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FILIPINAS

Escritores.

El P. Martín de Rada, agustino, había nacido en Pamplona, el 20 de julio de 1533. Su padre era del Consejo Real de Navarra y su linaje de una de las doce familias de los rico-hombres del reino. Presentado por Felipe II para el obispado de Jalisco, prefirió embarcarse con Urdaneta para Filipinas, como misionero en la expedición de Legazpi en 1564. Prior del convento de Cebú en 1569 y provincial tres años más tarde. En 1575, después del asedio de Manila por el pirata chino Li-Ma-Hong con neta victoria del gobernador Labezarri y Juan Salcedo, encabezó una misión oficial a China. Ya en Cebú, con la idea de misionar en China, había estudiado una lengua china con un chino que vivía en la misión. Su estancia de varios meses en esa inmensa nación fue fructífera. Volvió a Manila con más de un centenar de tratados de diversas materias relativas a la civilización china. Algunos de ellos habían sido impresos 500 años antes. El Virrey de Fo Kien creía que sólo ellos conocían el arte de imprimir. El P. Rada tuvo que sacar su Breviario y mostrárselo para disipar sus dudas. Con estos aportes del P. Rada, el P. Juan González Mendoza pudo escribir su Historia sobre China. Más tarde, el P. Rada quiso repetir el viaje, pero los introductores chinos que los llevaban, furiosos por la descortesía del gobernador al no haberlos obsequiado como requería el protocolo, después de haberlos azotado los abandonaron en Bolinao, atados los viajeros a cada árbol. Allí los encontró el sargento Morones. Según testimonios de sus coetáneos, Rada era un genio matemático, geógrafo, astrónomo, nauta, hábil poliglota, etc. Activo y defensor de los nativos. Dejó varios tratados: De recta hidrographiae ratione; Geometría práctica; Vocabulario y arte de la lengua cebuana; Diccionario y arte de la lengua china; Un breve tratado de las antigüedades, ritos y costumbres de los chinos, del que nos da noticia el P. Jerónimo Román en su Repúblicas del mundo; Relación de la entrada de la China que hizo el P. Fr. Martín de Rada y Fr. Hierónimo Marín, incluida en los vols. VIII y IX de la Revista Agustiniana, después La Ciudad de Dios. Además dejó numerosas tablas astronómicas. Gran parte de esta labor se perdió. Sólo se imprimió su Relación y alguna Carta. En aquel tiempo no existía imprenta en Filipinas ni amanuenses que copiaran. Pero en medio de su ajetreada vida tuvo tiempo de enviar algunos de sus tratados al P. Jerónimo Tomás y al P. Juan González de Menéndez, a Felipe II, a su hermano Juan de Rada, Alcalde Mayor del Reino de Navarra y al provincial de los agustinos de Méjico. El humanismo del navarro P. Martín de Rada se manifiesta con insistencia en sus cartas. El P. Fermín de Uncilla Arroitajauregui en su obra Urdaneta y la Conquista de Filipinas transcribe parte del texto de tres cartas al Virrey citado. La primera fechada en Panay, 21 de julio de 1570; la segunda en Manila, 10 de agosto de 1572, y la tercera con fecha 10 de junio de 1573. En todas ellas denuncia los abusos que se cometen con los nativos. En su tercera carta, ya después de la muerte de Legazpi, se expresa así: "Cada día se hacen muchos agravios, y hay tan poca enmienda y castigo agota como en tiempo del Adelantado; antes lo lloran los indios al pasado que harto más padre se les mostraba quel de agora".

Fray Rodrigo Aganduru Moritz. Este descenciente de Orio (Gipuzkoa), del caserío Andu, y nacido en Valladolid en 1584, fue misionero agustino en Filipinas. Escribió: "Historia de las conversiones hechas en Japón y Filipinas" e "Historia general de las islas Molucas y Filipinas", publicadas a principios del siglo XVII.

Antonio de Morga. Sucesos de las Islas Filipinas, Méjico, 1609.

Manuel Zumalde, La Bascoana, sátira contra el gobernador José Basco.

