A la orilla izquierda del río Bidasoa, sobre una amplia zona llana, se sitúa esta pequeña localidad. Su caserío se distribuye a partir de la iglesia de Santa Catalina situada en el centro. En su término se halla la ermita de Santa Leocadia. Las viviendas de Legasa se enmarcan dentro de la tipología de construcción popular con fachadas enlucidas, zócalo de sillarejo, piedra de sillería en esquinas y vanos, que generalmente son adintelados. La composición de las fachadas se organiza en torno a tres alturas más ático, mientras que para la cubierta se emplea la tradicional teja a dos aguas. La mayoría de estos edificios presentan a la altura del segundo o tercer piso un escudo barroco que representa las armas del valle de Bertiz; una sirena con espejo y peine en las manos, sobre olas de agua y normalmente entre dos cirios.
Arquitectura civil
Son numerosas las viviendas que comparten la tipología descrita. Se describen a continuación las correspondientes a los números 10, 31 y la casa Zubieta. La número 10, situada en frente de la iglesia, se presenta como un edificio aislado. La fachada principal se divide en tres alturas. La superficie de la misma aparece enlucida a excepción de un gran zócalo de sillarejo que recorre el piso inferior. En el mismo, se abre un gran portalón de medio punto con robustas dovelas. En el nivel central se sitúan dos ventanas rectas enmarcadas por piedra de sillería. En el piso superior se ubica una ventada adintelada con un gran balcón corrido de madera, que recorre el ancho de la fachada. Cadenas de sillar remarcan las esquinas del edificio. En la fachada lateral, orientada hacia la plaza de la parroquia, se abren hasta seis vanos rectos a la altura del piso central. En el superior, de este mismo lado, aparecen tres modernas ventanas amansardadas. Todas las ventanas del inmueble aparecen protegidas por contraventanas de madera de color marrón. La cubierta del conjunto es de teja roja a dos aguas. La casa número 31 es llamada Arozquenea. Se trata de uno de los edificios más notables de la población, si bien, su estado de conservación no es el idóneo. Es una gran vivienda provista de tres alturas más ático. En el primer nivel, sobre un gran zócalo se sillarejo, se abren dos grandes puertas adinteladas y dos ventanas de similar trazado. La segunda y la tercera altura presentan una estructura similar y simétrica, con cuatro ventanas adinteladas enmarcadas con piedra de sillería y contraventanas de madera de tono verdoso. En el ático se abren tres pequeñas ventanas rectas y un pequeño balcón de madera en el centro del mismo. La fachada aparece protegida por un deteriorado alero de madera. La cubierta es a dos aguas. Como elemento decorativo ostenta, en el primer nivel, un gran escudo barroco de alabastro que llama la atención al visitante; decorado con plumas y yelmo, presenta a un guerrero con cuatro torres, una sirena y cinco cuarteles de diferente motivo. Paralela al río, en la proximidad del antiguo puente, se localiza la casa Zubieta. Sobresalen en su piso inferior, dos puertas de ingreso de medio punto, de diferente tamaño. En la fachada de sillería y sillarejo destacan dos ventanas geminadas con arcos conopiales, posiblemente del siglo XVI. En el segundo nivel aparece un escudo barroco con las armas del valle. Otras interesantes y representativas viviendas de Legasa son: Kortalea, Etxeberria, Arotxa, Argiñenea, Morronguenea y Bidainea.
Arquitectura religiosa
Parroquia de Santa Catalina. Situada en el centro de la población, sobre un gran espacio abierto, se sitúa este templo de origen medieval. Data del siglo XIII si bien, el aspecto general que hoy ofrece se debe a una reforma barroca del siglo XVIII. Al exterior, se presenta como un sólido bloque horizontal de piedra de sillería de tono rojizo, en el que sobresale, a los pies, una torre neogótica de comienzos del siglo XX. En el mismo periodo se añade un alto muro lateral que hoy sirve para el juego de pelota. A ambos lados aparecen sendos contrafuertes que llegan hasta la cumbre y mantienen la sensación de robustez en el conjunto. La portada apuntada del siglo XIII mantiene una triple arquivolta sobre impostas sin decoración alguna. Sobre la portada, en un nivel central, se abre una pequeña ventana recta. La fachada se remata con una cornisa moldurada sobre la que se alza un frontón recto. Del centro del frontón nace la torre mencionada. Internamente, presenta una nave rectangular de cuatro tramos en el que se incluye la cabecera. Para todos los tramos se emplea un sistema de lunetos que descansan sobre arcos fajones de medio punto. La iluminación exterior procede de dos ventanas de medio punto situadas en el tramo de la cabecera y otras varias, de similar trazado, y también en forma de óculo, repartidas en el resto de las naves.
Retablo Mayor. Decora la cabecera un retablo neoclásico del siglo XIX. Presenta un sencillo banco sobre el que levanta un cuerpo de triple calle articulado por columnas corintias. Se remata con un ático semicircular entre machones. Alberga una escultura de diferente estilo que evidencia su diferente cronología. Destaca la imagen de Santa Catalina situada en el ático, de estilo romanista, posiblemente del siglo XVII. Aparecen también otras esculturas de la Virgen y San José, contemporáneas a la ejecución del conjunto.
Ermita de Santa Leocadia. Se trata de la única ermita abierta al culto en el valle de Bertiz. Situada en un terreno escarpado, a las afueras de Legasa, fue levantada en la segunda mitad del siglo XVI. De traza horizontal y muros enlucidos, presenta una planta rectangular con cubierta de teja a dos aguas sobre vigas de madera. A los pies se halla la puerta de ingreso de medio punto, elemento original del siglo XVI. Sobre la misma, se levanta una sencilla espadaña de ladrillo. La luz se introduce en el interior mediante una pequeña ventana recta situada en la cabecera. En el interior guarda tres retablitos simétricos de estilo neoclásico y siglo XIX. La escultura de Santa Leocadia es renacentista, del siglo XVI.
Fernando GARCIA NIETO (2007)