Municipios

Usurbil

La ocupación del área de Usurbil se remonta a la Edad de los Metales, a tenor de los vestigios megalíticos diseminados en el entorno del monte Andatza.

Sin embargo, habrá que dar un buen salto en el tiempo hasta encontrar testimonios documentales sobre esta población.

Es en 1371 cuando Enrique II concede a los pobladores de la zona -mayoritariamente campesinos- llamada San Salvador Usurbil, antigua aldea del término de San Sebastían, permiso para constituir una "puebla e villa cercada", que será el núcleo de Belmonte de Usurbil. Su ubicación física quedaba en manos de aquellos vecinos, que finalmente resolvieron fijarla un tanto lejos de la parroquia y del camino. Respondía tal emplazamiento al deseo de verse menos "condicionados" por los Atxega, linaje que ostentaba el patronato de la iglesia y controlaba otros aspectos de la vida social. Así pues los vecinos ubicaron la villa alejados de sus mayorazgos dejando a los Atxega fuera del nuevo recinto.

La planimetría de la villa se definía por una trama geométrica más o menos regular, en la que se abrían tres calles longitudinales, atravesadas por tres cantones. El modo de cercar la villa se realizó mediante los muros traseros de las viviendas, a los que se unieron cuatro portales que permitían el acceso, en los puntos estratégicos de la villa.

Sin embargo, en 1486 un incendio arrasó aquel núcleo poblacional, y este hecho, junto a la incomodidad que suponía vivir alejados de la iglesia y su entorno estratégico, provocaron el abandono progresivo de aquel asentamiento. A ello se une la circunstancia de que poco a poco se fueron librando del férreo control de los parientes mayores, decidiendo entonces ir ocupando paulatinamente las proximidades de la parroquia.

A pesar de ello, aquel núcleo de población no logró demasiado éxito. Y a finales del siglo XVII, se contaban 38 casas y 28 solares vacíos. En esos años, el concejo ya estaba asentado en Elizalde, que tenía 30 casas.

Además de estas zonas, el municipio incluye los barrios de Urdaiaga, Zubieta y Aginaga.

El primero de estos, parece que fue el más antiguo, germen de donde partió la idea de poblar Belmonte. Su ubicación es estratégica, entre dos meandros del río y protegido por lo escarpado del terreno, empleando estos recursos para actividades de aprovechamiento del agua y del monte (molino, fábrica de sedas, ferrería, cantera...).

Los habitantes de Zubieta, cuyas primeras referencias nos trasladan a 1494, gestionaban de forma independiente los terrenos y las actividades económicas de la zona (molino, iglesia, astilleros...), hasta que la ley obligó a disolver aquella comunidad.

En Aginaga también quisieron seguir la iniciativa zubietarra, adquiriendo a finales del siglo XVI montes para su control y explotación, y poder desarrollar actividades económicas (astillero Mapil, ferrería de Saría).

La estructura de estos barrios es de poblamiento disperso, con construcciones civiles y religiosas diseminadas, algunas muy interesantes desde la perpectiva histórico-artística.

RCL 2011