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Estados Unidos de América. Oeste americano

Según las investigaciones que se realizaron durante los años 1980, en el Oeste de los Estados Unidos la palabra "pastor" significaba un pastor vasco, y casi era equivalente de decir "vasco". Aunque había otras nacionalidades en el pastoreo como los mejicanos y los peruanos, los vascos han constituido el apoyo étnico de la industria del pastor en el Oeste de los EEUU. La expansión de la agricultura en Vasconia fue limitada a causa de la montañosa que resulta su tierra. Este hecho combinado con un sistema rígido de herencia familiar de los caseríos, y el acceso de información de otros familiares y conocidos que habían emigrado fueron unos de los factores de la emigración de los que terminaron siendo pastores.

Durante la época colonial española en el Nuevo Mundo, los vascos fueron mercenarios, misioneros y funcionarios, factores importantes del desarrollo de las colonias. Pero tras la descolonización los vascos no pudieron continuar desempeñando estas funciones. Después de las guerras napoleónicas, cuando Uruguay y Argentina empezaron a recibir la inmigración, en los años 1830, se atraían a un emigrante vasco diferente: el campesino y el refugiado político.

Tanto los vascos como los irlandeses se establecieron como pastores y ganaderos muy rápidamente en las Pampas argentinas a finales de la década de 1830-1840. Antes del descubrimiento del oro en California, y antes de la presencia vasca en el Oeste americano del siglo XIX, ya se encuentra actividad comercial en la zona. El comercio, limitado por las restricciones de la administración colonial española, se liberalizó y aumentó a partir de 1834 por la venta de cuero y sebo. Pero la presencia vasca más conocida en el Oeste no es en el comercio, sino en el pastoreo.

Después del descubrimiento del oro en California, los vascos también quisieron llegar a los EE.UU para prosperar. Hacia mediados de los años 1850, los vascos fueron con ideas de descubrir y explotar minas, pero se convirtieron en pastores. En 1854, Domingo Amestoy y Don Abel Stearns crearon un rancho de ovejas en el sur de California. Durante ese tiempo, hubo mucha tierra y una gran demanda de carne y productos agrícolas, situación que propició un fuerte crecimiento de la agricultura.

A finales de la década de los 1850, los vascos se desplazaron por todo el Sur del California. Puede ser que estos vascos fueran los creadores del fondo pastoril que todavía existe hoy en día en el Oeste de los EE.UU. Según William A. Douglass, con sus experiencias en los Pirineos, los vascos tuvieron mucho éxito guiando al ganado por los pastos entre las montañas y los desiertos.

En realidad, los primeros vascos llegaron de Argentina, Chile y México en busca del oro. Los pastores vascos llegaron a finales del siglo XIX, pero el flujo más importante tuvo lugar entre 1900 y los años 1930. Llegaron con contratos de empleo de pastor por tres años y con la idea de regresar a Vasconia. La mayoría eran solteros. Los primeros pastores vascos de California fueron itinerantes. No necesitaban casa ni muchas cosas, puesto que tenían que llevar todas sus pertenencias consigo en sus viajes.

El proceso para crear los negocios era el siguiente: un pastor formaba un rebaño de ovejas y cuando había suficientes, traía un ayudante de Europa con el que trabajaba hasta que había bastantes ovejas para que éste tuviera su propio rebaño, y entonces se separaban. Pastores recién llegados prefirieron el pago en ovejas para llegar a ser propietarios de su propio rebaño. En 1850, Pedro de Altube llegó desde Argentina a California atraído por el oro, compró un ganado y lo llevó a través de la Sierra Nevada y el desierto hasta el Independence Valley, Nevada, donde fundó en 1873 el ya histórico Spanish Ranch. En los años siguientes, parientes y conocidos llegaron a la región y trabajaron con él, en turno haciendo sus propios negocios. Esto significó el inicio de la presencia de los pastores vascos en el Oeste americano, sobre todo en Nevada, California e Idaho. Probablemente no hubo más de 10.000 vascos en todo el Oeste a fines de siglo XIX, pero en California y otros estados la colonia vasca se estaba consolidando. Surgieron también los restaurantes y los hoteles y pensiones vascos.

