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MIRANDA DE ARGA

El primitivo castillo. Altadill nos da a conocer en su conocida obra noticias de este castillo: "Este castillo de Miranda de Arga, de probable abolengo sarraceno, que ocuparon temporalmente la comarca, se halló emplazado en una colina cercana, donde perduran unos maltrechos torreones al cual denominan en la localidad 'Cuarto de los Moros', donde situaron los invasores una fortaleza, algún tanto semejante a la denominada Torraza que en Valtierra puede todavía contemplarse muy maltrecha, construida con argamasas petrificadas aunque resistentes, pero que al cabo de tantas centurias renuncian ya al pretendido título de perpetuidad. También existía en la villa una casa-fuerte, palacio señorial, en los comienzos del pasado siglo XIX, con dos torres (a semejanza de otras en pie como en Bertizarana y Baztán, en Elizondo y Arizkun, Irurita y Reparazea), y gran frontispicio, en incipiente ruina".

Alcaides del Castillo. Siguiendo a Campión, Altadill presenta la siguiente relación: Año 1201, D. García de Oriz que antes lo había sido en Maya y al cual retomó en 1232, no sin haber asistido a la batalla de Las Navas, después de la cual gobernó en Caparroso desde 1214 a 1219; en 1202 D. Martín Txipia, que antes mandó el castillo de Azagra y al cual volvió en 1206 hasta el 1208; en 1219, D. Lope de Oriz, que en 1214 había mandado el castillo de Monreal; en 1265, D. Pierres de Lechat, en 1266, D. Pedro de Gabarda (sueldo VIII libras, por año incompleto); en 1284, D. Miguel Lópiz de Urroz; en 1294, D. Pierres de Bascogirau, súbdito extranjero; en 1304, D. Pedro de Ripa, hasta 1308; en 1309, Mesire Droconi de Saint Paulo (de Ultrapuertos); en 1321, Mesire Pierres de Lesart (de Ultrapuertos); en 1328, Mesire Lope Périz de Ainhoa, hasta 1330; en 1333, D. Pedro Jiméniz de Mirafuentes; en 1334, D. Lope Périz de Erro, hasta 1336; en 1338, el mismo, con D. Martín Sánchez de Acedo, hasta 1339; en 1339, continuaron los mismos; en 1341, D. Yenego de Monreal, cesando D. Lope Périz de Erro; en 1390, D. Pedro de Lesaga (no percibía sueldo); en 1423, D. Bernardo de Ezpeleta (no percibía sueldo); en 1512, D. Ladrón de Mauleón, último de la serie y al cual tocó presenciar la demolición de la fortaleza en el año siguiente, por mandato del monarca castellano.

Fueros de Miranda. Sancho el Fuerte de Navarra le otorgó en octubre de 1208 (Lacarra: Notas para..., 1933 p. 271) los primeros Fueros según los cuales los habitantes de Miranda debían pechar cada año 4.200 sueldos de la moneda que corriese, los 3.000 para el ricohombre que tuviese la honor por la mano del rey, a razón de 10 caberías, y los 1.200 para el rey; que cada vecino pechase según su poder en heredad y mueble; que no pechasen novena, carnal, ni cena ni otra cosa, excepto los homicidios y calonias; que no fuesen a labor del rey; que no tuviesen otro señor, ni prestamero, sino al ricohombre que tuviese la villa por mano del rey; que el ejército fuese uno de cada casa y el apellido todos los que pudiesen tomar armas; y que los que tuviesen caballo, escudo y capillo de hierro, no recibiesen huéspedes en sus casas contra su voluntad. La villa estuvo también, junto con Artajona, Mendigorría y Larraga, comprendida en los Fueros de la Novenera descubiertos en 1933 por Gunar Tilander.

