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HIRIBERRI/VILLANUEVA

Urbanismo y construcciones civiles

Son varias las cuestiones que podemos subrayar al observar con detenimiento el urbanismo de este lugar. En primer lugar, y como ya destacara Caro Baroja, la existencia de una planificación, una vez más, destinada a fijar una población estable en un lugar muy sensible y estratégico, situada además en llano para asegurar el control del territorio y de las vías de comunicación. Por otro lado, Hiriberri-Villanueva es seguramente el lugar más monumental del entorno, aquel en el que con más frecuencia nos van a aparecer blasones nobiliarios, en unas casas que a menudo se presentan en grandes bloques exentos, individualizados y con cubiertas a cuatro aguas. Por último, debemos señalar que, a diferencia de la vecina Sakana, donde las casas son generalmente conocidas por el nombre de su poseedor (así, por ejemplo, "la casa de Sabino Pozueta", en Urdiain), en Villanueva se manifiesta ya de forma muy clara la identificación de las casas por su propio nombre, tan generalizada en toda la Navarra norte y media (por ejemplo, en el propio Villanueva, las casas "Albeitarinea", "Sanjuanitena", "Gartxorena" o "Franzeserena").

La casa parroquial, adosada a la propia iglesia, es un bloque moderno con dos alturas y vanos enmarcados por ladrillo. Frente a ella, "casa Sanjuanitena" es un palacio exento, de grandes dimensiones y rodeado en parte de superficies ajardinadas. Lleva sus hastiales enlucidos y con cadenas de sillar, salvo la fachada principal que va en buena sillería dispuesta "a hueso". Se distribuye en tres alturas, separadas por molduras planas en resalte. El primer nivel presenta puerta con arco de medio punto de 15 dovelas, de las cuales la que hace de clave lleva labrada una ménsula avolutada y una roseta. Este acceso va flanqueado por dos ventanas simples. El segundo piso lleva tres ventanas cuadrangulares, de las cuales la central lleva su dintel decorado con una suerte de jarrón muy esquematizado. El último piso lleva dos balcones, estando el espacio central destinado a albergar un escudo del XVIII, que nos ayuda a fijar mejor la cronología barroca de la casa. Haciendo frente a esta casa se encuentra "Albeitariena", que es también otro bloque cúbico y exento con tres alturas, yendo todas sus fachadas en piedra de mampostería, que antiguamente iría enlucida, con sillares en esquinas y enmarques de los vanos. Su fachada principal se abre mediante arco de medio punto, siendo el resto de los vanos cuadrangulares. De la iglesia parte una corta callecita en la que nos encontramos "casa Viana", de menos pretensiones que las hasta ahora descritas, con fachada enlucida, tres alturas, acceso de medio punto en cuya clave vemos, de nuevo, una ménsula avolutada y decorada con roseta. Esto nos hace ver la importancia de la presencia de determinados talleres de cantería itinerantes en un mismo lugar y momento, para comprender los caracteres comunes de la arquitectura local en los pueblos. Lleva también un escudo en el que se repiten, en versión simplificada, las armas vistas en "Sanjuanitena". Sigue un caserón de tres alturas y gran superficie en planta, llamado "casa Azkona", con tratamiento del muro en base a un enlucido con cadenas de sillar, en una de cuyas fachadas vemos dos arcos de medio punto gemelos, uno de ellos con voluta y roseta en la clave, y sobre ellos otro blasón nobiliario del XVII. Ante esta fachada se abre la plaza de San Martín, muy amplia y presidida por un caserón del tipo repetido en los pueblos más occidentales de la zona, con tres alturas, horizontalidad marcada, gran superficie en planta y cubierto por gran tejado a dos aguas. El tratamiento del muro es el habitual, y los huecos son cuadrangulares salvo la puerta que se abre, una vez más, mediante arco de medio punto. En uno de los laterales de la plaza hay otra casa muy reformada, de menor desarrollo en planta, con puerta adintelada y tres alturas, con vanos rectangulares y escudo del siglo XVIII. Más adelante nos encontramos con "casa Alfaro", aunque, tal y como nos informaron en la propia casa, su nombre original sería "Martinbarrika". Se trata de un bloque horizontal de mampostería y cadenas de sillar, a buen seguro enlucida en origen, con dos arcos gemelos, de medio punto, y tres alturas en las que se abren vanos rectangulares. Sobre uno de los dinteles se lee la inscripción: ESTA CASA DE MARTÍN/ ANTONIO DE YARZA Y MA/ RÍA JUANA DE ECHARRI LA/ HIZO DOMINGO Y SU HI/ JO JUAN JOSÉ DE OTE/ RMIN. EL AÑO DE 1786. La llamada "casa Gartxorena" es otro bloque cúbico de tres alturas más ático, con vanos rectangulares salvo la puerta, de medio punto, y con muros enlucidos y con cadenas de sillar En la clave van tres veneras, motivo que se repite en el escudo barroco que preside la fachada. Otras casas repiten los mismos caracteres hasta ahora descritos, con muy ligeras variantes.