En la década de 1860-1870 el ciclo de pagar al pastor con ovejas en vez de dinero, y partir rebaños de ovejas hasta tener su propio rebaño se repitió hasta que el Sur de California se llenó de pastores. Los vascos llegaron al San Joaquín Valley y, en torno a 1870, se trasladaron a partes de Arizona y Nuevo México, al norte de California y Nevada. El pastor vasco ambulante fue una figura muy importante del Oeste de los EE.UU. Se consideraba que los vascos tenían un talento especial para cuidar los animales y para llevar la carga de una vida solitaria e itinerante.

En la década 1920 muchos pastores fueron propietarios de ganado y tierra con más de 40.000 cabezas cada uno. Pero el modo de vida no era fácil. No todos pudieron soportar la soledad ni las duras condiciones. Durante este tiempo, la palabra aovejado significaba el individuo que había pasado demasiado tiempo solo en las montañas. Existía reticencia respecto a los pastores vascos que en estos años, eran llamados despectivamente "vagabundo" o "nómada", también "vasco negro sucio". Al mismo tiempo, a finales de los 1800, el pastor vasco fue una figura controvertida. Los rancheros de ganado se dividieron los derechos de la tierra entre ellos y no incluyeron los pastores vascos que no tenían ciudadanía, ni compraban tierras: pensaban que los extranjeros no merecían disfrutar los mismos derechos que los rancheros estadounidenses. Se crearon leyes para proteger los derechos de los rancheros, como por ejemplo el Sistema de un Bosque Nacional (National Forest System) y el Taylor Grazing Act en 1934, que no incluyeron los derechos de los pastores vascos. Dichos pastores se consideraban inadecuados para la industria, a pesar de que tuvieron más éxito con su trabajo.

Las dificultades de las décadas de 1920 y 1930 para los vascos de los EEUU se manifestaban en que los vascos en Europa no querían emigrar a donde no tenían trabajo. Al mismo tiempo, la ley de inmigración de 1924 limitó a sólo 131 los españoles que podían entrar en Estados Unidos cada año. Durante la Segunda Guerra Mundial, la agricultura estadounidense entró en crisis y los vascos entraron en el país ilegalmente. Las llamadas leyes de los pastores se crearon para dar residencia a los inmigrantes ilegales. Entre 1942 y 1961, unas 383 personas vascas consiguieron la residencia legal en los EEUU gracias a estas leyes. En 1950, el Senador de Nevada Patrick McCarran ganó la causa de los pastores. Consiguió permiso para reclutar pastores españoles. Esencialmente, cada pastor recibía un contrato de tres años, gracias al cual podía trabajar en los EEUU. Además, podía recibir una ampliación si viajaba fuera de los Estados Unidos. De esta manera se aseguraba que no podía conseguir la residencia permanente en el país pero podría entrar a trabajar.

En 1960, la California Range Association estableció la Western Range Association (Asociación de Ganaderos del Oeste) que funcionaba en el ámbito nacional. Joshe Mendiburu, un baztanés, fue el presidente y el representante principal fue Germán Pizarro. La organización intentaba demostrar la necesidad de los pastores vascos en la industria. Como los americanos no eran buenos pastores y el programa de pastoreo ideado en Brigham Young University no tuvo éxito, la organización reclutó pastores de España. El gobierno español quería que los pastores reclutados fueran de todas partes del país, pero el proceso de selección tuvo lugar en el consulado americano en Bilbao y por eso se eligieron pastores vascos. La asociación norteamericana, quería contar exclusivamente con emigrantes vascos, pero después de muchas gestiones, se llegaba a un acuerdo: de cada diez contratados vascos, uno sería de otra parte del Estado español. El gobierno español mantuvo una posición más fuerte en las negociaciones y el gobierno de los EEUU permitió dar la residencia permanente a los pastores una vez pasados tres años.

Los contratos de trabajo fueron de tres años. Los sueldos fueron 200 dólares mensuales el primer año hasta 300 dólares en el último año. En los años en torno a 1960, todos los contratos detallaban las cláusulas del contrato suscrito entre la Western Range Association y el emigrante. Fueron los siguientes:

  • Dirigirse al lugar de empleo que la Asociación pudiera requerir en los EE.UU.. El pastor tenía que pagar el coste del transporte.
  • Trabajar y residir en la hacienda a la cual fuera asignado. Desempeñar fiel y diligentemente las tareas de pastor.
  • Obedecer y cumplir con todas las normas y reglamentos establecidos por el patrono que se relacionen con la seguridad y la conservación de la propiedad.
  • No trabajar en ningún momento y mientras subsista el contrato para otra persona o entidad que no fuera la Asociación.

