Monarquía y Nobleza

Sancho Garcés II Abarca

El año 985 las fuerzas del rey Sancho traspasaron el Pirineo en auxilio del duque de Gascuña Guillermo Sánchez, que veía las costas asoladas por los normandos. La plaza más amenazada era Burdeos y también la ciudad de Bayona. Antes de acudir en su ayuda, desde Pamplona habían tomado precauciones en la frontera. Por otro lado, confiaban en que el peso de la guerra recayese en castellanos y catalanes, y además, acababa de celebrarse el matrimonio de una princesa vascona con Almanzor. El rey Sancho acudió en ayuda del que era su cuñado, ya que éste se había casado con la hermana de Sancho, Urraca, tras enviudar del conde castellano Fernán González. El rey Sancho se enfrentó a los piratas en Taller, cerca de Castets, y derrotaron a los normandos. En memoria de esta victoria, Guillermo fundó el monasterio de San Severo (Saint-Sever) haciendo honor al santo a quien se había invocado antes de la batalla.

El monarca pamplonés emprendió su camino de regreso y se encontró con los pasos del Pirineo cerrados por una gran nevada. El territorio de su reino se hallaba totalmente desguarnecido ante los ataques de los musulmanes por el sur y el enemigo aprovechó la circunstancia llegando hasta Pamplona. Ante esta noticia, Sancho reaccionó de forma inmediata mandando calzar abarcas a todos sus soldados y acometió su paso, probablemente por Roncesvalles. Los pamploneses realizaron una marcha dura bajo un frío extremo. Descendieron rápidamente en varias jornadas y llegaron ante los muros de Pamplona sorprendiendo al enemigo, que cercaba la ciudad. El ejército musulmán tuvo que retirarse hasta alcanzar la frontera.