Barrios

TRASLAVIÑA

Santa María de Traslaviña fue construida hacia el año 1500, aunque fue trasladada a su actual emplazamiento en 1620, siendo por tanto de estilo gótico. Es de mampostería, salvo algunos elementos que poseen sillarejo, varios contrafuertes se adosan a sus muros como refuerzo y en su lado sur hacia la cabecera esta adosada a otro edificio. Realza su estructura la torre, con acceso a la iglesia en arcos apuntados marcando su arranque una línea de imposta moldurada y tres cuerpos definidos también por imposta. El primero posee los ingresos a la nave en el frontis y en el lado sur bajo el pórtico, el segundo con un pequeño vano cuadrado en su fachada principal sobre el que se asienta un blasón y varias ménsulas, sin función aparente, en los muros laterales, sirve de transito al tercero, con arcos de medio punto albergando las campanas, sobre el que se asienta la cornisa, rematada por cuatro pináculos y torrecita linterna circular con varios estribos de pequeño tamaño. La iglesia de una sola nave, está dividida en dos tramos y presbiterio cubiertos con bóvedas de terceletes y su planta rectangular se puede ver en la estrechez de su única nave. Sus accesos son dos, a los pies en arco apuntado con arquivoltas molduradas, sobre las que se encuentran las armas de los Zúñiga en policromía, inserto en el pequeño soportal que forma el cuerpo inferior de la torre, y en el lado sur en arco de medio punto, a la altura del segundo tramo de la nave. Sus vanos en la parte alta de la nave poseen vidrieras de tipo gótico. Del arte mueble conviene señalar el retablo de la cabecera de tres calles y dos pisos y sotabanco, banco y pequeño ático, en el que se incluyen las imágenes de San José, una Inmaculada, San Antonio, San Pablo, Cristo crucificado, San Roque y el Padre Eterno. Es de estilo Rococó y datado a fines del siglo XVIII.

En arquitectura militar la Torre de Miranda, también conocida como de Traslaviña, es un muy buen ejemplo de edificio banderizo del siglo XV. Con planta cuadrada, como manda la tradición, tejado a cuatro aguas y acceso en patín, actualmente cegado, en arco apuntado sobre el que se insertan tres elementos simbólicos de tipo astral muy característico de la simbología euskaldun. Conserva aún algunas piezas originales (aspilleras y vanos en arco apuntado), aunque está muy modificado. A mediados del siglo XVI se le anexó otro edificio de planta alargada y tres alturas, con una bonita sucesión de cuatro vanos en arco conopial a modo de mirador en su piso central.

La arquitectura popular de tipología encartada está representada en el número 140 de esta barriada, con un edificio de características propias de esta zona: espolones en las esquinas de la fachada principal, tres alturas con balcones corridos en las dos últimas, acceso en dintel con seudo pórtico generado por el balcón del primer piso y los espolones y tejado a doble vertiente y cola de milano.

Manu CASTAÑO GARCÍA