, Bériots, Molin-Nau, Sainte-Croix, Esbouc, Onzac, Escoute-Pluye, Beyris, Sabalse, Urrusague, Hausquette y de Sault.-D.