Diego Aduarte, Historia de la provincia del Santo Rosario en Filipinas, Japón y China, Manila, 1640.

Domingo Ezquerra, Arte de la lengua bisaya de la provincia de Leyte, Manila, 1663, reimpresa en 1747.

Melchor Ovanguren, Tagalismo elucidado y reducido, en lo posible, a la latinidad de Nebrija.

Juan Bautista Uriarte, Manifiesto v resumen histórico de la fundación de la Santa Misericordia de la ciudad de Manila, Manila, 1728.

Juan de Arechederra, Puntual relación de lo acaecido en las expediciones contra moros tirones en Malanaos y camucones, Manila, 1767.

Joaquín Martínez de Zúñiga, navarro, de Aguilar. Padre agustino que llegó a Filipinas en 1785. Historia de las islas Filipinas, Sampáloc, 1803. Estadismo de las islas Filipinas o Mis viajes por este país, Madrid, 1893. Historia y novena de la Virgen del Buen Suceso. Murió en Parañaque, Filipinas, en 1818.

Pedro Murillo velarde, Historia de la provincia de Filipinas de La Compañía de Jesús, Manila, l749.

Vicente de Salazar, Historia de la provincia del Santísimo Rosario de Filipinas, Manila, 1742.

Francisco Gainza, Memoria sobre Nueva Vizcaya, Manila, 1849.

Manuel Buzeta, Gramática de la lengua tagala.

Camilo de Arana, Derrotero del archipiélago filipino.

Juan Miciano Zulueta, poeta premiado en 1885, en Manila.

Robustiano Echauz, Apuntes de la vida de Negros, Manila, 1894.

H. de Tavera, Una memoria de Anda y Salazar, Manila, 1849.

Wenceslao Emilio Retana y Gamboa, residió en Manila y fue un filipinista de primer orden, autor, editor y prologuista de muchas obras sobre el tema filipino. Su nómina es importante: El indio batangueño. Estudio Etnográfico, Manila, 1888; Supersticiones en Los indios filipinos, Madrid, 1894; Los antiguos alfabetos de Filipinas, Madrid, 1895; Arte de la lengua en las islas Filipinas, Madrid, 1896; Aparato bibliográfico de la historia general de Filipinas, 3 tomos, Madrid, 1906; Noticias histórico-bibliográficas del teatro en Filipinas, Madrid, 1910; Orígenes de la imprenta en Filipinas, Madrid, 1911 ; Indice de personas nobles que han estado en Filipinas, Madrid, 1921; Diccionario de filipinismos, París, 1981.

El navarro capuchino Padre Román M.° de Vera -Juan M.° Dornaku Olaechea- tenía gran facilidad para aprender lenguas. Llegó a dominar el tagalo, el bicol, el pangasinán, el sorsogon, etc. Cuando predicaba en tagalo se reunían grandes muchedumbres. Fue profesor del arzobispo de Manila Jeremías Harty. Le traducía al tagalo o al español sus sermones. Había llegado a Filipinas en la 6.a expedición de capuchinos de 1901.

El Padre navarro Cesáreo de Legaria escribió una colección de cantos religiosos en lengua pangasinán, traducidos del latin, vasco, español, etc. Era colaborador de las revistas de Manila "La Defensa" y "Cultura Social".

Uno de los fundadores de la revista Estudio fue el Padre Roque de Azcoiti, siendo director, en 1920, el abogado y periodista Alejandro Aboitiz.

El Padre Pedro M.ª de Rentería se acreditó como un buen lingüista.

Monseñor Miguel Angel Olano y Urteaga, capuchino como los anteriores, publica en Manila, en 1950, su Diary of a Bishop, relato de sus andanzas como prisionero de guerra en Japón y después en la India, Australia y en Guam.

Padre Bienvenido de Arbeiza, misionero capuchino en Filipinas, publica en Pamplona, 1969, Reseña histórica de los capuchinos en Filipinas, 1886-1952.

Higinio Uriarte, Un vasco en La guerrilla de Negros, 1962.

Mariano ESTORNÉS LASA