Concepto

Ttun-ttun

El Ttun-ttun, cuyo origen es desconocido, fue habitual en los siete pueblos del valle pero sólo Bidangotz, Isaba y Uztarrotz lo mantuvieron vivo hasta el siglo XX, este último hasta los años veinte. La apertura del Valle al exterior gracias a la carretera precipitó la pérdida de las tradiciones y del Euskara. Los viejos chunchuneros fueron reemplazados por acordeonistas, gaiteros o quintetos preferidos por los jóvenes porque tocaban los nuevos aires de moda. De un viejo txuntxunero quedó el nombre "Juan Pito" cuya borda en Arrakogoiti, se conoce hoy como "Venta de Juan Pito". El último txirulari fue Nicanor Ederra, al que alude la tonadilla "txun txun, la flauta / txun txun, tambor / txun txun el c.../ de Nicanor".

A la pérdida de vigencia del Ttun-ttun acontecida a comienzos del siglo XX siguió una discontinua actividad recuperadora que se inicia tímidamente en la época republicana y que culmina en el cambio de siglo. En el verano de 1941, los dantzaris -varones - del grupo Oberena de Pamplona, dirigidos por Maxi Aramburu, lo aprendieron con Teodoro Marco de Uztarroz y en mayo de 1942 lo presentaron en la plaza de esta villa con siete chicas jóvenes de la localidad ataviadas con los trajes del Valle. Oberena incorporó el Ttun-ttun a su repertorio y lo muestra en sus actuaciones por Navarra. En la década de los cincuenta resurge el impulso para su recuperación en el propio Valle a iniciativa los hermanos Entornes Lasa de Isaba, fruto del cual el baile tomó cierto auge en las peregrinaciones, javieradas, que los habitantes del valle hacían al Castillo de Javier. De nuevo, en los años setenta, hubo nuevos intentos de recuperarlo que se hicieron notar en las contadas ediciones del Día del Valle.

En este interrumpido proceso la investigación de Marisol Otermin a finales de los setenta - basada en los testimonios de José Berro, Eduarda Lorea, y Jonás Lorea-, supuso una sólida base para la reconstrucción integral del baile a partir de las variantes rescatadas de Isaba y Uztárroz sobre las que se ha fijado la tradición vigente. En los años ochenta, las izabarras Susana Garde, Amaya Zalguizuri y Elena Zalguizuri se ocuparon nuevamente de recuperarlo y de enseñarlo a los jóvenes de la localidad. Tras otro largo tiempo en desuso y olvido, el 4 de julio de 1998 se presentó con motivo de la inauguración del frontón Erminea.

En la primera década del siglo XXI, el Ttun-ttun roncalés ha asegurado su revitalización. Las celebraciones del Uskararen Eguna, en Garde (2003) y Uztarroz (2004) consolidaron el proceso recuperador extendiendo su uso popular a las fiestas patronales. La recuperación del baile en Garde con protagonismo de los propios vecinos de debe al esfuerzo de José Manuel Mendiola. Durante el curso 2003-2004 la Escuela de Música del Valle de Roncal recuperó la música de las variantes de Uztárroz, Isaba y Garde. En noviembre de 2004, Susana Garde inicia los ensayos en Isaba. Con la colaboración de los txistularis y la coordinación Julio Beretens, logran que un grupo de trece parejas, ataviados con los trajes roncaleses bailen el Ttun-ttun en la festividad de Santiago de 2005. Este mismo año, medio centenar de vecinos de Roncal lo bailan en las fiestas patronales de la mano de Andoni Iribarren y siete parejas lo hacen en Garde.