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DONEZTEBE/SANTESTEBAN

El caserío de Doneztebe/ Santesteban se extiende en torno a una zona llana bañada por las aguas del río Bidasoa. Su rica arquitectura se distribuye en torno a dos largas y estrechas calles que trasladan a la riqueza de esta localidad en otra época.

Arquitectura civil

Existe en Doneztebe una variada representación de arquitectura civil compuesta por, viviendas de tipo popular tardogóticas, barrocas y neoclásicas. Esta tipología aparece representada mediante, casas de dos alturas en su fachada principal, con arcos de medio punto para el ingreso y ventanas adinteladas. La piedra, al igual que en el resto de localidades del valle, es de tono rojizo. En muchas de las casas aparecen escudos barrocos.

En la calle Mercaderes se sitúa el Ayuntamiento. Se trata de un sencillo edificio que albergó, en otro tiempo, las escuelas del pueblo. Presenta una fachada de tres niveles. El cuerpo inferior se organiza en torno arcos de medio punto, de tono rojizo, que descansan sobre pilares. En el piso central y el superior se suceden ventanas adinteladas remarcadas por cadenas de sillar. El mismo efecto estético aparece en las esquinas del edificio. El resto de la superficie de la fachada se presenta enlucido.

Cerca del ayuntamiento se encuentra una casa tardogótica del siglo XVI. Mantiene una estructura decreciente en los tres niveles de su fachada, de piedra roja. En el piso superior se abre una puerta apuntada, mientras que el cuerpo central y el superior aparecen separados por sendas líneas de impostas de bolas. En ambos niveles se distribuyen dos ventanas con arquillos conopiales.

En la calle Mayor destaca otro edificio tardogótico, similar al anteriormente descrito. Presenta una fachada, de piedra de sillería rojiza, dividida también en tres niveles. Sendas líneas de imposta de bolas separan el cuerpo segundo y el tercero. En el nivel central, se abren dos balcones tardogóticos, mientras que, el superior aparece articulado en torno a dos ventanas geminadas con arquillos conopiales. Da la sensación de tratarse de una fachada restaurada y modificada. Prueba de ello es el ático abierto, de columnas de madera, abierto como un nuevo cuarto nivel.

En la misma calle se localiza otro edificio neoclásico levantado en el siglo XIX. Dispone una fachada de sillería dividida en tres niveles. En el nivel inferior se abren tres puertas adinteladas. Mantiene la estructura en el cuerpo central y en el superior mediante balcones adintelados. En el segundo nivel, simétricamente colocados entre los balcones, aparecen dos escudos neoclásicos.

Camino de Elizondo y alejado de Doneztebe se halla el palacio Oteiza. Se trata de un edificio barroco levantado en el siglo XVII. De forma cúbica, presenta una fachada organizada en torno a tres niveles más ático. El acceso se efectúa mediante dos arcos de medio punto. En el nivel central presenta un balcón con dos ventanas adinteladas, mientras que en el superior, aparecen tres ventanas similares. Un noble alero de madera remata la estructura de la fachada y sirve de soporte para la cubierta a cuatro aguas.

Arquitectura religiosa

Parroquia de San Pedro. Resulta un edificio, de homogénea piedra de sillería rojiza, construido en el siglo XVI, aunque sufrirá modificaciones barrocas durante el siglo XVIII. Al exterior, se presenta como una sólida construcción horizontal en el que destacan dos contrafuertes a la altura del crucero y una torre prismática levantada a un lado de la cabecera. En los muros exteriores se abren tres ventanas de medio punto molduradas. Recorre todo el perímetro de la parroquia una cornisa moldurada de piedra, sobre la que se asienta una canalón para recoger el agua de la cubierta. Destaca una portada de medio punto, situada bajo pórtico cerrado, en cuya clave aparece una inscripción con el año de 1775. La torre parroquial rompe la horizontalidad del conjunto. Presenta un primer y sobrio nivel medieval, en el que se abren ventanas en forma de saetera y función, lógicamente, defensiva. Destaca este cuerpo primitivo en el que, su sillar gris, difiere del rojizo del conjunto de la parroquia. Se remata la torre con dos cuerpos enlucidos que le otorgan esbeltez. Según una inscripción que reza en la misma, datan de 1854. Cadenas de sillar rojizo se disponen en las esquinas. El último nivel aparece, como campanario, con arcos de medio punto y cornisa de piedra sobre la que se eleva el remate de la torre, en forma de chapitel. Se trata de una solución habitual, también utilizada, en otras torres parroquiales de la zona. Internamente, presenta una amplia planta dividida en tres tramos, que incluye un espacioso crucero, y cabecera en forma de polígono. Los muros aparecen enlucidos, destacando el sillar rojizo en arcos, nervios, columnas y pilares. Sobresale una sobria cornisa moldurada que recorre el perímetro interior parroquial. La cubierta es compleja con, un sistema de lunetos para los pies, bóveda de arista en el tramo central, cúpula sobre pechinas para el crucero y de media esfera en la cabecera.

Preside el ábside parroquial un grandioso retablo barroco del siglo XVIII. Presenta planta poligonal adaptada a la forma de la cabecera. Sobre el banco se levanta un cuerpo de cinco calles organizado en torno a columnas salomónicas con capitel de orden compuesto. Las hornacinas del retablo aparecen decoradas por motivos fitomorfos. La imaginería es contemporánea al alzado del retablo. Entre otras, destacan las esculturas del patrono, de la Virgen del Rosario, San Francisco Javier, San José, San Esteban y Santa Lucía. En el lado de la Epístola se sitúa un pequeño retablo, también barroco y del siglo XVIII, dedicado al Santo Cristo. Sobre el banco se alzan un cuerpo con cuatro columnas salomónicas que lo divide en tres calles. Aparece rematado mediante aletones. En el retablo se guarda una escultura del Cristo Crucificado del siglo XVII.

Destaca también en el interior del recinto parroquial, en la zona de los pies, una pila bautismal rómanica.

Ermita de San Miguel. A las afueras de Doneztebe se sitúa esta pequeña construcción rectangular con, muros de mampostería, y, cubierta de teja a dos aguas. En su interior cobija un retablo del siglo XVII dedicado a San Miguel de Aralar.

Fernando GARCIA NIETO (2007)