Udalak

LABASTIDA

Entre las edificaciones no religiosas destacan las de hermoso sillar y escudos heráldicos que no son raras en la villa. Murallas con dos puertas con frontones y hornacinas de la virgen. Merece también mencionarse la Casa Consistorial, edificio cuadrangular de piedra arenisca. En la fachada tiene cuatro largas pilastras, las dos extremas dobles y las dos centrales estriadas, que dividen la fachada en tres partes verticales. La parte inferior está formada por un pórtico al que dan acceso tres bellas arcadas de medio punto, en las que sobresalen los salmeres y sobre ellas enjutas de decoración vegetal muy deteriorada. La parte central tiene tres artísticos balcones enmarcados también por arcos de medio punto. Remata el edificio una elegante crestería de piedra bien labrada. Iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción. Magnífico templo renacentista, de elevada altura, fundado en 1602; construcción de sillería; sobria fachada en cuya calle central puede observarse la portada, formada por un enorme arco de medio punto sobre dos monumentales pilastras; dentro de él, en el cuerpo inferior, doble puerta gemela con tres columnas de estilo jónico entre ambas y a los lados; en el piso central, imagen de la Virgen titular con ventanas a los lados de frontones semicirculares; otro ventanal, del mismo tipo y mayor tamaño, decora el cuerpo superior. Sobre la cabecera del templo, al Oeste, se alza esbelta la torre, obra de Francisco de la Riva Agüero, con un primer cuerpo de planta cuadrada y un segundo ochavado, dividido en dos por una balaustrada de hierro; se cubre con cúpula y linterna. El interior del edificio, de líneas sencillas, consta de una sola nave rectangular que termina en ábside de tipo poligonal; esta última, así como la cúpula que lo cubre, está decorada por buenas pinturas al fresco, las bóvedas del resto de la nave son de tipo renacentista. La sacristía nueva, del siglo XVIII, es de grandes proporciones, con plantas rectangular y ochavada y se halla suntuosamente decorada. El retablo central posee arquitectura renacentista y rica decoración churrigueresca, que lo sitúa entre uno de los mejores de este estilo; data de finales del siglo XVII; sobre el primer piso, en el que se observan magnificas relieves que representan la Adoración de los Magos y la de los Pastores, destaca, en la calle central, la escultura de Nuestra Señora de Toloño, llamada así por proceder del arruinado santuario del mismo nombre; a ambos lados, las imágenes de San Pedro y Santiago; sobre aquélla, escultura de la titular del templo con imágenes de Santiago el Mayor y San Juan Evangelista. Rematando el retablo, cuerpo de forma de media naranja, excesivamente recargado, con la Santísima Trinidad en su centro; todas estas imágenes, así como el cuerpo superior de este retablo, son obra de Bernardo de Azcárreta (¿o Elcarreta?). Entre los altares laterales, del siglo XVIII, de estilo rococó y buena ejecución, destacan los dedicados a la Inmaculada Concepción, San Vicente Ferrer (realizados éstos por Manuel de Moraza), Nuestra Señora del Rosario, el Cristo de los Remedios, San Pedro y San Sebastián, Obra estos cuatro de Sebastián de Portu. La sillería del coro es un estupendo exponente del arte churrigueresco, aunque se observan también, en la parte inferior del conjunto, muestras de un estilo gótico avanzado. Por lo demás, resultan innumerables las imágenes, objetos de culto, las obras de arte en definitiva, que merecerían resaltarse en este magnífico templo; por ello nos limitaremos a citar algunos de los objetos que en el Museo Parroquial, creado por el párroco de la localidad, se hallan expuestos; cabe entre ellos resaltar un precioso Cristo trabajado en marfil, de buenas labores, una hermosa talla de Nuestra Señora del Rosario de fines del siglo XVI, seguramente procedente de la ermita de Santa Lucía, una imagen románico-gótica del siglo XIII, sedante, tallada en madera, de