Kontzejuak

LEGASA

Brujería. También el lugar de Legasa se vio sacudido por la cacería de brujas organizada por los tribunales civiles de Navarra, y por la Inquisición después, a comienzos del s. XVII. En 1611 llevaba a cabo pesquisas por su cuenta el abad de Urdax, Aranibar, que denunció múltiples casos e hizo confesar a niños y mayores en la comarca. La histeria hizo presa en Legasa donde la gente, por su cuenta, apresó a varias sospechosas, entre ellas a la esposa de Eneco de Elizamendi a la que acusaron de provocar epidemias entre los niños. Fue puesta en el cepo y apedreada. Las autoridades pidieron al rector que enviara presas a Logroño a Graciana de Maribertizena y a su hija, la mujer del tal Eneco, y a Gracia Pérez "que son las que llevan a los niños a los aquelarres". El lugar estaba dividido en bandos opuestos y "vbo vias de hecho y cuchilladas y vandos y tres o quatro hombres están mal heridos..." El rector de Yanci, en una carta escrita por esas fechas, relata cómo se atormentó a dos mujeres en un cepo metiéndoles las piernas en agua helada hasta que, congeladas las piernas, confesaron. Durante estos acontecimientos, de 73 personas llamadas a declarar, sólo 17 reconocieron que había un akelarre en el lugar.

Desamortización. En cumplimiento de la ley de desamortización del 1 de mayo de 1855 se vendió en esta localidad, en 1863, un molino harinero y una casa [Ref. R. G. CH. "La D. C. en N.").