También merece ser destacado un puente medieval situado en la salida hacia la ermita de Berastegi, con dos grandes ojos con arcos rebajados.

Ermitas

Diversos autores han registrado varias ermitas en su término. Así, las de Nª Sra. del Sagrario, San Albino, San Antonio Abad, San Juan Bautista, San Miguel, San Salvador, y Nª Sra. de Berastegi. El obispo visitador Igual de Soria mandó demoler la de San Miguel y adecentar el resto, pero la mayoría de ellas se han perdido. La ermita de San Antonio Abad aún permanecía en pie, en muy mal estado, hace unos pocos años. Se encontraba en la carretera hacia Madotz, a una media hora de camino a pie. En cuanto a la ermita de Nª Sra. de Berastegi, se encuentra cerca de la "atea" de la peña Madalen, y es el único resto del despoblado de Blastegi o Berastegi, que se documenta al menos desde 1141. Se trata de un edificio gótico de planta rectangular muy sencilla, con muros de sillarejo. El acceso se encuentra en el lado de la Epístola, junto a un estribo, y consta de un arco apuntado con dos baquetones, capiteles muy toscamente labrados representando sendos atlantes y crismón en la clave.

Parroquia de San Juan Bautista

En su aspecto actual predomina el aspecto visual de las reformas barrocas, aunque tanto documentalmente como estilísticamente es evidente la presencia de varias fases constructivas. Tiene una planta de cruz latina con una larga nave dividida en cuatro tramos, a cuyos pies se adosa además el cuerpo cuadrado de la torre. Presenta también un transepto marcado en planta, así como sendas estancias a ambos lados de la cabecera, que es de testero recto, de las cuales la del lado de la Epístola realiza funciones de sacristía. El acceso se practica por el mismo lado, y va cobijado por un pórtico. Los muros son de sillería de factura desigual, y se perforan con cuatro ventanas rectas en el muro meridional. La fábrica se cubre con bóveda de lunetos decorada con motivos geométricos, que parecen querer imitar las tracerías estrelladas del siglo XVI que se observan en el crucero. La puerta consta de un sencillo vano adintelado carente de decoración, y que se cubre con un pórtico con tres arcos de medio punto sobre pilares de sección cuadrada. En cuanto a la torre, es un simple cuerpo prismático decorado con tres fajas horizontales y con un hueco para el alojamiento de la campana. Remata con un sencillo tejado a cuatro aguas.

El retablo de San Martín preside la cabecera. Se trata de una obra del XVII muy alterada en las reformas neoclásicas del XIX. Su arquitectura consta de banco, dos cuerpos de tres calles y ático curvo, y las imágenes que albergan no tienen un interés estilístico relevante, destacando el San Martín titular, de un barroco muy popular. Cerca se ve una pila bautismal de piedra, datable como del siglo XVI, con fuste cilíndrico acanalado y taza semiesférica avenerada.

A la izquierda se encuentra el retablo del Crucificado, rococó de la segunda mitad del XVIII. Va presidido por un crucificado de tamaño inferior al natural, de estilo barroco y tosca factura. En el mismo lado pero en el brazo del transepto nos encontramos el retablo de la Virgen del Rosario, coetáneo del anterior y presidido por la titular del retablo, flanqueada por San Joaquín y Santa Ana.

En el lado de la Epístola encontramos el retablo del Corazón de Jesús, simétrico del retablo del Rosario, así como el retablo de Nª Sra de Berastegi, idéntico al del Crucificado antes descrito, pero en el que podemos encontrar la imagen de la Virgen titular de la ermita de Berastegi, de estilo barroco.

Por último, podemos reseñar la sillería de coro rococó, propia de la segunda mitad del XVIII, así como diversas obras de platería que se pueden admirar en la sacristía.

Joseba ASIRON SAEZ (2007)