Regadío. Datando de la época de la administración musulmana, en 1236 el rey Teobaldo I concedió facultad al concejo de Miranda para hacer un regadío a provecho de los vecinos y del rey, mandando que si alguno de ellos reclamase daños en la ejecución de la obra, se determinase a juicio de cinco hombres buenos de Artajona y Falces: car. 3, f. 273. En 1263 cedió el pueblo -clérigos, labradores y concejo- el patronato de su iglesia en favor del rey: Carlos III de Navarra autorizó un nuevo trazado de regadío en 1413. Noticias diversas. En 1276 Martín Roiz de Aibar, merino, presta homenaje a la reina Juana en la persona de Imberto de Belpuch, condestable de Francia, por los castillos de Miranda, Cárcar, Andosilla, Ablitas, Lestaca y Peñaflor. En 1290 el concejo de Miranda confirma la cesión que había hecho a Teobaldo II, en 1263, del derecho de patronato de la iglesia de San Benito, de dicha villa. En 1213 Felipe el Luengo presenta a Simón Aubert, su procurador en Navarra, para la rectoría de la iglesia de Miranda, vacante por defunción de Martín Iñiguez de Urras. En 1320 Felipe el Luengo hace donación de los patronatos de las iglesias de Lerín, Miranda, Peralta, Cáseda, Cirauqui, Baigorri, Sesma, Villatuerta y Villamayor al obispo y capítulo de Santa María de Pamplona. En 1322 Simón Aubert, rector de la iglesia de Miranda, visto el mal estado económico de dicha iglesia, arrienda los diezmos, procesiones, rentas y provechos de aquélla, por tiempo de diez años a Miguel Pérez de Bernosa, canónigo de Calahorra y vicario de Olite, y a Miguel Jiménez de Sangüesa, antiguo canónigo de Tudela y rector de la iglesia de Cárcar. El 18 de septiembre 1331 Felipe de Évreux y Juana confirman la donación hecha por Felipe el Luengo al obispo y capítulo de Pamplona del patronato de las iglesias de Lerín, Miranda, Peralta, Cáseda, Cirauqui, Baigorri, Sesma, Villatuerta y Villamayor.

En poder de los castellanos. En 1379 cayó en poder de los castellanos en el transcurso de la guerra entre Carlos II "El Malo" y Enrique II de Castilla. El Tratado de Briones firmado a continuación estipuló que Miranda, junto con otras localidades y castillo, permaneciera durante diez años en poder extranjero. En 1387 perdonó el rey a dicho pueblo la parte que le correspondía pagar en la ayuda de 30.000 florines, excepto 6 florines; porque no habían quedado sino tres vecinos residentes, huyendo los demás a otros lugares a causa de la gran seca y de que la gente de armas francesa, a su paso para Castilla, se alojó allí tres días, "et les bebieron el poco vino que habian, et les estruyeron quanto tenían en lures casas".

Cahués. Tuvo pleito con el patrimonial real en 1421 sobre la pecha el lugar despoblado de Cahués.

Al señorío de los Foix. En 1447 el príncipe Carlos de Viana dio al conde de Fox las pechas, señorío y jurisdicción baja y mediana, civil y criminal de Miranda en pago de 20.000 florines de oro que se le debían del dote ofrecido por el rey, príncipe y las Cortes, a la infanta Doña Léonor, mujer de dicho conde.

Los mirandeses expulsan a los castellanos. Según refiere Idoate en Rincones..., t. III, pág. 548, en el año 1466 la princesa doña Leonor concedió el privilegio de hidalguía y franqueza para sus casas a Miguel de Ochoa y a otros mirandeses, por haberse portado heroicamente en 1463, expulsando a los castellanos. Pese a ello, los condes de Lerín nombraban al alcalde y al preboste.

Hidalguía y villazgo. Por el mismo motivo en el año 1512 los reyes don Juan y doña Catalina concedieron a Miranda la hidalguía e infanzonía para sus habitantes, la gracia de buena villa con asiento a Cortes, una feria franca de ocho días y las armas o blasón que habían de ostentar en adelante.