Nuestra Señora de la Antigua, que en otro tiempo recibía culto en la ermita de Nuestra Señora de Remelluri; cinco relicarios, entre los que cabe resaltar uno de plata que contiene el Lignum Crucis, un terno del siglo XVII, de terciopelo rojo, que ostenta bordados de oro y seda; números cantorales y objetos de culto, etc. Ermita del Santo Cristo, hasta 1602 iglesia parroquial, magnífico ejemplar del estilo románico más puro, con cabecera reedificada en la época gótica, donde se observan dos bellas ventanas de medio punto, del citado estilo; hay que destacar su magnífica portada, de finales del siglo XI o comienzos del XII, de una maravillosa sencillez y armonía: con seis simples arquivoltas sobre columnas de fustes muy cortos y capiteles labrados con diferentes motivos y calidad en la ejecución; los citados fustes descansan sobre sendos bancos corridos de piedra; asimismo tienen gran interés dos impostas románicas, una de ellas junto a la portada, sostenidas por canecillos. Ya en el interior, retablo central, obra de Fernando de la Peña Carrera, fechado en 1679; en él, ocupando el lugar de honor, una buena talla del Santo Cristo, y a ambos lados, las de la Virgen y San Juan; en el cuerpo superior se representa la Resurrección del Señor; entre los seis altares laterales se pueden destacar los dedicados a San Roque y la Virgen del Pilar, procedentes de la actual parroquia del lugar, de donde fueron trasladados en el año 1751 . Ermita de Santa Lucía, llamada anteriormente de Nuestra Señora de Torrontejo, que ya a mediados del siglo XVIII existía y en cuyo interior se venera la curiosa talla gótica de la titular. Excelente santuario de Nuestra Señora de Toloño, incendiado en 1835; hoy se conserva en ruinas, pudiendo observarse restos de las bóvedas góticas de crucería y parte de su capilla, de línea barroca, con el arco toral que daba entrada a ella, decorado con un escudo de la Santísima Trinidad; la hermosa imagen sedente de la Virgen titular se venera en la parroquia de Labastida, en el altar mayor, data de 1654. Ermita desaparecida de Nuestra Señora de Remelluri, llamada, en diferentes épocas, de Herremelluri y Ramelluri, emplazado junto al Santuario de Nuestra Señora de Toloño. La imagen de la Virgen titular, de línea románico-gótica (siglo XIII), bastante deteriorada, se guarda hoy en el Museo Provincial de Labastida. Ermita de San Ginés, apenas interesante desde el punto de vista artístico. En su interior, además de la imagen de este santo, se guardan también la de San Lorenzo y otra cuya verdadera advocación se desconoce. Ermita arruinada de San Martín de Motilluri, que, a finales del siglo XVII, ya se alzaba en pie. Ermita de Santa Sabina, que, según parece, cambiaría más tarde su advocación por la de Nuestra Señora de la Antigua o Remelluri; arruinada. Ermita dedicada a San Roque, que había dejado de existir ya a mediados del siglo XVIII. Ermita de Santiago. de cuya existencia se tienen ya noticias desde el siglo XVI y que, tras varias reparaciones, quedó definitivamente arruinada un siglo más tarde. Ermita desaparecida del Santo Cristo del Humilladero, también llamado del Calvario, que ya existía a primeros del siglo XVII y añadida al santuario de Santa María de los Angeles. Antigua ermita dedicada a San Andrés, arruinada. Magnífico convento de San Andrés de Muga, arruinado en el trascurso de la pasada guerra civil. En los vestigios de una capillita existían dos escudos en sus paredes. El de la izquierda era la alianza Landa-Ozio, según rezaba su pie. En el edificio central del convento cuadrado casi perfecto, estaban las inscripciones siguientes: Hizose esta obra siendo provincial. El Rmo. Pe D. Gamiz. Los maestros canteros que edificaron este convento, cobraron 30 cuartos (90 cts.) por día, según manuscrito que trataba de todas las cosas de Labastida, que estuvo en poder de Mayorico Almarza. Necrópolis de Santa Eulalia con sepulturas talladas en la roca. Magnífico órgano.