Y por parte de la Asociación:

  • Adelantar todos los gastos de viaje, ida y vuelta, cuyo importe será reembolsado por el pastor por medio de retenciones mensuales de su salario.
  • Sufragar todos los gastos de transporte y manutención desde el puerto de entrada al lugar del trabajo y los de regreso.
  • No cobrar al pastor ningún gasto adicional que no sean los consabidos.
  • Un representante de la Asociación visitará el lugar de trabajo, por lo menos una vez al mes, para asegurarse que la casa y la comida dadas por el patrono sean adecuadas.
  • Proporcionar al pastor un entierro adecuado en caso de que éste falleciera mientras durara el empleo.

Los contratos también contemplaban protecciones en caso de accidentes y enfermedades, el regreso a España -pagado por la Asociación- si por exceso de mano de obra local fuera imposible conseguir empleo para el pastor; y los pastores vascos que recibieron visados de residencia permanente en los EEUU pudieron solicitar permiso para traer a sus cónyuges e hijos menores. Sin embargo, la Western Range Association no pudo garantizar a todos la residencia permanente en los Estados Unidos. Esta Asociación marcó historia en el pastoreo ya que las condiciones de los pastores vascos mejoraron sustancialmente.

Solo en el año 1976, 2.161 pastores vascos obtuvieron residencia de este modo. Entre 1957 y 1970, la Western Range Association estableció 5.495 peticiones de pastores. Antes de 1965, 95% de las peticiones de empleo fueron de vascos, principalmente vizcainos y navarros. Durante el período de recuperación económica de España -finales de los años 1960 y principio de los 1970- los trabajadores podían ganar el mismo dinero en Europa que en los EE.UU. Por ese motivo cada vez había menos personas que quisieran emigrar a los Estados Unidos para hacer de pastor. En los años 1970, la Western Range Association decidió reclutar a más personas de los centros urbanos de Bilbao y San Sebastián en vez de de las montañas de Bizkaia y Navarra. También se expandieron a otras partes de España, Perú (1971) y México (1973).

En la década 1960, aproximadamente unos 60.000 vascos de primera y segunda generación vivían en el Oeste de los EE.UU. En 1966 hubo unos 1.200 pastores vascos en activo. Llegaban generalmente con estos contratos de tres años de la Western Range Association que había pagado parte del viaje. Si regresaba a Vasconia después de los tres años, los pastores tenían opción a un segundo contrato por otros tres. Durante la década de 1960, el pastor podía ganar unos 230 dólares al mes. Hasta el comienzo de los años 1970, la Western Range Association extendió miles de contratos de este tipo, en lo que era la última generación de pastores vascos. Durante la década 1970, se dio el fin de la emigración a causa de los sueldos competitivos del País Vasco, una reducción de la demanda de pastores en los EEUU, y los trabajadores más baratos de Sudamérica.

El panorama étnico del pastor ha cambiado mucho a lo largo del tiempo. En 1970, el pastor típico fue el vasco. Según William A. Douglass, en 1976 de los 742 pastores que tuvieron un contrato, 433 fueron de Latinoamérica (271 de Perú, 161 de México y 1 de Colombia), y de los 309 restantes, sólo 106 fueron vascos. Es decir, que sólo uno de cada seis pastores era vasco a finales de la década de los 1970. Sobre todo, por su experiencia en las pampas de Sudamérica a mediados del siglo XIX, los pastores vascos llegaron ser el grupo dominante en el oeste de los EEUU hasta la década 1970; sin embargo, el pastor vasco es una figura casi desaparecida.

  • Douglass, William A., Jon Bilbao: Amerikanuak: Basques in the New World, Reno, University of Nevada Press, 1975.
  • Douglass, William A. "A World Eclipsed: Economic Changes Cause and Identity Crisis for Basque Americans", en The World and I: A Chronicle of our

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