Udalak

Aretxabaleta

Se ignora la primera fundación del pueblo de Aretxabaleta por razón de su mucha antigüedad. Como parte integrante del valle de Leniz, este lugar fue comprendido en la donación que D. Enrique II hizo de él a D. Beltrán de Guevara, su fiel servidor, en el año de 1374. Siguió por lo tanto la suerte de dicho valle en las desavenencias y pleitos que tuvo con éste hasta ejecutar en el año de 1536 su restitución a la corona real, como se explicará en la descripción de Leniz. Después de esto tuvo varias diferencias con la villa de Eskoriatza, perteneciente al mismo valle. A consecuencia de ellas, se verificó en el año 1630 la división de éste en dos distritos o partidos independientes en virtud de una real cédula, de la que también se hablará en su lugar correspondiente. Hecha que fue la indicada división de dicho valle, Aretxabaleta constituyó su gobierno municipal particular pero no tardó en tener con la villa de Eskoriatza otras diferencias. La real cédula que mandó dicha partición contenía la cláusula de que ambos pueblos hubiesen de conservar en adelante, como hasta entonces, la comunidad de montes, honores y preeminencias.

Tal circunstancia anulaba hasta cierto punto la misma operación que se mandaba y de todos modos daba margen a interpretaciones de sentido vario, y así a nuevas cuestiones. Esto es lo que en efecto sucedió, como se vio luego. La villa de Eskoriatza nombró su procurador a las juntas generales de la provincia del mismo año de 1630, y el sujeto elegido pretendió ocupar en ellas asiento preferente al que tenía el nombrado por el lugar de Aretxabaleta. Este alegó pertenecerle tal prerrogativa, fundándose en la circunstancia de que su representado era la cabeza del valle de Léniz y él su legítimo apoderado. Las juntas decidieron esta cuestión en favor de Arechavaleta, acordando que su representante ocupase el asiento del valle, y que el de Eskoriatza se sentase entre los pueblos eximidos de las cabezas de jurisdiciones de otros. Escoriaza apeló de esta determinación ante la real chancillería de Valladolid, donde se radicó el negocio. En ella por sentencia de vista de 7 de octubre de 1749, confirmada por la revista en 1750, se declaró que el asiento y voto del valle de Leniz en las juntas provinciales correspondía alternativamente a ambos pueblos, dando principio el lugar de Aretxabaleta. En 1860 por lo regular, cada uno de los pueblos nombraba su respectivo apoderado.

En el año de 1747 se renovó entre ellos la cuestión antigua sobre la elección del capitán y demás oficiales de la compañía de tercios, que la provincia mandó aprontar para el servicio que ocurría a la sazón. Arechavaleta pretendía hallarse en posesión de hacer por sí estos nombramientos, y quería sostener tal prerrogativa. Eskoriatza pedía la alternativa, o que en otro caso se sorteasen entre ambos pueblos los cargos, según se había practicado en otras ocasiones anteriores. La diputación de la provincia, a la que recurrieron las partes, determinó que la elección se hiciese entre ambos pueblos y que cuando no conviniesen en ella, echasen suertes. Acordó además que el pueblo que no se conformase con esta resolución, tendría que aprontar por sí solo una compañía entera, en lugar de la media que le tocaba. Aretxabaleta puso varias dificultades para cumplir lo así ordenado por la diputación. Consiguientemente se llevó el negocio a las juntas generales de Fuenterrabía de 1749, donde se acordó que los dos pueblos procediesen alternativamente a los nombramientos militares mencionados. Se suscitó entre ellos de nuevo la misma cuestión en el año de 1762. Tomó conocimiento de ella la junta de Zarautz del mismo, y dictó una providencia provisional, mandando que Aretxabaleta nombrase por aquella vez el capitán y Escoriaza el teniente y alférez, y que en lo sucesivo alternasen los nombramientos. Los representantes de ambos pueblos manifestaron su conformidad al acuerdo, y de esta manera quedó terminada su diferencia pendiente.

Ref. Pablo Gorosabel.

EAU