En la conquista de Navarra, fiel. A mediados de agosto de 1512, teniendo lugar la conquista de Navarra por Fernando el Católico, y habiéndose sometido ya casi toda Navarra, Miranda junto con otras pocas plazas navarras todavía resistía. Hasta que en el mismo agosto tuvo también que someterse ante la superioridad numérica del ejército castellano del duque de Alba. El 21 de septiembre de 1512 llegan a Logroño los delegados de Miranda para reconocer a Fernando como rey y prometerle fidelidad. Por su parte Fernando, siguiendo la costumbre, confirmó los fueros de ésta y otras localidades navarras.

El señorío de Lerín, impugnado. En agosto de 1514 Fernando el Católico concedió junto con otros privilegios los impuestos de la villa de Miranda al jefe de los beamonteses Luis de Beaumont, como premio a la decidida ayuda que le había prestado durante la conquista del reino de Navarra. Los condes de Lerín pretendieron ejercer derechos reverenciales sobre Miranda, cosa que los mirandeses impugnaron y se negaron a aceptar. En 1630 compraron por 7.000 ducados de plata la jurisdicción criminal librándose así de esta sujeción. En 1590 había sostenido la villa un importante pleito con los Lerín. Según refiere Idoate en Rincones..., [t. III, págs. 116 y 117] en una ejecutoria del año 1634 consta que la villa de Miranda pagaba una pecha anual de 85.400 maravedies por cuarteles, además de 15.000 maravedies anuales de alcabala y otra pecha de 5.031 maravedises pagaderos el día de San Miguel. El molino estaba arrendado a Juan de Arteta, vecino de La Puente, en 500 robos de trigo cada año.

Amantes de su patrimonio artístico. Refiere también Idoate en Rincones..., [t. III, págs. 548 y 549] que en el año 1764 el alcalde de Miranda, el vicario y algunos más autorizaron al cantero Ondicola para utilizar la piedra del castillo con destino a la basílica de Nuestra Señora del Castillo. Un sector de la población protestó enérgicamente, alegando que no debía destruirse una gloria local "en que tiene la villa vinculado su honor". Argüían además los defensores del antiguo castillo que la generosidad de los particulares habían mantenido siempre la ermita.

Guerra de la Convención. Al anunciarse la misma se alistaron para combatir 29 mirandeses a los que luego se sumaron 39 más.

Guerra contra los franceses. En marzo del año 1810 la partida de guerrilleros de Javier de Mina atacó a la guarnición francesa de Miranda de Arga, causándoles diez muertos y cuarenta heridos. Los guerrilleros sufrieron 16 bajas. Los habitantes de la villa se vieron esquilmados por los tributos exigidos por los ocupantes y se vieron obligados a vender lo mejor de sus comunales. La partida de guerrilleros de Mina vino a Miranda de Arga en enero del año 1810, procedente de Tafalla, donde había intentado, sin conseguirlo, sorprender la guarnición francesa. Hizo noche en Miranda, encaminándose al día siguiente, muy de madrugada, a la villa de Sesma. A principios de junio del año 1811, la partida de guerrilleros de don Francisco Espoz y Mina pasó por Miranda de Arga, procedente de Andosilla y con dirección a Mendigorría.

Guerra de 1936-1939. Como consecuencia de la represión fueron asesinadas 26 personas de esta localidad: Luis Baztán Ibáñez, Zacarias Baztán Echarri, Felipe Elizalde Bueno, Anastasio Ezquerro García, Valentín Ezquerro García, Apolinar González Sesma, Felipe Guillén Echarri, Víctor Guillén Echarri, Marcelo Ibáñez Jaime, Angel Ibáñez Sesma, Arcadio Ibáñez Sesma, Joaquín Ibáñez Sesma, Víctor Ibáñez Sesma, Ramón Iradier Oses, Victorino Iturmendi Fernández, José Jaurrieta Beruete, Antonio Murugarren San Juan, Félix Murugarren San Juan, Nazario Murugarren, José Romano Irigoyen, Germán San Juan Beruete, Justo Sesma Zaratiegui, Matías Tapiz Abrego, Manuel Tapiz Amézqueta, José Tapiz Tila, Joaquín Ventura San Juan. (Ref. NG!).