Kontzeptua

Globalización en Euskal Herria

En una primera aproximación podríamos definir la globalización como el proceso de extensión global de las relaciones sociales -fuertemente influenciado por el desarrollo tecnológico, por la creciente rapidez de los transportes y por la revolución informática- entre los seres humanos, capaz de cubrir todo el espacio territorial y demográfico del planeta, y que ha dado paso a una verdadera red mundial de conexiones e interdependencias funcionales (Zolo, 2006: 18). Desde esta perspectiva, uno de los efectos inmediatos de la globalización es modificar la representación social de la distancia, atenuando el relieve del espacio territorial, rediseñando los confines del mundo sin derribarlos no obstante. En paralelo, como apuntan Castells (2000) o Bauman (2010) se modifica una percepción del tiempo antaño identificada en términos glaciares o históricos, y que pasa a ser considerada ahora como un tiempo sin tiempo, en forma de tiempo atemporal en palabras de Castells o de tiempo puntilloso en términos de Bauman. La conexión se vincula pues en un tiempo vertiginoso, borrando el peso que hasta fechas recientes tenía la distancia en la acción humana.

Esta cuestión, los cambios en la configuración del espacio y del tiempo, es clave para entender las transformaciones en una sociedad como la vasca, especialmente en el ámbito cultural. Así, las lógicas sobre las que se ha sostenido la práctica cultural, esencialmente reproductivas de una comunidad a preservar en el tiempo (Haritschelhar, 1986), se enfrentan a nuevos retos en un contexto crecientemente desterritorializado y atemporalizado en el que la dimensión pública de la expresión cultural da paso a estrategias mas individualizadas.